Rhino Bucket, 6/02/2018 Sala Rocksound, Barcelona.
Barcelona está triste y el rock está herido de muerte.
Lo de triste lo digo porque veo la ciudad vacía.
Creo que las medidas de decibelios, horarios y cupo de los bares son a todas luces excesivas y aniquiladoras.
¿Cómo es posible que en una ciudad con 1,7 millones de habitantes solo 60 se acerquen a ver a un grupo con 30 años de experiencia que ha girado con Van Halen?
El concierto fue agridulce para mí, porque el precio de la entrada era muy asequible.
Además el Rocksound te ofrece una posibilidad de cercanía total con el artista y una barra próxima con precios más que justos.
En fin empiezo con un lamento.
Tras ello mi abrazo y aplauso a gente como Manny Montana que no tira la toalla y sigue apostando por este tipo de eventos que son los que salvan los clubs de auténtica música en vivo.
Fue un privilegio asistir junto a la escasa audiencia de gran paladar rockero.
¡Qué se jodan los demás! Fuimos unos privilegiados.
En cuanto al show, los angelinos recrean a la perfección el boogie rabioso de tres acordes de los ACDC en la era Bon Scott.
Sobra decir que suenan a los australianos pero lo hacen con honestidad, carisma, personalidad y respeto.
Estos tipos hacen sencillamente rock puro y auténtico.
También me recordaron por momentos a los Rose Tatoo.
Georg Dolivo, vocalista y guitarra, estuvo cercano y dicharachero. Cuenta con una fina ironía.
El sonido fue bueno y vigoroso.
Brian “Damage” Forsythe, es un tipo increíble que maneja su Fender viejuna de manera asombrosa. Sus solos fueron muy destacables.
A mí personalmente me sorprendió el batería Dave DuCey con su vitalidad y contundencia.
Reeve Downes al bajo ofrece una base rítmica muy poderosa.
Estuvieron 90 minutos sobre el escenario. Fueron 18 temas.
Tocaron tres pistas de su nuevo álbum, llamado paradójicamente el último autentico Rock n´roll, la sensación que he sentido tras los últimos shows de los Rolling Stones o este reciente de Metallica, y esa noche en el poblenou barcelonés.
Los dos momentos más intensos fueron “Bar time” seguida de “Beg for your love” y el final con “Hammer & Nail” y esa maravilla que es “Rhide the rhino” que cerró una maravillosa noche de rock en vivo.
Me hubiese gustado escuchar aquel hit que fue “Ride with Yourself” para recordar viejos tiempos y alejar añoranzas.
Larga vida al Rock n´Roll.
