Stormy Mondays, Folk & Roll

No puedo ser original al dar título a esta crónica, porque los originales son ellos, Stormy Mondays, la veterana banda asturiana que asomó la noche del sábado al escenario del Café Berlín con el entusiasmo y la vitalidad de quienes saborean esa incomparable sensación de estar frente al público. “Folk and roll” era el lema de su última gira, en 2015, presentando su muy recomendable doble EP “Wading The River / The Lay Of The Land”, y quizá no haya mejor modo de definir esa sugerente fusión de músicas que nos ofrecen.

Venían a Madrid a presentar un nuevo EP, “Suitcase Full Of Dreams”: venimos con la maleta llena de sueños, dijo Jorge Otero. Él es el alma de Stormy Mondays y canta con el alma, dibuja con su voz melodías que se quedaron a vivir contigo desde el primer día que las oíste, a veces prende fuego a los versos y en otros momentos y con la misma facilidad acuna las palabras. Abrieron con el tema homónimo, en el que tienes la prueba irrefutable de cómo la lengua asturiana combina con el inglés en una canción: igual de bien que mezcla la ginebra con la tónica. Y es que todo en ellos es una mixtura mágica, un destilado alquímico en el que el violín, la flauta, la zanfona, el chelo, pintan con colores que nacen del terruño la música más universal de cuantas conocemos, el rock and roll.

“Everybody Came To Your Party (But You Were Gone)”, del nuevo disco, y “Talking In My Sleep”, del anterior, situaron a la banda en ese territorio que les define y les distingue pero que ni mucho menos les limita: “Días mejores” sonó como puro power pop en el sentido más canónico de la etiqueta, a saber, melodías reconocibles y guitarras aguerridas en una dosis fulminante de tres minutos. “Southwind”, acto seguido, se convirtió en una enérgica celebración de sus dos décadas de historia, con Juan Flores encendiendo la canción con su saxo y Pablo Bertrand poniendo el groove con sus teclados absolutamente imprescindibles.

Stormy Mondays, Madrid, 2018 (10)

Y así, navegando por donde ellos nos llevaban, visitamos escenarios felices con la vitalista “My Lil’ Darling”, en la que Héctor Braga al violín y Juan Flores con la flauta sacaban a flote un sentimiento muy hondo; dejamos que la música creciera dentro de nosotros con “Moon Almost Full”, una canción total, redonda como la luna, en la que Danny Montgomery, a la batería, y Juanjo Zamorano al bajo, fueron ese latido que sustenta la magia. A partir de ahí ya todo da igual, has quedado enganchado en esa misteriosa vibración con la que los Stormy Mondays te atrapan y ya no te dejan ir: “Don’t count me out”, del disco nuevo, las coloristas “Love And Fire” y “Not Enough”, del precedente, o las irreprochables concesiones al rock en castellano “Fuego” y Llévame”, muestras más antiguas de un repertorio imbatible.

Cuando llega el turno de la canción que sonó en el Espacio (Sunrise Nº 1) ya todos estamos en pie. “Nothing On My Radio” destella en el final del concierto, flanqueada por versiones muy suyas de “Spirit In The Night” y “Thirteen”, porque ellos saben y porque pueden, porque no todo el mundo tiene en su currículo haber compartido escenario con el Boss –como Jorge Otero- o con Alex Chilton –el caso de Danny Montgomery-. Pero eso es pasado, como lo de haber tocado en el escenario de bandas emergentes de Woodstock 99 o haber despertado con su música a los astronautas en la estación espacial. Stormy Mondays, afortunadamente para nosotros, no viven en el pasado, son presente y se empeñan en demostrarlo en cada disco, en cada concierto.

Escucha «Suitcase Full of Dreams» (2017) de Stormy Mondays.

Fotos por Juan J. Vicedo y vídeos por Rosa Campos.

 

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