Un viaje único con The Rad Trads

El talento, y por favor dejen que me explique antes de ponerme la cruz, es algo que se aprende, no algo con lo que se nace. Por mucho que Toni -personal del Café Central- se empeñara y repitiera una vez tras otra aquello de, “Es que los Yankees lo llevan en la sangre”, yo sólo podía pensar mientras veía a The Rad Trads darle al Central la vuelta tema tras tema, que de genética nada. Sus cinco miembros tienen dos piernas y dos brazos igual que los míos, la cabeza sobre los hombros… Eso sí, mientras me preguntaba cómo coño le iba yo a explicar a los lectores the Dirty Rock qué hace el directo de esta banda de Nueva York tan especial, sólo me venía una palabra a la cabeza: ACTITUD. De hecho, ninguno de los miembros de la banda es único en lo que hace. No vi nada que no hubiera visto antes. Pero cuando uno da el primer cajazo de la noche con el convencimiento con el que lo dio John F. Fatum, pues eso, que una sala en la que no cabía ni un alfiler, estaba completamente entregada a la tercera nota.

The Rad Trads madrid 2018

Volviendo a lo del talento, me remito a aquella frase que se atribuye a Picasso cuando le preguntaban por la inspiración, lo de que a él siempre le pillaba trabajando. The Rad Trads es una banda trabajadísma, en la que miembros que son cada uno de su padre y de su madre, y a los que uno nunca se esperaría ver juntos encima de un escenario, han sabido crear una química que hace que lo que casi nunca fluye, fluya. No hay unidad ni estética ni musical entre los miembros, pero lo que se ve encima del escenario da sensación de conjunto. Como banda han sabido respetar el espacio de cada miembro, de tal manera que las piezas encajan formando un todo con sentido, pero sobre todo único. Insisto, hacen que lo que no debería funcionar, funcione. De hecho si me preguntaran por un estilo, no sabría qué decir.

Michael Harlem, al bajo, pone la parte Folk, casi Bluegrass. Bajista sencillo, con fuerza y tiempazo, melódico y rítmico a la vez; cantante excepcional. Harris McCoy, a la guitarra, le da un punto Funky y a ratos rockero a la cosa, cantante excepcional. Michael Fatum, a la trompeta, es todo Jazz, pero con fuerza, hace de las disonancias un arte, cantante excepcional, gran showman y aún mejor con la pandereta. Pero yo con quien de verdad me quedo es con Patrick Sargent, saxo, teclados, piano y voz… este chico es una locura. Los solos de saxo son media banda, hacía tiempo que alguien no me transmitía tanto con la voz. Por cierto es el encargado de darle el toque ochentero a la banda. Ochentero como en Billy Joel o Regreso al Futuro, en plan hortera, y que por algún motivo que desconozco, hace que esta banda de Funk-New Orleans-Rock-Jazz, termine de tener sentido y sea una fácil de escuchar y con muchísimo poder en directo.

The Rad Trads madrid 2018.1

Aunque claramente centraron el show entorno a su último trabajo de estudio, On Tap, con temas como Key Club, escuchamos temas de trabajos anteriores como, Keith and I. No es una banda que haya publicado muchísimo teniendo en cuenta que llevan más de cinco años juntos. Tardaron casi tres en publicar su primer álbum. Yo, esto lo atribuyo al hecho de que todos los miembros giran con otras bandas, pero sobre, y me baso en lo que he visto y leído, en que es una banda que se ha centrado en su directo. Con sentido y como quien va contando las diferentes partes de una historia, te llevan por un viaje de dinámicas y sensaciones que, como he dicho antes, a mí me pareció único.

Escucha «On Tap», nuevo disco de The Rad Trads:

Texto por Rafa Noriega y fotos por Paula Rodríguez.

 

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