Jay Boy Adams y “Fork In The Road”: intuiciones, pequeñas decepciones y recompensas

Jay Boy Adams Fork In The Road reiew disco.

Después de muchos años aún sigo manteniendo el mismo “modus operandi” a la hora de comprar un disco: si no conozco al artista/banda me guío por los colaboradores, por el sello discográfico, productor y a veces por simple intuición. Intuición de portada, del feeling que transmite.

Aunque nunca hay que juzgar un libro por su portada, y es un deporte arriesgado, a veces funciona. Como con Jay Boy Adams.

Jay Boy Adams Fork In The Road reiew disco

Y eso que la canción que abre el álbum y que titula el disco, “Fork In The Road”, es todo un jarro de agua fría, un bajonazo de manual. Un pastelazo de ese Country meloso (empachador) que se abrió paso en los 70’s y dominó los 80’s. Pero que no cunda el pánico.

A partir de la siguiente “Saddle Tramp (The Original)” la cosa cambia radicalmente: guitarras a la manera Southern Rock con ecos de la Marshall Tucker band o Charlie Daniels, grandes armonías vocales tipo Outlaws , steel guitars de las que evocan paisajes y esos teclados que dan ese plus necesario para escapar de la media.

Entonces miras la contraportada y todo comienza a cuadrar: colaboraciones de Jackson Browne y David Lindley, producción de Bill Hamm para su sello Long Wolf etc… Desconocía la carrera de Jay, y la verdad es que es bastante curiosa. En 1972 abre para ZZTop en Texas,

Bill Hamm se fija rápidamente en él y lo contrata como telonero habitual de la banda. Durante la siguiente década compartirá escenario con supernovas como The Allman Brothers Band, Joe Cocker, Bonnie Raitt, The Kinks y un largo etcétera.

En 1977 se estrena discográficamente con “Jay Boy Adams”, con buenas canciones pero un poco disperso en el mensaje, y un año después acierta de lleno con este “Fork In The Road”: una gozada de álbum que bascula entre el Country y el Southern Rock con algunas gotas de Blues.

No es uno de esos LP’s que te llevarías a una isla desierta pero es súper disfrutable, con una instrumentación de alta graduación, un cantante centrado en sus puntos fuertes y algunas canciones que contra todo pronóstico mutan en pequeñas jams de seis minutos que supuran Sur de los USA por los cuatro costados. He’s a lone line writer…!!!

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