El de Nebraska, Evan Bartels, acaba de lanzar nuevo EP «To Make you Cry» tras su debut en 2017 con aquel «The Devil, God & Me», al que le siguió el EP de 2019, «Promised Land«, y otro EP «The Bones» en 2022.
«To Make You Cry», se grabó en su cabaña a las afueras de Nashville. Esta colección de seis canciones emocionalmente crudas que parecen más cortometrajes que simples baladas folk representadas a través de su inconfundible voz de barítono curtida, Bartels esculpe un paisaje emocional desolado, poblado por personas rotas que intentan aferrarse a lo que les queda de sus vida.
La voz de este veinteañero suena vieja y joven a la vez. Parece un bebedor empedernido y un alma gentil. Es una contradicción y su escritura corta el aire como un cuchillo.
La voz de Bartels, áspera como la grava, da peso a versos sobre el envejecimiento, el tabaco y el arrepentimiento o teje la oscura historia de una joven que escapa de una vida de abuso en un pequeño pueblo contaminado por la metanfetamina.
El asesinato de su padre se presenta como una fatalidad inevitable. Bartels canta sobre viajes largos y noches más largas, luchando contra los demonios internos que susurran autodesprecio y fracaso. Una especie de espiritualidad desesperada: la plegaria de un hombre perdido pero que aún sigue adelante, se trata de supervivencia, no de salvación.
Bartels no ofrece falsas esperanzas ni soluciones fáciles, sino la belleza que se logra con esfuerzo al enfrentar lo peor y aun así elegir cantar. Con «To Make you Cry», se ha consolidado como uno de los narradores emergentes más cautivadores de la música americana moderna. El disco es pura narrativa popular en su forma más brutal y efectiva en solamente 22 minutos. Discazo.