Neil Young lanza “Talkin’ To The Trees”, su nuevo álbum de estudio a tan solo unos meses de cumplir 80 años, el primero con su nueva banda de acompañamiento, “The Chrome Hearts” compuesta por Spooner Oldham al órgano, Micah Nelson a la guitarra y coros, Corey McCormick al bajo y coros y Anthony Logerfo en la batería.
Sin embargo, solo el nombre de la banda es nuevo, ya que los miembros provienen del núcleo de colaboraciones previas como es la sección rítmica es la base de “Promise Of The Real“, con quienes Young lanzó varios álbumes y giras entre 2014 y 2019. A los teclados está Spooner Oldham, un antiguo compañero de Young, quien ha trabajado con él intermitentemente desde 1978.
En otoño de 2024, los cinco músicos grabaron diez canciones en los estudios Shangri-La de Rick Rubin en Malibú, canciones que Neil Young había escrito recientemente tras un prolongado bloqueo creativo. El espectro temático y estilístico abarca desde canciones familiares con aires folkies y una introspección introvertida hasta la agitación política y ambiental característica de Young. Como siempre, las canciones se grabaron rápidamente y sin ensayos extensos en directo en el estudio. Así que no esperes arreglos sofisticados, una producción refinada, ni siquiera una composición elaborada ni letras cuidadosamente reelaboradas.
El nuevo disco está co producido por el propio Young y Lou Adler, productor y empresario, otrora propietario de los sellos Dunhill Records y Ode Records, y fundador del Monterey Pop Festival a mediados de los 60.
“Talkin’ to the Trees” puede recordar a alguno de aquellos trabajos sin rumbo de Young de los años 80, pero como ocurre con muchos de los proyectos no probados de Young, hay más que los muchos desvíos que toma en sus 39 minutos. La música de Neil Young traza un continuo, y su constante afán por encontrar nuevas formas de crear y expresarse aunque en este disco no nos deja sin aliento y en cambio algo desconcertados.
Por ejemplo «First Fire of Winter», que toma prestado mucho del riff reciclado de tres acordes de su clásico «Helpless», y también «Silver Eagle», que maúlla al ritmo de la melodía para cantar a coro del himno de Woody Guthrie de «This Land Is Your Land». Por otro lado, es un disco que debería alegrarles el día a sus fieles.
