Goose lanzaron por sorpresa nuevo álbum, “Chain Yer Dragon” este viernes 15 de agosto, el segundo álbum en lo que va de año, apenas cuatro meses después de su último trabajo “Everything Must Go“.
“Chain Yer Dragon” es el quinto álbum de estudio de larga duración de Goose y el segundo con la formación actual de la banda: Rick Mitarotonda, Peter Anspach, Trevor Weekz y el nuevo batería Cotter Ellis.
Herederos de los sonidos improvisados de los veteranos Dead & Co. y Phish, se han convertido en apenas una década en una de las bandas más importantes en Norteamérica. Goose han hecho una transición en los últimos años con relativa fluidez de clubes a teatros y, en algunas partes de su país, a estadios y anfiteatros, acelerándose ya en apenas dos años.
Álbumes como estos, que no intentan reinventar la rueda ni hacer una gran declaración musical. Suena como los álbumes más comerciales de My Morning Jacket con una mezcla genial con los Dead.
Si los King Gizzard & The Lizard Wizard tratan de ser los Grateful Dead totalmente modernizados, con una presencia centrada en el directo, un estilo de improvisación y un nivel de producción con todas las convenciones de tradición que se aplican a los grupos de culto actuales, Goose son Grateful Dead simplemente… otra vez. Esta banda no se arriesga mucho, pero lo compensa con su absoluta dedicación a la creación de jams de alta calidad y agradables.
Desde el discreto lanzamiento de su debut con “Moon Cabin, desde un granero en la zona rural de New Hampshire en 2016, Goose han dedicado casi una década a perfeccionar un sonido que ahora llena estadios, plataformas de streaming y corazones por igual. Con “Everything Must Go” y este “Chain Yer Dragon”, una mezcla transformadora de clásicos clásicos y material nuevo que captura a Goose en pleno vuelo, sin filtros. Como siempre las canciones son el motor y la improvisación, el combustible.
