The Black Keys lanzaron este mes de agosto su treceavo disco de estudio “No rain, no flowers” donde Dan Auerbach y Patrick Carney, tras su anterior disco “Ohio players“, el grupo de Akron ha contado con la colaboración de compositores como Rick Nowels, Daniel Tashian o su teclista habitual Scott Storch.
El viaje no ha sido fácil para ellos ya que el año pasado, rompieron públicamente y conflictiva con su equipo de gestión después de que su gira por estadios fuera cancelada de manera abrupta. Y aquí en “No Rain, No Flowers”, el blues, la psicodelia, el garage rock, el groove y la música de raíces de su discografía de 23 años se reencuentran en un solo paquete compuesto por once nuevas canciones.
Su cuarto álbum en cinco años marca un regreso al ritmo prolífico que mantuvieron al principio de su carrera. Y quizás más fieles a su nombre, esta iteración de The Black Keys incluye mucho más piano. La banda dice que nunca han trabajado con alguien que componga en el piano como Rick Nowels, quien apareció en el álbum “Ultraviolence” de Lana Del Rey, producido por Auerbach.
El productor de hip hop Scott Storch toca el teclado en la pegajosa “Babygirl”, que es en parte pop poderoso, en parte Rolling Stones con su piano rítmico agudo y su autoafirmación lírica. También está en “Make You Mine”, donde el registro superior de Auerbach y una sección de cuerdas llevan a la banda muy cerca de la música disco de los Bee Gees.
Momentos con canciones melancólicas e hipnóticas como “Down to Nothing”, donde la guitarra de Auerbach evoca la sensación de anhelo que ha sido una constante a lo largo de su catálogo o las voces electrónicas de fondo imbuyen a “Neon Moon” o los sonidos más folclóricos de Nashville, en “A Little Too High”, un tema animado que evoca a The Eagles.