El pasado viernes 10 de octubre, el Loco Club de Valencia volvió a vibrar con los sonidos de la música americana en una noche muy especial encabezada por Hannah Aldridge y Sam Outlaw, dos artistas que demostraron por qué este género sigue vivo, evolucionando y emocionando.
La velada comenzó con Hannah Aldridge, que regresaba a Valencia tras su reciente actuación en septiembre. Desde Muscle Shoals (Alabama), hija del reconocido compositor Walt Aldridge, Hanna presentó su último trabajo, Dream Of America, en formato dúo acompañada de la guitarrista Katie Bates.
Con una voz melódica y conmovedora, Aldridge repasó parte de su discografía en un set íntimo que incluyó temas como O’ Come, O’ Come Emmanuel, Living On Lonely, la más country Yankee Bank, Howlin’ Bones, o la delicada Some Ghosts Don’t Make A Sound, una de las más emotivas de la noche y, personalmente, mi favorita.
El tándem con Bates fue perfecto: sobriedad, compenetración y una interpretación sentida que conquistó al público desde el primer acorde.
Después del dúo femenino, fue el turno del californiano Sam Outlaw, referente del llamado “new wave western” y con una sólida trayectoria a sus espaldas. Con varios álbumes editados —como Angeleno, Tenderheart, Popular Mechanics, Terra Cotta o The Nonessential—, Outlaw trajo a Valencia un concierto cargado de sinceridad, con ese sonido de raíces norteamericanas que conecta directamente con el alma.
Sin batería, pero con una formación acústica efectiva —Hannah Aldridge y Katie Bates (guitarra y bajo acústico) y Andrew Leahey a la guitarra solista—, el set fue una sucesión de momentos íntimos y poderosos. Empezó con It Might Kill Me, siguió con la nostálgica Kind Of Me (2015), y se ganó al público con la preciosa For The Rest Of Our Lives*, del disco Popular Mechanics.
Otros momentos destacados fueron Who Do You Think You Are?, Polyamorous, If You Still Want Me, la encantadora Country Love Song, y Forever And Always, en un hermoso dúo con Aldridge.
El concierto continuó con Look At You Now (Tenderheart), Boungaville, I Think, la sobresaliente Ways To Go, y un emocionante tramo final con Ghost Town, Tenderheart (de nuevo junto a Hanna), Angeleno, Terra Cott, Keep It Interesting y una aplaudidísima versión de Trouble.
Para el bis, el grupo se bajó del escenario y entre el público interpretaron a capella y sin micros dos temas mágicos: Love Her A While y Cry For Me. Un cierre íntimo, envolvente y cercano que dejó al público emocionado y agradecido.
Texto Álex Ruiz. Fotos Sergio Lacedonia.
