Bendita la fotografía de Nacho Para y su guitarra. Benditos los amigos y los admiradores, bendita la carretera que los trajo, benditos los que hablan y benditos los que escuchan. Benditas las camisas a cuadros y las camisetas de Bantastic Fand verde olivo y las de Nacho sentado en su nube. Bendita la biblioteca del Luzzy porque a ella hemos peregrinado en busca del recuerdo y bendito el recuerdo que nos tiembla en el alma. Bendito Joserra porque su candil no se apaga. Benditos Miguel y Alberto y Carlos, y bendita su sabiduría. Bendito el de las zapatillas verdes que se sienta entre ellos. Bendita Ana y bendito su ojo y bendita su cámara. Benditos los que prueban sonido en el piso de arriba bajo luces azules. Bendito el azul y bendita la luz y la música y bendito el reloj en el que darán las ocho y media. Benditos los corazones que sienten y bendita la sangre y las dulces heridas de las que beben los versos. Bendito Nacho sentado entre Paloma y Jacinto y bendita la pared blanca de Sierra, las voces y las guitarras, y bendita la verdad pequeña y humilde de la canción desnuda, y bendita la sonrisa que se alumbra al cantarla. Bendito lo que no se llevó, lo que nos queda, benditas las palabras y las melodías y la lluvia que desde su nube cae en el desierto. Bendita la puerta que abrió Nacho para descubrir otro horizonte, bendita Miranda, benditos diez años.
Glorioso el aplauso, gloriosa la hora de despertar la música. Gloriosa la amistad que empapa el escenario, gloriosa la devoción en las butacas. Gloriosa la voz de Nacho que se escucha como un eco en el precipicio de la memoria. Glorioso Nacho en la voz de Fernando y en la armónica que rasga la noche de Cartagena. Glorioso Nacho en Paloma y en su mirada que sonríe, gloriosa “You”, gloriosa como lo cantaba él, gloriosa como la canta ella. Gloriosos el aullido de Pacoco en el filo de los platillos, y gloriosas las yemas de Campoy agazapado en los teclados. Gloriosos los músicos que se unieron al banquete y glorioso el sonido de la Desert Town. Gloriosos el ukelele de Harrison y los cigarrillos de Petty y el sombrero de Dylan. Gloriosa la apoteosis de esta noche sin Nacho y con Nacho, glorioso reencuentro, gloriosa ascensión a su cielo donde no hay multas de aparcamiento. Gloria a Nacho Para donde esté y gloria porque estuvo con nosotros y está vivo en las canciones. Gloria a Bantastic Fand porque Nacho la soñó. Gloria a lo que soñó y a lo que vivió y a lo que no puede morir. (Juan Vicedo)

Julia Guerrero Mayo e Isabel Márquez Méndez son dos jovencísimas colaboradoras de Nacho Para como letristas de sus canciones. Además Julia diseñó la camiseta que muchos de los presentes llevabamos en el concierto, las nubes de “No Parking Tickets in the Clouds”.
Textos – Miguel López y Juan Vicedo
Fotos – Ana Hortelano
Videos – Rosa Campos y Juan Vicedo







