Lleno casi absoluto para presenciar una nueva actuación de los de Richmond. Antes de ellos y con la sala ya a bastante capacidad, pudimos presenciar la actuación de Juana Everett. -cantautora madrileña- pero que se ha forjado en Los Angeles estos últimos años. Su propuesta oscila entre el folk y un americana oscuro, y a pesar de que tuvo que defender su propuesta ella sola con su guitarra salió más que airosa del trance, calando en el público vistos los aplausos recibidos. Su próximo trabajo de estudio parece que se publicará en febrero de 2026. Esperamos con ganas.
Poquito después, salieron a escena Johnny Hickman, David Lowery y los suyos. Empezando de entrada con su celebrado «Euro Trash Girl», en una versión bastante extendida que marcó la tónica del concierto desde el principio. Mostrándose roqueros, pero con una deliciosa pátina campestre, otorgada por la incorporación de una violinista que tiene bastante preponderancia en sus actuales conciertos. Otro punto a tener en cuenta del recital, aparte del espectacular sonido, fue la interacción entre los músicos, a los que se les veía disfrutar enormemente entre ellos, con continuas sonrisas y bromas recíprocas.
Por supuesto también un lujo poder disfrutar nuevamente con un guitarrista de tan buen gusto infinito como es Johnny Hickman. Con esta buena mar de fondo era inevitable que el concierto se dirigiera a buen puerto. Impecablemente ejecutados clásicos propios como «Low» o «Teen Angst (What The World Needs Now)». A lo que si se le podría achacar pega es al excesivo número de versiones; Jerry Garcia, Status Quo, Bob Dylan…Excelentemente ejecutadas, pero molesta que vayan en detrimento del estupendo repertorio propio del que disponen.
Una intensa «Another Song About The Rain» marcó el supuesto final del concierto, pero estaba claro que la cosa no acababa ahí. Para los bises primero salió solito a escena David Lowery que con la única ayuda de su guitarra acústica, se marcó una exquisita «Big Dipper», para ya finalizar la banda al completo con un recuerdo a los también memorables Camper Van Beethoven con «Club Med Sucks». Noventa minutos de música americana en toda su extensión de estilos, interpretada por unos Cracker que a su manera y para muchos de nosotros son ya un pequeño clásico secreto en vida.
