Reconozco que nunca me gustaron las etiquetas, y quizás por eso, me resulte tan difícil presentar o encasillar a un ente dentro de un género, es algo que no se me da nada bien, a no ser que la cosa esté clara. Se suele utilizar el ya manido ‘suenan como’ y ya te quedas igual. Pues bien, con Perrolobo no funciona ni esto último como recurso. Y es que el trío madrileño es uno de esos grupos indefinibles, difíciles de ubicar dentro de un estilo debido a la gran variedad que despliegan dentro de su álbum de debut, ‘Nueva Montaña’, que vio la luz a mediados del pasado 10 de noviembre.
La banda está formada por David (guitarra y voz), Manuel (bajo) y Jesús (batería). El trío madrileño nos viene regalando pinceladas musicales desde 2023, con Paciente 0, el General, Nada, Todo tiene un precio, tendré que hacerlo yo, Caballos y ese éxito instantáneo que es Hombre blanco heterosexual.
Todos estos trazos se han unido ahora para formar parte de un lienzo completo que por fin sale al ruedo en un solo álbum. La propia banda se define así:”PerroLobo significa dicotomía, imposibilidad de definirse, la ambigüedad de la que no podemos escaparnos. Es ser a veces perro, y a veces lobo. Es saber que eres varias cosas a la vez, y no pasa nada. Un día te lame las heridas, al otro te arranca el brazo”.
Las aspiraciones de la banda parecen claras y, con un estilo multiforme donde tratan de “reflejar eso, hablar de cosas serias desde la ironía, o hablar de tonterías muy seriamente. Todo esto bajo una maraña de ritmos eclécticos, bajos intensos y distorsión melódica”.
La premisa de la banda es “aquí hemos venido a lo que nos apetece, hacer mucho ruido.”
Es inevitable pensar en Ilegales, sobre todo en una semana tan señalada como esta, para encontrar similitudes en cuanto al rock contundente, la ironía de sus letras, la diversidad de colores y la distorsión melódica.
Quizás el hecho de que el álbum lo formen temas que se han grabado a lo largo de tres años, y ahora formen un todo, les haya permitido construir una paleta de colores diversa, y no quedarse en único estilo. Buen debut, tan indefinible como disfrutable.
