Situado en un emplazamiento inmejorable, junto al río manzanares y cerca del edificio del Matadero de Madrid, tuvo lugar el pequeño y acogedor festival Blockparty Arganzuela, una gran propuesta que ya lleva varias ediciones ofreciendo un concepto a contracorriente de lo que hoy en día significa el término festival.
Este año, que pudo percibirse como un homenaje al rock con tintes de finales de los sesenta o principios de los setenta en todas sus caras, abrió con los madrileños L’Exotighost, una banda difícil de definir por su propuesta que, como ellos mismos definen es “exótica”, y caracterizada con el peculiar sonido del metalófono. Un más que agradable arranque que tuvo que pelear con el acuciante sol de Madrid durante el mes de julio.
Ya a eso de las ocho de la tarde un poco pasadas, tras volver a probar sonido, un sonido que dio bastante guerra en esta edición, aparecieron Wau y los Arrrghs!!!. Fue bien acogida esa pequeña demora por aquellos rezagados que no querían perderse bajo ningún concepto el codiciado directo de los valencianos. Sus conciertos son una experiencia que uno de cada diez expertos de la tele recomendaría a cualquier aficionado al lado más salvaje de la vida.
La banda liderada por el inconfundible Juanito Wuau obsequió al público unas buenas dosis del garage rock más gamberro y punkarra. Un paseo por sus más de veinte años de trayectoria dando guerra sobre los escenarios. A esa gran fiesta se unió sobre el escenario Leandro, el cantante y armonicista de los también valencianos Ton Ton Macoutes y otras colaboraciones que contribuyeron a ensalzar ese sentimiento festivo.
No puede haber concierto de esta banda valenciana en la que Juanito Wau no navegue varias veces por encima de las cabezas del público y alcance finalmente el gran colofón de la actuación con Demolición, la versión de los Saicos que la agrupación valenciana ha convertido ya en un auténtico clásico de sus conciertos.
Manteniendo la energía en un grado altísimo, irrumpió sobre el escenario la intensidad de The Mystery Lights, que hace tan solo unos meses estuvieron por aquí presentando su tercer disco, Purgatory. Michael Brandon, que físicamente recuerda a Alvin Lee de Ten Years After (de hecho, gasta un modelo de guitarra similar), fue entonando Mighty fine & all mine, Purgatory, Trouble o la estupenda composición Sorry I forgot your name, con una melodía que recuerda mucho a los Kinks.
Los californianos tienen la costumbre de mantener vivo el recuerdo de Dead Moon, subiendo los decibelios versioneando su Dead moon night.
Y así fue, desatando el furor entre los aficionados. Eso sí, cuando ya nadie se lo esperaba, regresaron al escenario para regalarnos su versión de Demolición… Convirtiendo este tema en el leit motiv del Blockparty Arganzuela.
Tras otro episodio de problemas con el sonido, se subieron al escenario los esperadísimos The Lemon Twigs, la joven banda estadounidense que levanta pasiones entre aquellos amantes del pop de los sesenta y que han hallado en ellos el estandarte que por fin recoge con ganas ese testigo. Los hermanos Brian y Michael D’Addario deslumbraron a los asistentes con sus delicadas armonías vocales que podrían evocar al mismísimo espíritu del recientemente desaparecido Brian Wilson.
Pese a su juventud (rondarán los veinticuatro años), los de Long Island llevan ya nada menos que cinco álbumes a sus espaldas… Entre un público, más entrado en años que ellos se percibía el comentario… “Ellos, veinti- pocos años… y yo en mi vida, ¿qué he hecho?” Todo para ensalzar las indudables cualidades musicales de los D’Addario, las cuales llevan incrustadas en su ADN, puesto que su padre, Ronnie D’Addario, era músico profesional. Aparte de abordar grandes composiciones como My golden years o How can I love her more? Llegando ya a la recta final de la actuación, obsequiaron al público español con una estupenda versión de Mejor, de los Brincos. Y que dejó un estupendo sabor de boca entre los asistentes.
Fotos Isabela Roldán.
