Criada en el desierto, Valley James creció junto a las doradas colinas detrás de su hogar de infancia en Star, Idaho. Allí cabalgaba por campos de grama y artemisa, buscando sin saberlo algo más allá de los límites de su vida. No fue hasta después de un matrimonio fallido a los veintidós años que James empeñó su anillo de bodas por una telecaster negra y descubrió que la música era su alma.
El pasado mes de marzo, Valley James debutó con el enigmático “Star”. La influencia del folk country oscuro y cinematográfico de Star es un agradable viaje al pasado. Valley ha reunido numerosas referencias reconocibles e influencias identificables para crear esta representación teatral del viejo Hollywood: una colección de historias de amor a través de la lente difusa de los filtros vintage que resulta nostálgica y familiar. Impresionante producción y magníficas voces en general.
Influenciada por artistas como Patsy Cline, Chris Isaak y Gillian Welch, Valley James aporta una cualidad etérea que la distingue de las demás. Su disco debut, nos sumergirá a las profundidades del trauma transgeneracional y en el viaje personal de James, de niña a mujer, de la desesperanza al significado.
La cantautora ha pasado los últimos siete años en Nashville creando un sonido único, oscuro y etéreo, con el objetivo de inspirar a través del simple y transformador acto de ser lo suficientemente valiente para arriesgarse. Envuelta en la mística de sus raíces occidentales y con la voz cristalina de una Patsy Cline moderna, toda una vida de introspección la ha llevado al álbum debut cinematográfico “Star”, su banda sonora de esperanza y redención.
En cierto modo, la música la persiguió. Viviendo al ritmo de una canción country clásica, James aprendió a tocar y cantar con auténtica autoridad, volcando su pasado en composiciones tempranas, crudas pero reveladoras. Una breve estancia en Los Angeles la llevó a un encuentro casual con Bruce Johnston, miembro de los Beach Boys, y después de que él animara al joven talento a probar suerte en Nashville, comenzó su formación como compositora.
Blake Sennet (Rilo Kiley, The Elected), la artista Jillian Jacqueline y otros amigos ayudaron a James a encontrar su voz en medio de la incertidumbre de la pandemia: un terreno fértil para explorar los temas del trauma y la tenacidad. Con temas que abarcan desde el trauma transgeneracional hasta el descubrimiento definitivo de la identidad propia, la música de James es un testimonio de su fe en la esperanza y la redención. Inspirándose en Ennio Morricone, Gillian Welch, y Chris Isaak, la música de Valley James es un paisaje sonoro orquestal americano con mucha atmósfera para evocar el aura ventosa de su hogar en el alto desierto y la presencia de algo más grande que nosotros mismos. ¿Tenemos ante nosotros una nueva Lana del Rey?