Con “I Hope We Can Still Be Friends”,el segundo álbum para Dean Johnson con su tierna voz resuena como el fantasma de Roy Orbison o un hermano Everly inadaptado como ya demostrase en su álbum debut hace dos años con “Nothing For Me, Please”.
Este barman a tiempo completo en Seattle, llevaba décadas componiendo canciones hasta que se decidió hace dos años, y ahora en “I Hope We Can Still Be Friends” , Johnson demuestra que esos once temas rozan el country-folk y el pop. El disco es denso en musicalidad y contenido lírico, tan reconfortante como complejo. Es un conjunto de canciones que te conmueven de la mejor manera posible. Las letras son devastadoras y triunfantes.
Un disco sublime que aborda las profundidades de la locura humana, el amor complejo y no correspondido, y el tiempo. Canciones que suenan como si solo las hubiera escuchado el cantante, cantando frente a una fogata cuando todos los demás campistas se han ido a dormir.
Johnson nos lleva a un lugar recóndito donde el amor y el recuerdo persisten como un humo estacional sobre las copas de los árboles, letrás convertidas en imágenes y sutilezas que hacen que las canciones parezcan simples a simple vista.
“I Hope We Can Still Be Friends”:
1. Before You Hit the Ground
2. Carol
3. So Much Better
4. Painted Smile
5. The Man in the Booth
6. Hang Youie
7. Death of the Party
8. Shake Me
9. Perfect Stranger
10. Winter Song
11. A Long Goodbye
