Manuel Colmenero, de Sonobox. Producción musical

  • Manuel Colmenero

Un productor musical es esa pieza del engranaje en la que se apoya todo el movimiento. Esa pieza imprescindible pero que, normalmente, nadie sabe que existe. En el cine, por ejemplo, pasa lo miso con el director de fotografía, o el montador. En el negocio editorial, puede que haya una equivalencia con el corrector de estilo.

El Perfil 

Si nombramos a Manuel Colmenero, quizás no sepamos que artistas como Vetusta Morla, Sumergible, Eladio y los Seres Queridos, Nena Daconte, Dardem o Nelou cuenten con su trabajo. Además, es ingeniero de sonido y mezclador (y psicólogo. Supongo que todo ayuda) para muchos y variados artistas de la escena nacional: Enrique Morente, Joaquín Sabina, Camilo Sesto, David Bisbal, Victor Manuel, David Demaría, Bustamante, India Martínez, Pastora Soler…

Es socio fundador, junto a Javibu Carretero, de los estudios Sonobox y lleva en la brecha más de 20 años.

En estos días se encuentra trabajando en Tenerife para Sumergible. Dedicado a la preproducción de nuevos temas y a la configuración del directo de la banda.  Aprovechando que el Barranco de Santos pasa por Santa Cruz, de la siempre gentil y dispuesta mano de Belén Canitrot, hemos creído conveniente hacerle una entrevista. Muy amablemente ha accedido.

La entrevista

Dirty Rock Magazine (DRM) – Por favor, actualice su perfil profesional. ¿Cuáles son sus colaboraciones más recientes?

Manuel Colmenero (MC) – He trabajado hace dos meses con un grupo de Palma de Mallorca que se llama Maico. Recientemente, también, con The Wheel and the Hamnond, de Córdoba.

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DRM – ¿Cómo conoció a Sumergible?

MC – Sumergible contactó conmigo a través de email. Conocían mis trabajos y querían colaborar conmigo, motivados por dar un salto cualitativo en su trabajo. Hablamos de posibilidades de regrabar el álbum completo y de incorporar nuevas canciones, de disponibilidad de calendarios. Y comenzamos a trabajar.

«Me planteo como reto ser lo más versátil posible. El único requisito es que la banda tenga oficio.»

DRM – ¿Qué va a trabajar con la banda?

MC – Digamos que la labor que estoy haciendo es traducir el último trabajo[producido por Manuel Colmenero] al directo e introducir canciones nuevas compuestas desde que se terminó el álbum. Tienen previsto dar una serie de conciertos en las Islas con la idea de dar una gira por la Península. Preparación de gira y preproducción de nuevas canciones. Una transición o punto medio.

DRM – ¿Tiene algún método o regla para seleccionar el trabajo o actúa por intuición? 

MC – Yo no me ciño estilísticamente a nada. Trabajo con todo tipo de música. No etiqueto. Intento trabajar con todos los estilos porque hay muy buena música en todos los estilos. Incluso hasta se podrían eliminar los estilos. Y ponerte al servicio de lo que en ese momento el artista necesite. Nunca he tenido prejucios ni he sido, estilísticamente proclive a nada. El único requisito es que necesito trabajar con gente que tenga oficio; que sepan tocar, que sepan cantar y que defiendan bien sus canciones en directo. Y que escriban y que sean capaces de tocar sus canciones. Parece una obviedad, pero a veces no se da el caso.

Luego hay cosas que me pellizcan. De repente dices «este proyecto puede ser muy interesante». En general, disfruto mucho con todo lo que hago. Me considero un privilegiado porque trabajo con muy buenos artistas. Con gente cabal y con oficio.

DRM – ¿Trabaja siempre para Sonobox o también realiza trabajos independientes?

MC – Los trabajos llevan mi firma pero siempre bajo el paraguas de Sonobox, proyecto que desarrollo junto a mi socio [Javibu Carretero]. Es nuestra marca y ambos trabajamos siempre para Sonobox. No trabajo para otras estructuras que no sean Sonobox.

«Prefiero trabajar desde la complicidad»

DRM – ¿Cuánto suele de haber del productor y cuánto de la banda en un disco terminado? ¿O resulta, al final, que el productor es un miembro más del grupo?

MC – Me gustaría pensar que me convierto en un miembro más de la banda. Por una razón: yo prefiero trabajar desde la complicidad. Lo que yo tengo que hacer es catalizar las ideas e ir dándoles forma. A mí no me gusta tener un sonido ni tener una seña de identidad del producto que no venga desde el artista. Existen productores que tienen su marca, su sello. Pero porque en cierto modo visualizamos la música en nuestras cabezas de una manera. Esa es quizás nuestra personalidad. ero lo que pretendo es que el artista, cuando se termina el trabajo, lo siga sintiendo como suyo.

Mi misión es guiar, pero me lo planteo como si me convirtiese en un miembro de la banda.

DRM – Es importante saber llevar un trabajo de estudio al directo ¿Qué peso le daría a esa defensa en directo del trabajo? (hoy en día cualquiera graba un disco, pero no cualquiera tiene un buen directo)

«Para mí el éxito está cuando un fan dice: me gustáis más en directo que en el disco»

MC – Sí lo es. El lenguaje del estudio es diferente al lenguaje del directo. No se puede traducir literalmente el disco al directo porque hay una serie de variables distintas. La comunicación con la audiencia se produce de una manera diferente desde el disco que desde el escenario.

Ese trabajo, esa adaptación, me parece fundamental. Simplificando, a los productores nos interesa que hablen bien del disco. Y ya está. Pero eso es pan para hoy y hambre para mañana. En realidad, el directo debe seducir de tal manera al oyente que quiera comprar el disco y se meta en él. Para mí, el éxito está en que un fan diga «me gustáis más en directo que en el disco». Hacer feligresía a base de convencer en el escenario.

Si no tienes un buen directo, el sistema te borra tarde o temprano. Mi trabajo en estas ocasiones consiste en mantener la intensidad y el mensaje, con los medios que se pueden llevar al directo. Conseguir que el mensaje del disco no se desvirtúe en el escenario y mantener captada la atención de la audiencia.

Mantener y dirigir la energía.

DRM – ¿Cómo ve a Sumergible en lo que respecta al panorama nacional? 

MC – Sumergible tiene una propuesta muy interesante.  Se han creado un ecosistema sonoro propio y particular. No quieren ir a una moda ni ceñisrse a nada. Eso es lo que me atrae. Son orfebres de sus canciones y lo que pretenden es mejorar y pulir. Beben de clásicos pero están en la absoluta contemporaneidad. Hay una buena conexión vocal entre los hermanos [José y Antonio].

«La que está en la UCI es la industria musical»

DRM – Desde la perspectiva que le da su «antigüedad en el puesto», háganos, por favor, un diagnóstico del paciente. ¿Necesita el panorama nacional amputación o se puede salvar algo?

MC – La música está muy sana, vigorosa y fornida. La que está en la UCI es la industria musical. ¿Amputar? [risas] Quizás esa sería la solución. Pero hay que resucitar y reanimar. 

Hay muchísimo talento muy bueno. Sería un problema si viésemos que hay una crisis de ideas. Pero hay genete muy buena. Que no está en los canales habituales. Gente muy buena tocando en sitios muy pequeños, casi clandestinos. Quizás debido a los años de oscuridad cultutral provocados por la crisis.

DRM – Parece que la gente no termina de creer que la cultura es una industria, que hay familias que viven de esto. Las discográficas ( y las editoriales en el caso de los libros) no terminan de adaptarse a los nuevos tiempos. La ley de espectáculos necesita una actualización…¿Terminarán la industria musical y la de la cultura llevándose bien? 

MC – La gente no tiene esa conciencia respecto a la Cultura. No la hay. Es una cuestión muy profunda. No hay un reconocimiento como oficio, como sector industrial. No se sabe lo que aporta al PIB. Sigue habiendo una percepción de farándula, de hobbie. Muchas veces me cuesta explicar a qué me dedico. En los países anglosajons te das cuenta, cuando vas a trabajar allí, que la industria es mucho más vigorosa. Y, al mismo tiempo, el reconocimiento como trabajador, es  pleno (estatutos, asociaciones, etc.).

Creo que se va a tardar 15 años en conseguir que se cambie ese concepto, hasta que haya una renovación generacional que entienda el valor que esto tiene.

«La música en formato físico ha pasado a la sección delicatessen»

DRM – Poco a poco, el negocio de la música se actualiza, pero parece que se le resisten determinadas facetas. Parece que la producción cultural no está acompasada con la industria ¿qué habría que hacer? ¿Qué importancia tienen las redes en su negocio?

MC- Siempre he hablado de que hemos pasado una travesía del desierto. El modelo anterior, basado en la venta de formato, se ha desvanecido. Se ha entrado en la era del streaming. Lo que pasa es que la regulación ha estado mal hecha de partida. las nuevas generaciones de oyentes escuchan es streaming, la descarga va disminuyendo, los formatos se venden muy poco (aparte de la vuelta del vinilo). El reparto del streaming no permite que el modelo sea sostenible. Los músicos, los estudios no pueden vivir de ofrecer en streaming. Ahora mismo es como una tarjeta de presentación para conseguir que los oyentes vayan a los conciertos.

DRM – ¿Qué se gana y qué se pierde trabajando con un David o con un Goliat?

MC – La lucha y el reto lo tengo siempre conmigo mismo. Siempre trato de dar el máximo y conseguir la excelencia en todo lo que yo pueda hacer. No distingo entre un artista consagrado y de renombre y un artista novel que comienza. Donde han confiado en mí para trabajar, siempre he dado el máximo.

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Lo que sí es cierto es que, por ejemplo, es que cuando trabajas para un David, hay un factor de ilusión que es muy bonito y poderoso. Y deposita en ti una responsabilidad importante. Bandas que llevan mucho tiempo ahorrando para hacer su disco y están poniendo en ti unas expectativas muy altas.

«Para bien o para mal, si no estás, no existes»

Cuando trabajas para artistas consagrados, hay otro tipo de responsabilidades. LA estructura que rodea a ese tipo de artistas es muy grande. Los plazos, los tiempos y la cantidad de personas implicadas ejercen, también, mucha presión. Pero estoy muy acostumbrado. Para mí es un privilegio levantarte por la mañana y dedicarte a esto. A jornada completa, a vida completa, mi modelo de vida. Cada día es un regalo.

DRM – Poco a poco, el negocio de la música se actualiza, pero parece que se le resisten determinadas facetas ¿Qué importancia tienen las redes en su negocio?

Reconozco que mi incorporación fue tardía. Pero hoy por hoy es imprescindible una estrategia de comunicación en RRSS. El artista mantenía su relación con el seguidor, con el fan, a través del disco: se compraba el disco, se leían las letras y se veían las fotos. Y esperaba hasta que el artista apareciera en la tele o actuase en su ciudad. Eso ya no sucede. Hoy por hoy, esa relación artista – fan se establece día a día a través de las redes sociales. Y la otra cuestión es que, para bien o para mal, si no estás no existes. Puedes tener una trayectoria profesional impresionante, pero si no apareces, nadie te conoce.

Para los artistas es imprescindible. Es como si te regalaran una gabinete de prensa. Puedes expresarte y comunicar de una manera y con una inmediatez, que antes eran impensables.

«Hace falta buen repertorio»

El problema surge si se acaba valorando a los artistas por en número de seguidores que tienen o por el número de reproducciones… Hay que ir a la esencia de todo que es el contenido.20170805-ManuelColmenero-Sumergible03

DRM – ¿Qué recomendaría NO hacer jamás?

MC – [Tajante] Meterse a grabar con malas canciones. Hace falta un buen repertorio. Tenemos fama, mi socio y yo, de pedir siempre, al menos, 30 temas. ¿Para qué vamos a grabar si no tenemos buen repertorio? Normalmente de cada 3 sale una buena. Es trabajo de pico y pala. Todo lo demás va a ser pirotecnia. Lo que yo llamo «fallas de Valencia». Yo nunca impongo nada ni voy de aleccionador ni consejero. Pero si me dices qué no hay que hacer en producción, ponerte a caminar sin tener buen repertorio.

DRM – ¿Ha trabajado o conoce a más grupos canarios?

MC – De mis primeros recuerdos de «escuchador» de música, gracias a la influencia de mis hermanos, uno de los primeros vinilos que escuché fue uno de Los Canarios. Los Canarios y The Dark Side of the Moon. También grabé de las primeras demos de Pedro Guerra en Madrid, en Sonobox. También conozco a Alejandro Acosta de Fuel Fandango.  Y el año pasado hice unas mezclas con dos artistas de aquí que son Eva Ruiz y Efecto Pasillo. El cantante de Efecto Pasillo y Eva Ruiz, hice la mezcla de una colaboración entre ambos.

DRM – ¿Se dedica a alguna otra faceta artística?

MC – Soy monotema. Esta es mi forma de vida, mi modo de vida. Para mí no es un trabajo. Vio para esto, por esto, de esto… Y no tengo tiempo para otra cosa más que a mi familia. No me da para más. Ya me gustaría. Pero este trabajo requiere muchas dedi cación e implicación. Pero cuando no estás trabajando te debes estar nutriendo, formando. Tendencias, cosas que van saliendo, etc. Entonces no te da tiempo para más.

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