Fito de la Parra de Canned Heat, viviendo el Blues: «Fuimos la respuesta negra al blues blanco que se hacía en Chicago»

Canned Heat entrevista Bilbao interview Fito de la Parra

Canned Heat es la banda que más ha vendido más discos que ningún otro grupo de blues en la historia de la música y la única banda de blues que ha tenido tres discos número uno en todo el mundo. “On The Road Again” “Going Up The Country” “Let’s Work Together”, tocarán el 15 de junio en el BBK Bilbao Music Legends, única actuación en España.

Canned Heat desde la ciudad de los Angeles a mediados de los años 60 fue impulsada por un sueño: ese deseo de mantener vivo el legado del blues auténtico, negro realista y valiente, como respuesta el blues blanco que comenzaba en Chicago compartido principalmente por dos coleccionistas de discos y aficionados con conocimiento enciclopédico como fueron Alan Wilson apodado «Blind Owl» por sus inclinaciones literarias. Su misión de preservar el legado del blues, primero entrando en contacto con el pionero del blues Son House y, a instancias del productor John Hammond Sr, Wilson aparecería como guitarrista y armónica en el álbum de regreso de House, «Father of the Delta Blues», en 1965, tras ayudar a un amigo a completar su tesis en la Universidad en Los Angeles, UCLA sobre el pionero del delta blues Charley Patton.

«Blind Owl» eventualmente se convertiría en el alma creativa de Canned Heat y, como tantos otros genios creativos, se pensaba que existía en un plano de realidad completamente diferente al de todos los demás. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de los íconos más importantes que definieron el panorama musical de finales de los años 60, Wilson era un guerrero ecológico introvertido y con inclinaciones académicas, que prefería pasar sus días deambulando solo por la naturaleza californiana y recolectando objetos caídos, hojas y muestras de suelo. 

El otro músico que rodeó el corazón palpitante de Alan Wilson en Canned Heat fue Bob «The Bear» Hite, un nativo de California, agresivamente extrovertido y amante del blues, amante de la vida, con una barriga impresionante pelo larga y barba hasta el ombligo. Descrito por sus compañeros de banda como «300 libras de gregarismo californiano y audacia farmacéutica», Bob Hite era un cantante autodidacta con una voz poderosa y un don innato para el espectáculo que, junto con el genio creativo de Wilson, hicieron de Canned Heat una banda de blues de blancos negro como ninguna otra.

«Blind Owl» y «The Bear» se conocieron en 1965 a través de un conocido mutuo y otra figura clave para la historia de Canned Heat: Henry «The Girasol» Vestine, un guitarrista extraordinario e hijo de un astronauta de la NASA. Geofísico y meteorólogo contratado. Vestine era el polo opuesto de su padre con mentalidad científica: un rebelde amante de los motociclistas y drogas.

A finales del 65, Vestine sería expulsado de Mothers of Invention de Frank Zappa por abuso desenfrenado de drogas, uniéndose a Wilson y Hite en su naciente banda de jug blues. Antes de la llegada de Vestine, el dúo ya había estado tocando en el circuito de clubes locales (aunque con poco éxito) haciéndose llamar, Canned Heat, en honor a otro clásico del blues del Delta «Canned Heat Blues» de Tommy Johnson, un lamento que incluye el apodo titular de sterno, un hornillo que sirve como combustible para cocinar a base de etanol y metanol, y que lo usaban muchos alcohólicos callejeros para drogarse.

La banda recién formada comenzó su ascenso con la llegada de su manager Skip Taylor, quien sería el manager de la banda de 1966 a 1973, cuando los descubrió tocando en una fiesta de UCLA a finales del 65 junto a The Doors conseguiendo para Canned Heat su primer contrato discográfico.

Después de pasar otro año en relativa oscuridad, Canned Heat tuvo su gran oportunidad durante el Festival Pop de Monterey del 67, donde tocó junto a pesos pesados ​​establecidos como Jimi Hendrix, Janis Joplin, The Who, Grateful Dead entre otros grandes. El glorioso y heterogéneo grupo de músicos mugrientos que tocaban versiones de blues de canciones tradicionales como «Rollin’ and Tumblin'», «Bullfrog Blues» y «Dust My Broom» eran un espectáculo peculiar en una sociedad decididamente orientada al flower power, y a todos les encantó. Canned Heat finalmente había encontrado su público y se estaba corriendo la voz sobre la banda.

Al mes siguiente finalmente se lanzó el debut homónimo de la banda, mientras Canned Heat estableció su formación más icónica con la contratación del bajista Larry «The Mole» Taylor conocido hasta entonces como el bajista de The Monkees y el batería e inmigrante mexicano Adolfo «Fito» de la Parra, sustituiría a su batería original Frank Cook.

Sin embargo, a pesar de la recepción abrumadoramente positiva en Monterey, el álbum debut de Canned Heat no tuvo un éxito proporcional, pero su segundo trabajo, «Boogie With Canned Heat» de 1968, y ya con esa nueva formación, estuvo a la altura de las expectativas. A diferencia del debut, «Boogie With Canned Heat» presentó principalmente material original, y fue donde algunas de las canciones más icónicas de la banda, como «Amphetamine Annie» y «On The Road Again», vieron la luz por primera vez.

A partir de ahí, las cosas sólo crecieron. Los dos álbumes siguientes, «Living the Blues» de 1968 y «Hallelujah» de 1969, obtuvieron un reclamo comercial y de crítica aún mayor, y los miembros de la banda vivían tan a lo grande como deseaban, lo que para todos excepto para Wilson significó más drogas, más groupies, y más fiesta. Destacar que el guitarrista Harvey Mandel reemplazó a Henry Vestine de 1969 a 1970. No hubo otra banda de blues como Canned Heat que haya tenido tres grandes números uno como «Going Up to the country», «On the road again» y «Let’s work together» versionadas por bandas como Beatles o Zeppelin o utilizadas hasta la saciedad en películas, series de televisión o anuncios publicitarios.

Las muertes de Alan Wilson y Bob Hite, ambos por sobredosis, hizo más fuerte a Canned Heat. Henry «Sunflower» Vestine regresaría a la banda, pero no estaba en condiciones de hacer una contribución significativa. Su salud mental y su abuso de drogas siguieron empeorando, mientras que su socialización obsesiva con Hells Angels significaba problemas para los conciertos de la banda la mayoría de las veces.

La banda pasaría por innumerables cambios en su formación, siendo su batería Fito de la Parra el único miembro constante de la formación clásica. Canned Heat bajo la dirección de Fito permanece activo incluso hoy, y sus shows en vivo aún ofrecen breves vistazos de la gloria de la banda a finales de los años 60. Quizás lo más importante es que Canned Heat y su formación clásica también siguen viviendo en la mente de los fans del blues de todo el mundo: como una banda que saltó a la fama contra todo pronóstico, una banda que defendió la causa del blues durante un período crucial para la historia de la música. cuyo legado perdurará mientras exista el blues.

«Fito» de la Parra,  sigue manteniendo vivo el legado de Canned Heat y para ello ha contado con músicos como Jimmy Vivino a la guitarra, teclados y voces, Richard “Rick” Reed al bajo y Dale Spalding a la voz y armónica y prueba de ello es el lanzamiento de un nuevo álbum este pasado mes de marzo titulado  «Final Vinyl» y que contó con las contribuciones de Dave Alvin y Joe Bonamassa.

Canned Heat entrevista Bilbao interview 2024

Dave Alvin tenía que intervenir en una de las canciones que el grupo estaba componiendo, pero el día de la grabación se presentó con un tema propio que había compuesto en memoria de Alan Wilson. De ahí surgió la idea que este álbum fuera en un homenaje a Wilson, en “Blind Owl”. Joe Bonamassa pone su guitarra en la canción “So Sad (World’s On A Tangle).

Canned Heat entrevista BBK Bilbao Legends 2024

Charlamos con Fito de la Parra de blues, de su importancia, de Canned Heat y de la única actuación de los californianos en España este próximo 15 de junio en el BBK Bilbao Music Legends a las 19:50 horas en el Bilbao Arena.

Un enorme placer y orgullo Fito tenerte en Dirty Rock Magazine. Me gustaría comenzar con lo más reciente, «Final Vinyl», el nuevo disco de Canned Heat publicado este pasado mes de marzo. Nuevas canciones y nuevas colaboraciones en este álbum de la mano de Dave Alvin y Joe Bonamassa.

El álbum es una maravilla. Llevábamos 16 años sin grabar. Ya sabes todo lo que conlleva ir al estudio para grabar, poner todo tu esfuerzo y dinero, pensábamos que no valía la pena, porque ya sabes, internet, te roban las canciones, tus actuaciones, de repente te encuentras todo gratis en youtube y otras plataformas. Entonces a raíz de eso, no queríamos grabar y poner ese esfuerzo e inversión también.

Pero fue entonces cuando nos convencieron nuestro mánager Skip Taylor y Thomas Ruf, del sello alemán Ruf Records para hacer un nuevo disco de estudio porque teníamos una buena formación en la actualidad porque tenemos ahora a Jimmy Vivino, Rick Reed, y Dale Spalding que ya llevaba muchos años conmigo. Esta formación en concreto llevamos 5 años juntos y creemos que estamos en nuestro mejor momento.

Canned Heat entrevista Bilbao interview.

Creo que los resultados lo van a poder comprobar en Bilbao este próximo 15 de junio prometiéndole un muy buen show donde tocaremos nuestro nuevo disco y canciones que la gente ya conoce.

¿Concierto en Bilbao que irá acompañado de una gira europea?.

Efectivamente. Arrancaremos en Irlanda el 2 de junio y terminaremos nuestra gira europea en el BBK Bilbao Music Legend el 15 de junio.

No estoy seguro, pero ¿recuerdas si esta es la tercera vez que tocáis en España o habéis estado más veces? Creo que vinisteis en el 2010 y en 1998.

Si claro, y también mucho antes cuando Franco. Cuando antes era el «mero mero», el gran jefe.

¿O sea que vinisteis en plena dictadura?

No sé ni como entramos al país y cómo nos invitaron a venir, pero sí, llegamos a tocar en Barcelona y en Madrid también. Es más ahora pensando creo que hemos tocado muchas veces en España, como unas diez veces más o menos.

¿Cómo es posible que una institución como Canned Heat no haya tenido reconocimiento por parte de la Academia de los Grammys o del Rock And Roll Hall of Fame después de 58 años de existencia?

Eso me lo pregunto también yo. Cómo es posible eso. Hay muchas razones, que incluye a la política y te diré acerca de esas organizaciones como el Rock And Roll Hall of Fame que ni están todos los que son, ni son todos los que están. Qué bueno que se pueda decir eso en castellano porque no puedes traducirlo al inglés. Eso es lo que mi padre decía de la Rotonda de los Padres Ilustres en México (monumentos funerarios), el decía aquello que «ni están todos los que son, ni son todos los que están». Eso es todo lo que tengo que decir de esas instituciones.

Siempre ha habido mucha política en contra nuestra y en Canned Heat. Una banda que ha ido acompañada de las desgracias, rodeada de problemas y fatales circunstancias. Davel Alvin en el nuevo disco lo explica bien en el tema «Blind Owl» en referencia a Alan Wilson conocido como el Búho ciego. «Dios está siempre en contra, pero de alguna manera sobreviviremos. Estamos aquí para tocar».

En cambio si pertenecemos al Rock And Roll Hall of Fame de California. que es donde vivo aquí en Ventura.

Tu libro “Canned Heat Living the Blues” se publicó mucho más tarde aquí en España en el 2010 que en Estados Unidos que fue en el 2000 ¿puede ser?

No, originalmente el libro, la primera edición salió en el 98. Luego saqué otra segunda y tercera edición, unos años más tarde con algunas adiciones al texto. Y la traducción al español que me hicieron allá en España, que está muy buena por cierto, esa salió de la tercera edición del libro en inglés.

Recuerdo un libro bastante crudo y contado todo tal como fue, con pelos ni señales y sin dejarse las cosas por el camino. ¿Cuándo fue el momento en que decidiste contar la historia de vds?¿Cuál fue la motivación para hacerlo?

Principalmente por mis co autores, Ferry y Marlene McGarry. Amigos míos que siempre andábamos en moto. Periodistas profesionales. Ferry era el jefe de la editorial de Los Angeles Times, aquí en la zona del Valle en San Fernando y Marlene que es su esposa, trabajaba para AP, Associated Press. A los dos los conozco desde México. Ellos me venían a ver cuando tocaba con Javier Batiz, los Hooligans o Los Sinners mis bandas en México y desde aquella época los conozco donde siempre andábamos como te dije en motocicleta de aquí para allá juntos. Nos gustaba salir.

Entonces en una de nuestras salidas, siempre les contaba yo historias de Canned Heat dejándolos con la boca abierta. Ellos se habían conocido en secundaria, se casaron. Vida totalmente normal. Entonces para ellos escuchar mis historias los volvía locos de alegría y muchas veces también de tristeza. Entonces de aquellas charlas, ellos me animaron a plasmarlas en un libro, empujándome hacia ello. Me dijeron, ¿por qué no hacemos un libro? Les dije yo no puedo hacer un libro solo. Eso es muy difícil, aquello no es lo que hago. Yo toco la batería. Al final me convencieron diciéndome que me ayudaban a hacerlo y de ahí salió la ida. Nos dimos la mano en medio del desierto entre un montó de moteros.

Tras aquello, me estuvieron entrevistando durante seis meses, cosa que sentí como casi una sesión de terapia en cada una de ellas, de psicoterapia. Desde el principio de mi vida, hasta los noventas y de contar aquella como yo la veo.

Tras leer tu libro “Canned Heat Living the Blues”, hace muchos años que la leí es uno de los libros más directos que han pasado por mis manos.

Ese libro es como Canned Heat. Crudo y directo. En él aparecen muchas historias sexuales que yo no quería incluir, pero mis co autores insistieron en que lo contase. Claro, ellos eran periodistas y aquellas anécdotas eran clave para el libro.

Te diré que cuando salió la primera edición, le mandé una copia a mi ex esposa, a Sonia, mi primera esposa. La americana que me trajo a Estados Unidos y le pregunté ¿Qué piensas de mi libro? Es totalmente repugnante. Enseguida llamo a mis co autores y les digo, ¿no ven? Vieron lo que dijo mi ex esposa, aquello de que era un libro repugnante. A lo que ellos me contestaron, fantástico, ese comentario lo pondremos en la contraportada, junto a todas las reseñas.

¿Piensas que con la muerte de Alan Wilson, después de él hicieron grandes discos, unió más a la banda siendo un factor triste, o fue un factor de unión? ¿Lo mismo como con Bob Hite?

Bueno lo de Alan Wilson fue una cosa terrible. Estamos hablando de la mayor tragedia que sufrió la banda: Aquello ocurrió en 1970. Claro que luego continuamos con el grupo nosotros y todavía seguimos y grabamos discos. La calidad cambió. Claro está, no lo fue lo mismo que con Alan. Y fueron pasando los años hasta que perdimos a Bob Hite también. Al «Oso». Todavía para aumentar la tragedia de la banda.

Como lo explico en mi libro tras la muerte de Bob, pensábamos que era el final del grupo. Pero teníamos un contrato para irnos de gira a Australia. El promotor se puso en contacto conmigo para decirme que todas las localidades de la gira estaba absolutamente vendidas y que había que ir para allá aunque no estuviera Bob. Encuentra a otro cantante y verás que nuestro público os va a apoyar. Hablé por aquel entonces con Henry Vestine y decidimos ir para Australia y que el público decidiera. Si nos aceptan allá continuamos, si no, lo dejábamos. Entonces decidimos continuar tras aquella época.

Aquello fue una época especial, principios de los 80, la época de la música disco. Recuero 1981 o 1982, las cosas empezaban a cambiar un poco. Una etapa terrible para nosotros. Ya nadie quería escuchar y ver bandas en directo y a nadie le interesaba ver una banda hippie de blues.

Esa fue una de las razones por la que murió Bob, falta de fama, y reconocimiento le afectó muchísimo. No era como yo que pasaba de todo aquello. Sin Alan y Bob, hay que decir que nos causó muchísimos problemas porque sin ellos creían que no había credibilidad o aceptación.

Llevo 55 años en Canned Heat siempre haciendo lo mejor que se pueda y presentando formaciones al nivel de nuestra exigencia como un concierto legendario que dimos en el festival de blues de Hondarribia en 2018 antes de la pandemia. Un concierto que hoy en día se sigue hablando de aquello. Y eso quiere decir que hicimos un buen trabajo a pesar de perder a nuestros dos principales baluartes.

Siempre y cuando nos siga aceptando el público, seguiremos adelante como institución de una banda que siempre se divirtió tocando blues rock, obviando como siempre a unos cuantos que siempre repiten aquello de que Canned Heat murió cuando no estaba Alan y Hite. Allá ellos con su purismo y comentarios negativos que siempre profanan en redes sociales. ¿Qué sabrán ellos de estar en la carretera por más de 55 años y de criticarme? Deberían de apreciarlo de que sigamos adelante con el legado.

Os sentís y aceptáis que el papel fundamental de Canned Heat ha tenido el reconocimiento que se merece a finales de los 60 del blues negro boogie y darle la importancia que se merecía, los ingleses lo reflotaron. Mi primer nombre que me viene a la cabeza fue Canned Heat, junto a Paul Butterfield y Mike Bloomfield, Charlie Musselwhite, luego Tony Joe White, etc.

Junto a los Rolling Stones, Hendrix, etc., fuimos parte de lo yo llamo el renacimiento de la música de los sesentas después de la invasión inglesa. Paul Butterfield, John Mayall y Alexis Korner fueron los pioneros del blues blanco. Canned Heat fue la respuesta a Paul Butterfield, él en Chicago y nosotros desde California. La única diferencia entre ellos y nosotros, es que Canned Heat tuvo tres grandes hits mundiales basados en el blues. Ni Butterfield y John Mayall tuvieron esos hits mundiales. Fueron grandísimos músicos, grandes formaciones y tuvieron muchísimo éxito. Pero no consiguieron meter tres canciones entre las más famosas de todos los tiempos. Y eso es una cosa que pone a Canned Heat en un lugar diferente. Canned Heat popularizó el blues lo máximo posible. Esa era nuestra misión, que el blues fuese aceptado por la gente blanca.

¿Hubo contacto con aquellas bandas y artistas de la invasión británica? Hablo de Clapton, Eric Burdon, Stones, etc

Si claro que hubo muchos contacto con ellos. Tocamos muchísimo con Cream, y Jimi Hendrix. A Clapton y a Cream no los considero parte de la invasión británica. Creo que tuvo más que ver con los Beatles, The Zombies, The Dave Clark Five que fueron muy populares al principio de los sesentas hasta mediados de esa década.

Fue clave la introducción en nuestro sonido de la música negra e improvisación como el jazz, mezclándolo con el rock and roll. Como Grateful Dead. Tomábamos más riesgos. Era menos popular y comercial.

Cómo convivíais en aquel momento de resurgimiento de la psicodelia y el folk rock en aquellos sesenta con Laurel Canyon germinando y el blues endureciéndose o añadiendo soul a sus canciones. ¿Llegasteis a ir mucho a fiestas por Laurel Canyon por los Hollywood Hills y Topanga? ¿Con qué bandas amigas quedabais?

Viví en Laurel Canyon en aquella época, en el 69, y claro que fui, y fuimos parte de aquel movimiento. De fiestas increíbles y de toda la revolución cultural y luego también en Topanga Canyon, que era donde vivía Bob Hite y donde se hicieron las fiestas más salvajes de aquella época. Casa por cierto que aún existe y que el gobierno de California la tiene clausurada.

En aquellas fiestas se pasaba mucha gente por la casa de Bob Hite para fumar marihuana y poner sus discos para educar a la gente, que era lo que le gustaba. Escuchar discos de 78 pulgadas y tocar para gente noche tras noche. Lugar donde recibíamos grandes huéspedes de la música popular como Big Joe Turners, T Bone Walker, Geroge Harmonica Smith, Etta James, por citas unos cuantos. Muchísima gente vino a esas fiestas.

Hablando ya de vuestros primeros discos hay nombres increíbles en todos ellos como Dr. John, Miles Grayson, John Fahey, John Mayall, Jim Horn, Joe Sample, Charles Floyd o Little Richard por citar unos cuantos. Se aprecia como la banda quería en cada disco vuestro añadir cosas nuevas como el soul también por ejemplo.

Efectivamente. En casi todos nuestros discos siempre teníamos un invitado o varios. Siempre ese invitado en un proyecto de grabación agrega calidad e influencia, recuerdo como bien dices a Joe Sample o Charles Floyd, siempre hemos tenido de los mejores. Si repasas la historia de nuestra banda, puedes comprobar que hemos tenido con nosotros a los mejores guitarristas del momento.

Eso es. Canned Heat siempre ha sido un lugar, una escuela o cantera para crear a grande guitarristas y músicos.

Buenísimos músicos como Henry Vestine, nuestro guitarrista fundador. Luego Harvey Mandel. Mike Bloomfield llegó a tocar con nosotros en directo una noche cuando Henry Vestine y Larry Taylor se pelearon. Luego Mike Hollywood Fats Man que es una leyenda o Walter Trout.

¿Es cierto que Harvey Mandel estando con vosotros, ensayó con los Rolling Stones cuando Mick Taylor abandonó la banda?

No solamente ensayó con ellos sino que grabó con los Stones el «Black and Blue», fue su guitarrista de sesión en todo el disco.

¿Pero todo indicaba que iba a reemplazar a Mick Taylor verdad?

Iba a serlo, pero al final decidieron contratar a un muchacho de Inglaterra y no a un americano.

Ronnie Wood.

Esa es la cruda realidad, porque les guste o no. Harvey Mandel es mejor guitarrista que el cuate inglés. Mandel es uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos e injustamente su carrera musical no ha sido valorada como debiera.

¿Cómo recuerdas aquella grabación con John Lee Hooker, en una o dos tomas antes de morir Alan Wilson, aquello tuvo que ser una locura, una experiencia y una historia de puta madre no?

De puta madre como dicen ustedes, me encanta esa expresión. Siempre tuvimos en nuestra música su influencia. Teníamos todos sus discos y su peso en nosotros fue increíble. Nuestro primer éxito «One the road again» está basado en la música de John Lee Hooker. Era uno de nuestros ídolos.

Recuerdo que llegamos al aeropuerto de Portland, Oregon y vimos a lo lejos en una sala de recogida de maletas a John Lee Hooker recogiendo su guitarra, nos volvimos todos locos ¡es John Lee Hooker! Corremos hacia él, nosotros éramos en ese momento grouipes y le empezamos a gritar «John, John!», «nosotros somos Canned Heat, sabemos quién eres, te apreciamos y queremos mucho, amamos tu música y tus discos». John se voltea y nos dice: «You guys are the Canned Heat?», contestamos todos «yeah!», al que contestó «I like the way you play boogie». Desde aquel momento comenzó una gran relación con él hasta grabar el famoso «Hooker N’ Heat» en 1971. Fue el último disco que Alan Wilson grabó con nosotros. Nunca llegó a escuchar el disco terminado, arreglado y masterizado.

Recuerdo que aquello fue una grabación divertidísima donde solamente hacíamos una o dos tomas a lo sumo. Nunca más de dos. Si sabes tocar y sabes lo que estás haciendo, no hay necesidad de seguir ensayando para conseguir una percepción que no existirá. Muchas veces bandas hacen 50 tomas, y sabes que la primera o segunda son siempre las mejores.

¿Fito recuerdas el primer concierto con Canned Heat aquel 1 de diciembre de 1967. Tu participación ya en la grabación del segundo álbum de Canned Heat,» Boogie with Canned Heat» en 1968, el festival de Monterey junio 1967, el Newport Pop Festival en Orange County en agosto del 68, Woodstock en el 69?

Sí, ese día el de la audición paré una tienda y compré un directo de Junior Wells y Buddy Guy, y acudí a la audición con él sin saber que sus músicos Ala y Bob sobre todo Canned Heat eran grandes estudiosos del género. Se lo sabían todo: discos, épocas, colaboradores, productores, disqueras. Bob Hite me confesó meses después que hay baterías buenos por todos lados, pero que llevara ese disco debajo del brazo les convenció de que era el ideal para el grupo. Se identificaron conmigo y me metieron en el grupo. Y eso que ya antes me habían visto tocar en directo con Etta James en Los Angeles.

Crecí en la Ciudad de México y la primera música rock que escuché fue a Bill Haley and The Comets. Mi padre que era un admirador de la cultura y la música estadounidense, me llevaba a ver películas americanas sobre músicos de jazz, The Benny Goodman Story , The Glenn Miller Story y grandes películas sobre la música swing. Cuando Bill Haley vino a México por primera vez, mi papá trajo a toda la familia allí y ¡quedé completamente impresionado por la música. Más tarde, me presentaron el Blues y el Rhythm and Blues y dejé atrás todo ese material popular. Me sumergí totalmente en la música Blues y Rhythm and Blues y eso es todo lo que he estado haciendo durante casi 60 años.

A finales de 1966 comencé a hacerme un nombre en Los Ángeles, que era la gran ciudad para la música en ese momento; similar a San Francisco. Canned Heat ya había publicado un disco, en 1967 y eran la respuesta de la costa oeste a la Paul Butterfield Blues Band de Chicago. Una banda de blues blanca de la costa oeste. Por aquel entonces Canned Heat estaba teniendo problemas con su batería original, Frank Cook. Un batería orientado al jazz. Querían un batería con más de rhythm and Blues. Querían casar el country blues con el rock and roll.

¿Entonces qué ocurrió antes de salir hacia Woodstock, qué pasó después, qué ocurrió con la limusina?

No sólo robamos una limusina, sino que secuestramos el helicóptero para llegar allí, y que pertenecía a la prensa. Estábamos esperando en White Hills, Nueva York, en el aeropuerto a que un helicóptero nos llevara allí porque las carreteras estaban todas cerradas. Aterriza el helicóptero y se suben tres tipos con cámaras y cuando están casi listos para despegar. Todos nosotros y Bob Hite a la cabeza, un oso grande, de 300 libras, nos acercamos al helicóptero y a ellos y les dice: «¿Adónde crees que vas ?». El chico de la prensa dice: «Vamos allí a informar la noticia». Bob lo agarra, lo saca del helicóptero y le dice: «¡Ahora nosotros vamos a ser noticia!». Así fue lo que ocurrió. Secuestramos un helicóptero de la prensa para ir a la zona del concierto y dejamos a aquellos muchachos tirados en aquel sitio. Recuerdo que ni siquiera queríamos ir a tocar a aquel lugar. Mi manager tuvo que sacarme de la cama porque la noche anterior tocamos en el Fillmore East. Ni siquiera sabíamos que era todo aquello de Woodstock. Recuerdo que mi manager me despertó y me dijo: “¡Enciende la radio! ¡Este es el concierto más grande que jamás vayas a tocar! 

Después del concierto de Woodstock, al regresar a White Hills, nos dirigimos hacia un hotel, estaba todo lleno, pero el recepcionista nos dijo que solamente tenía habitaciones para una banda llamada Big Brother and the Holding Company, ellos tenían que tocar esa noche. También nos apropiamos de sus habitaciones diciéndole al recepcionista ¡que éramos ellos! Aquel hotel era un verdadero caos.

¿Qué baterías siempre fueron tus referentes?

Gene Krupa y Buddy Rich absolutamente. Cuando me escuchas tocando solos, apreciarás la influencia del swing a la hora de tocar. Influenciado totalmente en todos aquellos baterías de jazz de los 60 como Elvin Jones o Art Blakey.

¿Te  pones nervioso antes de subir al escenario? Si es así, ¿utilizas algún «ritual» para calmar tus nervios?

Desde luego, siempre. A mis 78 años, me duelen los brazos, las piernas, y la espalda, pero desde que me siento enfrente de la batería y me pongo a tocar, todo ese dolor desaparece. Es increíble porque después de tantos años encima de un escenario siento que lo estamos haciendo mejor que nunca. La música es muy poderosa.

No somos atletas, somos músicos, somos artistas. Muchos dicen que después de los 30 no sirven para nada. Quizás para aquellos de música pop. Que vende más imagen, su imagen que su música. Cuanto mayores, creo que mejor. No tengo aquella energía cuando tenía 20 años, pero mi conocimiento y maestría hace que en mi opinión estemos ahora en un gran momento.

¿Cuál fue el día más memorable de tu carrera musical?

Creo que uno de ellos fue aquella primera audición con Canned Heat, que cambiaría toda mi vida, tras llegar como un inmigrante de Mexico a Estados Unidos.

¿Por qué se canceló vuestro concierto del año pasado en el festival?

Fue uno de los peores días de mi vida. Las conexiones de nuestros vuelos para llegar a Bilbao con American Airlines eran las siguientes: De Los Angeles hacia Dallas, luego hacia Madrid y de allí a Bilbao. Al llegar al aeropuerto vemos que teníamos ya un retraso de 6 horas y eso hacía que perdíamos nuestra primera conexión. Fue tal la desorganización de la pinche aerolínea, sobre todo después del COVID, que hasta les lloramos para ver si nos podía meter en otros vuelos. No hubo manera. Si me llegas a preguntar cuál fue uno de los peores días de mi vida, quizás uno de ellos, ese.

Perdimos todo el dinero de nuestro contrato en Bilbao, tuve que sacarme un billete para Paris para reencontrarme con la banda que me esperaba allí y continuar con la gira europea. Éramos dos, el bajista y yo. Financieramente aquella gira fue un desastre. Todos los músicos cobraron menos yo por aquella cancelación. Esta fue la primera vez que no asistimos como Canned Heat a un concierto.

Para concluir la entrevista Fito. Mil gracias de nuevo. ¿Qué te gustaría decirle a todos vuestros seguidores en España?

A mis compatriotas querría pedirles disculpas por nuestra ausencia en el BBK Bilbao Music Legends el año pasado debido a ese problema de con la compañía aérea. Les prometo que haremos todo lo posible para llegar bien a Bilbao y hacer un muy buen show para todos ustedes.

Entrevista realizada por Albert Barrios y Carlos Pérez Báez.

Canned Heat entrevista Bilbao interview

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