Los de Oakland Shannon and the Clams lanzaron su séptimo álbum de estudio “The Moon Is In The Wrong Place” el pasado mes de febrero, tras su anterior trabajo “Year of the Spider” lanzado en 2021.
El cuarteto norteamericano procedente de la ciudad de Oakland cerca de San Francisco compuesto por Shannon Shaw al bajo y la voz, Cody Blancard a la guitarra, Will Sprott al teclado y Nate Mahan a la batería, vuelven a fusionar su amplia paleta de géneros, como el surf rock, el doo-wop clásico, el psych rock e incluso el R&B, un viaje al pasado, pero a la vez increíblemente innovador: una cápsula del tiempo y una carta de amor al sonido de los 60, a las influencias del rock clásico que prevalecen, aunque aquí se muestre con una crudeza emocional que profundiza en sentimientos de amor, pérdida, tristeza, dolor y la búsqueda del coraje para seguir adelante a pesar de una tragedia.
El nuevo disco de Shannon and the Clams fue concebido tras un trágico suceso en agosto de 2022, el prometido de la vocalista Shannon Shaw, Joe Haener, falleció en un accidente automovilístico. Aquel golpe marcó profundamente al grupo. Joe Haener, falleció en un trágico accidente automovilístico pocas semanas antes de su boda.
El nombre del álbum proviene de unas palabras de Haener poco antes del accidente. Estos temas de duelo y la necesidad de lidiar con la tristeza de perder a un ser querido son prominentes a lo largo del álbum, especialmente en el tema que abre el disco, “The Vow”, que Shaw escribió originalmente para sorprender a su prometido el día de su boda, un testimonio de su amor. El álbum se creó a partir de demos inconclusas en las que la banda había trabajado previamente, ya que se unieron en un momento muy difícil. Unidos tras una pérdida tan terrible, lograron crear un álbum absolutamente magnífico, uno de sus discos más creativos, introspectivos y emotivos hasta la fecha.
En medio de ese desgarrador duelo, Shaw comenzó a componer nuevas melodías y letras que acabarían conformando las canciones del álbum. Sus compañeros Cody Blanchard, Will Sprott y Nate Mahan también aportaron composiciones inspiradas por la pérdida. A diferencia de sus anteriores trabajos, en esta ocasión ensayaron juntos con maquetas a medio terminar, dejando que surgieran ideas espontáneamente.
El resultado es un potente trabajo que explora temas como el duelo, el paso del tiempo, el amor y la resiliencia. Musicalmente, conservan su esencia de garage rock y sonidos retro de girl-groups, pero logran alcanzar nuevas cotas de sofisticación en los arreglos e incorporan recursos como el krautrock y el rock psicodélico.