Era previsible que este caballo trotón que es The Kleejos Band quisiera celebrar la gesta de sobrevivir una década haciendo rock’n’roll en un país tan ingrato para estos menesteres como es la piel de toro. Y ya está disponible éste doble en directo grabado en su ciudad natal y que suena a celebración y júbilo por todos sus surcos. No, no les va a hacer ganar nuevos seguidores, mi impresión –y desearía estar equivocado- es que a nivel de popularidad ya han tocado techo. De hecho, este es un disco hecho por y para sus seguidores, para poder revivir en casa todas las veces que les hemos visto picando piedra en salas.
Es la perfecta experiencia Kleejos capturada en su justo momento, ideal para recrearnos con toda la marcada personalidad del combo. Su rock americano de guitarras recias brilla en las cuatro caras gracias a la cruda producción de Hendrik Röver que capta fidedignamente el espíritu Kleejos sobre las tablas. El repaso a su ya dilatada discografía es bastante meditado; hay temas clásicos de su repertorio como la inicial y bastante AC/DC «Drowning», canciones imprescindibles para entender la idiosincrasia de éste combo como «Desert Blues» o la densa y arenosa «I Didn’t See The Waterfall». También dejan sitio para su faceta más reciente en la lengua de Cervantes, y que servidor encuentra nivel músical mucho más inmediata, y es que «Afortunado» o «Ladrar o Morder» son canciones que te atrapan de por siempre por su vocación de himnos.
El aniversario finaliza con la ya imprescindible y pluscuamperfecta «Ode To The Naiads». Un bonito y doble suvenir que destila autenticidad, felicidad y pasión, a final de cuentas los principios que siempre han sido la fuerza motriz de estos maños. Felicidades por estos diez años. Y haber formado parte de éste doble directo me hace sentir afortunado.