Un tiempo de carabineros y política extrema que se mezcla con un disco de la banda krautrock guru guru en cuya portada se observa el esplendor rojo de un objeto volador no identificado recortado sobre un cielo amarillo que es observado por el Dylan italiano: Francesco de Gregori.
Canciones como “Mr. Spaceman” de los Byrds o “Have you ever seen saucers” de Jefferson Airplane se enlazan con el psicodélico, espacial y algo tétrico tema U.F.0. de la banda alemana Guru Guru, que se funde sobre el “Space Truckin’ “de Deep Purple. Y en un lugar preferencial, destaca el Starman. Ziggy Starsust; el hombre que vino de las estrellas: el mismísimo David Bowie. Sonidos del ‘soundtrack’ de una Italia que, como el resto de Europa, asiste a la eclosión de la “New Wave” (la “No wave” neoyorquina, que le fue coetánea, consistió en algo más fuerte y subterráneo… ) y el punk; aniquilando los rancios rescoldos de las bambalinas de la época fascista del Duce, que sucumben ante una prolongación setentera del ‘flower power alzado en su particular ‘counterculture’. Pero sin obviar los nuevos hallazgos que llegan desde Inglaterra; creyendo firmemente que grupos visionarios, originales e irreverentes como Can (Comumism, anarquist, nihilist) y Neu se adelantaron a la provocación punk.
Sonoridades idóneas para recrear un país soliviantado por una década trémula que, en sus postrimerías, vive con clamor el mundial de fútbol empañado por el secuestro y posterior asesinato de Aldo Moro en uno de los episodios más traumáticos y sangrientos de la crónica negra de la bota del mediterráneo. Una Italia que se entrega al escapismo lúdico relacionado con los alucinógenos en su faceta enteógena. Y a las drogas duras estupefacientes en la más sórdida; una población narcotizada que prefiere brindar con una jeringuilla levantada ¡escuchando a Lou Reed!.
O que buscará milagros redentores que impulsarán extraños fenómenos provenientes de la noche cósmica: avistamientos, luces misteriosas, objetos luminosos, subrepticios informes de las fuerzas aéreas, voces alienígenas y encuentros extraterrestres que acompañan abducciones misteriosas . Y el leitmotiv repetido por las asociaciones ufológicas que proliferan al amparo de los grandes gurús de la ufófilia, es la melodia transmitida por los ovnis de la película de Steven Spieberg ” Encuentros en la tercera fase”: Sol4- La4- Fa4- Fa3-Do4; film que marcó a una juventud que erigió como gran mensajero cósmico al Klaus Schulze que debutaba con el disco “Irrlicht” (Fuego fatuo); una juventud que fumaba porros en compañía de las arañas de Marte de Bowie en su reproductor de vinilos, huyendo de la sentencia de muerte de Moro y de las amenazas neofascistas que habían florecido .
Estos son algunos de los “objetos sonoros identificados” elegidos por por el grupo Wu Ming para acompañar su nueva aventura literaria. Este colectivo de autores debutó en 1999 utilizando su primigenio seudónimo Luther Blisset para firmar el enorme éxito internacional que supuso la novela “Q”, continuando después una carrera in crescendo que les convierte en una especie de Residents (banda de culto norteamericana que oculta la identidad de sus miembros) bajo la leyenda ‘ad hoc’ “Revolution is faceless”. En 2020 abrazaron por vez primera las temáticas alienígenas con su obra “Proletkult”, que traza un itinerario fascinante entre los visitantes siderales y la eclosión de la ciencia ficción vanguardista que la revolución soviética impulsó a partir de los años 20 del siglo pasado.
Pero es con su nuevo título con el que profundizan en la “invasión” extraterrestre real o pretendida que se desató en los años setenta entre una población exótica e iluminada que, con expresión absorta, contempla la interacción de los seres estelares: vagabundos del Dharma, hippies imaginando otros mundos, cocineros de derivas psicogeográficas astrales, aficionados de la serie Ufo Robot Gerdizer ( Goldorak) que confunden a Mazinger Z con un maestro extraterrestre, sesudos investigadores de las montañas mágicas trasportadas a los Apeninos, editores que publican libros con portadas sensoriales que comunican las piramides egipcias con el espacio exterior. Y en general, una ‘troupe’ entusiasta, extravagante y, en ocasiones estrambótica, que encendió la bombilla roja de la ufología en coetaniedad a la fulgurante aparición de la estrella de las Brigadas Rojas.
La banda sonora utilizada es tan precisa, que enriquece el texto como un ‘atrezzo’ sónico privilegiando la descripción literaria de los numerosos personajes. Y así el talante obsoleto de algunos es matizado con temas de Little Anthony y Alberto Rabagliati, que disfrutan tonadas como: “Me dicen que te gustan los mozos del tupé”; en llamativo contraste con el sintomático póster de Frank Zappa que aparece en una de las paredes de Radio Piamonte International, descrita unas pocas páginas más adelante. La música invade el congreso Ovni 78 que orbita en el eje argumental de la obra: un evento que se celebrará del 16 al 18 de marzo con la asistencia estelar del asesor de Spielberg en el rodaje de ” Encuentros en la tercera fase”: el archifamoso por entonces, investigador Allen J. Rynek ( editor de la revista “Ufo Research” y autor del ‘ best seller’ internacional “La realidad de los ovnis que inspiró la película de Spielberg); personaje real que convive con un telescopio de ufólogos ficticios “amigos de lo no identificado” e inspirados por personajes igualmente reales y fácilmente identificables, que difunden el nuevo culto con sintonías de apertura de programas de radio y televisión que se sirven del space rock, los paraísos alucinógenos del acid rock y de los sonidos progresivos, electrónicos y experimentales de las grandes bandas que encarnan el ritual de los objetivos volantes.
Una banda sonora que se adhiere al personaje de Jimmy, el hippie y ufólogo atípico que sienta paradigma en la trama de la novela valiéndose de temas emblemáticos de la banda de Krautrock Neu: “Birth of liquid Plejades” , “Alpha centaury” ,”Cosmic joy” ,” Galactic joke”…Frecuencias a 33 y 45 revoluciones servidas en descargas electrostáticas que van desde el country rock lisérgico de Jim McGuinn hasta el rock poetico, existencial, ecléctico, futurista del Franco Battiato del muy inspirado por el rock espacial alemán de la época, “Sulle corde di Ares”; aromas musicales que envuelven la comunidad Tanur, liderada por una impagable psicoterapeuta feminista que constituye uno de los personajes más logrados de la novela. Una novela polifónica que reivindica una era de micrófonos ,artilugios y tocadiscos interestelares. Y también las tiendas de vinilos que propiciaron el esplendor y la sinestesia de unas obras musicales que se disfrutan con los 5 sentidos.
Una novela que enlaza la lucha callejera por la conquista de los derechos sociales con el parlamentarismo embrutecedor, hipócrita e inoperativo. Con personajes que brillan en su carismática particularidad: un troskista brasileño que convierte la ufología en una peculiar lucha de clases ( personaje llamado Romulo Casella), quien podría ser el eslabón entre los dos grandes temas de la obra : ufología y política.
DEMOCRACIA CRISTIANA, BRIGATI ROSSI, COMUNAS, BOOM DE LA HEROÍNA Y ENCUENTROS EN LA TERCERA FASE ( SPIELBERG)
Corría el año 1978 . En enero, el cantautor Francesco de Gregori, publicaba ” De Gregori”, un album con temas como “Generale” que le cantaba las cuarenta a los fósiles de las dictaduras militares. Esfuerzo que se une meritoriamente a los hallazgos de interprete comprometido que trasvasó a Italia El Mayo del 68: el músico anarquista Fabrizio de André. Era un tiempo de luchas politicas y puños en alto, barbas hirsutas al estilo de Francesco Guccini ( otro cantautor citado en la novela), represión en las calles, sirenas de policia, gases lacrimógenos, ráfagas de ametralladoras… sangre en el asfalto! Pero tambien el de misterios interplanetarios, objetos luminosos recortados sobre el rascacielos Pirelli. Sun Ra y su Outter Space Arkestra compitiendo con la voz áspera de Amanda Lear con Klaus Schulze. Un año que parece enlazar con los sucesos acaecidos justo 200 años antes, cuando, en 1778, se registró una columna roja descendiendo desde una nube también roja. Y que van a confluir en una fecha, el 16 de Marzo de 1978 cuando después de matar a 5 escoltas las Brigadas Rojas secuestran impulsivamente al líder de la Democracia Cristina que, a la sazón, habia impulsado la entrada del Partido Comunista en la alta cámara italiana : el masacrado posteriormente Aldo Moro. Y mientras esto ocurre, una versión del “Both sides now” de Joni Mitchell se escucha en la finca de explotación agrícola de la aristócratica familia Malaspina reconvertida en hogar alternativo eco feminista de la familia Tanur, en un alarde de apoyo mutuo kropotkiano ejercido por la nieta heredera de la casta Malaspina. Ella es la madrina de la seráfica Orsola, que da a elegir a su novio Vicenzo entre la heroína y la comunidad Tanur que le aísla de la adicción más allá de las terapias tradicionales. Se llama Rosella y está a punto de dar a luz un hijo que nacerá dividido entre las utopías interplanetarias y una macabra e inapelable sentencia de muerte que pesa sobre la política de su país.
LA COLONA SONORA ITALIANA
El cupo de solistas y cantautores italianos incluye además de los citados más arriba a Claudio Baglioni y también el fenómeno popular que supuso el tema “Extraterrestre” de Eugenio Finardi. A Juri Camisaca con su tema folk horror alienígena “La finestra dentro”: una sesión de psicodelia espectral que lleva el efecto wah-wah de la guitarras hasta el espejismo de napalm de un espejismo distópico. En claro contrate con el émulo italiano de Sinatra, Bruno Martínez que es citado para marcar distancias entre personajes. Describiendo la perniciosa escalada totalitaria que registraron algunos intransigentes, encontramos al ridículo grupo neofascista “The Clark Gables” , quienes interpretan una astracanada, hipotética y homófoba versión del ” Mondo d’Amore” popularizada en 1967 por Gianni Morandi.
Curiosamente, la participación de las grandes bandas del progresivo cósmico italiano es escasa. Pero sin embargo se rinde homenaje al oscuro tema L’ abattimento Dello Zeppelin de la banda Área, una formación de avant-prog y libre improvisación. La voz de su vocalista, Demetrios Stratos flota cavernosa sobre un theremin que retrotrae a las películas de serie b que con efectos especiales de Ray Harrihausen narraban truculentas invasiones marcianas.
DE LA SCIENCE FICCIÓN A LA PALEOCOSMONÁUTICA
En ese mismo 1978, la vieja guardia izquierdista de los años 60s da paso a una nueva generación: en el primer apartado encontramos al activista holandés Ludo; un personaje que suena a freakbeat y a la irrespetuosa versión del himno nacional que descuelga en sus actos a favor de la vivienda para todos y en contra de la familia real. Y, en el segundo caso, a la escéptica y científica antropóloga Milena Cravero; ella es aficionada a la literatura de Ursula K. Leguin, John Brunner, Philip K. Dick. Y se dedica a investigar a la fauna ufófila. Es la antagonista del padre de la Paleocosmonáutica italiana: un periodista miembro del partido comunista italiano que viene a ser la quintaesencia del primer apartado.
Un oportuno parecido con el Françoi Truffaut- Claude Lacombe de “Close encounters on the third kind” es una pieza maestra que utiliza Wu Ming para presentar al personaje de Marin Zanka . Es el tema “In den Gärten Pharaos” del grupo alemán de Krautrock Popol Vuh (artifice de bandas sonoras para algunas películas de Werner Herzog) quien introduce en la acción a este personaje a través de un largo pasaje que narra la participación de este ínclito autor en un programa de televisión radical llamado Odeon, que utiliza el tema de los alemanes como hilo conductor. Zaska es un hombre ponderado reinventado a partir de la lectura de ” El retorno de los brujos” de Pauwels y Bergier, libro que registra misterios apasionantes que va a inaugurar una carrera que combina la búsqueda arqueológica de mensajes extraterrestres con programas de radio y de televisión ufocripeológicos de alter egos del Roy Neary- Richard Dreyfuss del film de moda dirigido por Spielberg.
Pero hay más:
Un editor que bautiza su empresa con el sentido nombre de Pepper Co. en honor al “Sgt. Peapper Lonely Hearts Club Band” y de su amigo Georges Harrison. Llamado Pablo por sus años de colaboración con la C.N.T. española, cuando introdujo en Almería material para esa organización gracias a la colaboración del equipo de rodaje de “La muerte tenía un precio” de Sergio Leone. O, al menos, eso es lo que el dice que registra una intermitente entrada de Wikipedia.
HONGOS PSICOTRÓPICOS
En un momento estelar que vaticina el epílogo de la obra escuchamos un tema imprescindible : Üdü Wüdü” de Magma, con resonancias kobayanas. El Kobïano es un idioma creado por el músico Christian Vander , creador igualmente de un género de rock espacial autóctono de Île- de – France, que bautizó con el nombre Zehul. Tema que entronca en el texto con “Una odisea marciana”, relato pionero escrito por Stanley Weinbaum .Y también con una faceta de Milena que intenta parecerse a Carlos Castaneda….
Pero, a estas alturas del artículo…¿Necesitas más datos para correr de inmediato en busca de un ejemplar de este libro?