La gira veraniega de los British Lion pasó por Barcelona antes de acometer su anunciado periplo de invierno que les llevará al Cart and horses de Londres en Strafford, el mítico local donde Iron Maiden debutó . Una gira en la cual se está fraguando el esperado tercer disco de la banda entre el fragor de los directos en pequeños clubes, y que según el testimonio de Harris ya cuenta con dos nuevos temas.
Steve Harris es un talento poliédrico que disfruta con los baños de multitudes de los grandes estadios. Pero que también necesita la cercanía crucial de pequeños recintos, para construir una escena con la suficiente ficisidad para que el hard rock que elabora la banda enfatice sus cualidades tangibles con la proximidad de su público. Esta banda que se aleja del heavy metal genérico para celebrar y ampliar los hallazgos de bandas como Ufo y Thin Lizzy, resulta honesta y fresca, mostrando a un Harris que vive cómodamente un proyecto que le acerca a lugares recoletos que nunca visitaría con Iron Maiden dada sus gigantescas dimensiones populares. Lugares que visita en compañía de unos músicos, que más que trabajadores asalariado de este proyecto más íntimo, parecen colegas y camaradas sempiternos que ha conocido a lo largo de su carrera.
TONY MOORE’ S AWAKE
Invitado especial de Steve Harris en esta reciente gira, el ex teclista de los primigenios Iron Maiden, Tony Moore, presentó su espectáculo teatral (con sonidos pregrabados y otros ejecutado en escena) alzado en el rock progresivo y con matices cercanos a Pink Floyd, “Awake” . Un espectáculo que recorta sus 90 minutos original para reducirlos a una versión sucinta de 45 que se ajusta a la funcionalidad de su participación como telonero de la banda principal.
Actuación esta ,con ribetes psicoactivos propiciados por la pantalla central en continúa reproducción de ‘footage’ sinuoso como una abstracción espacial. Este espectáculo cuenta con momento sobrecogedores que aluden a la enfermedad de la madre del artista consumida por la demencia, persona leitmotiv de la obra. Un espectáculo que merece ser disfrutado íntegramente, que espero disfrutar algún día, sobre todo tras la repercusión que pueda alcanzar Tony tras protagonizar una inminente gira que le llevará a Estados Unidos. Por último diré que pude conocerle después de acometer su actuación unipersonal, disfrutando de unos minutos de charla, en exclusivo español, que sostuve con él.
BRITISH LION
El adrenalítico show comenzó con “Resistence” .Y es con esta canción que comienzan las acotaciones escénicas de Harris; los constantes e ininterrumpidos desplazamientos a un lado y otro del escenario, lateralmente y como una pieza de ajedrez fabulosa con un diseño novedoso y desconocido : a su izquierda, al encuentro con el veterano guitarrista Grahame Leslie ; en medio con el cantante Richard Taylor, en medio y de espaldas al público, de cara al batería Simon Dawson; a su derecha en contacto con el segundo guitarrista, David Hawkins. Durante estas proteicas evoluciones, Harris se mantuvo dinámico y en conexión con una banda que disfrutó de la actuación tanto como lo hizo el público.
La fiesta (¡ o festín de buena música!) continúo con “Judas” de su primer álbum para alcanzar con el elocuente “Father Lucifer” en cuya letra se cita a personajes tan definitivos como Joseph Merrick.
Y en cuarto lugar, la novísima “Paradise” que vislumbra un futuro prometedor para ese esperado tercer disco del cual hablaba antes. Y tras ella, un repertorio contundente que se extenderá hasta alcanzar los 17 temas, con momentos álgidos provocados por “The burning que siempre sobresale en sus bolos como uno de los grandes himnos del grupo, la dinamitar ” Spit fire” que divisó en su punto de mira a otra novedad: la impetuosa ” Wasteland”. Y ya en el apoteósico final que dará paso a una cerrada ovación , el sensacional “Lightning”, ” Last chance” y “Eyes of the young”… ¡éxito rotundo!.
Fotos Manuel Cova Tenard.