1- Porque este álbum es un disco de resistencia, de creencias profundas, una crepuscular oda al Outlaw country en una época en que mucha de la música de raíces se había suavizado y comercializado sin pudor alguno.
2- Porque la banda que lo acompaña es una auténtica locura, destacando la participación de nuestra querida Tracy Nelson a las voces, las guitarras de Mac Gayden y la steel del legendario Buddy Emmons.
3- Porque a pesar de ser un tremendo singer-songwriter se marca unas versiones de “chapeau” : respeta pero adapta “No Place to Fall” de Townes Van Zandt, se atreve con Dylan en “Don’t Think Twice, It’s All Right” y termina el LP metiéndole una marcha más al clasicazo de J. J. Cale “I Got the Same Old Blues”.
4- Porque solo por volver a escuchar la inmortal pieza “Seven Bridges Road” ya vale la pena adquirir el vinilo. Grabada inicialmente para el extraordinario debut de Young en 1969 (“Rock Salt And Nails”), rehízo y “versionó” su propia canción hasta tres veces (curioso, también lo hizo con “Montgomery In The Rain”) : en “Seven Bridges Road” de 1972, en este mismo “No Place To Fall” (1978) y en él otra vez titulado “Seven Bridges Road” de 1981. Posteriormente popularizada por los Eagles, es imposible no enamorarse de esta canción.
5- Porque es un disco atemporal, vigente pero que suena a otros tiempos, a otra manera de hacer música, a esencia pura de la música americana. Tres acordes y la verdad…