Si visitas Nashville conocerás el “Neon Cowgirl”, un mural iluminado que se alza sobre Broadway, en el centro de la ciudad. Tami Neilson siempre la ha considerado la “Santa Patrona del Corazón ” y dice que la vaquera: “… representa el sueño de toda una vida de perseguir Nashville y la música country. La he amado toda mi vida, incluso cuando me rompe el corazón una y otra vez”.
Con un elenco estelar de invitados impresionantes, entre ellos Neil Finn, Ashley McBride, JD McPherson, Ashley McBryde, Grace Bowers, Shelley Fairfield, y The Secret Sisters y tras un disco el año pasado de versiones a Willie Nelson, el extraordinario “Neon Cowgirl” se mueve entre el pop tradicional, Elvis, Dusty Springfield y Nancy Sinatra.
Los últimos años han sido una mezcla de tragedia y triunfos para Tami. Sí, grabó con Willie Nelson , compartió escenario con Bob Dylan y actuó en el Grand Ol’ Opry, pero también sufrió un episodio casi fatal de sepsis y su hermano, coguionista y compañero de banda Jay Neilson, se está recuperando de una lesión cerebral grave.
De esa montaña rusa emocional surge Neon Cowgirl , 11 temas que defienden a Tami, no solo alcanzando, sino superando las expectativas de quienes la han seguido a lo largo de su largo y aventurero viaje musical.
La Ciudad de la Música la fascinó por primera vez durante un viaje a los 16 años, y estaba emocionada de mostrarles a sus hijos, criados en Nueva Zelanda, la fuente de su inspiración durante un viaje de cinco meses de costa a costa que casi se vio frustrado por una hospitalización repentina. De aquel viaje recogió esas semillas en cada lugar del camino. Cuando florecieron, hubo cruces de Presley y Patsy, Orbison, el blues de Memphis, el acento de Texas, la pasión cinematográfica de Judy Garland en un estudio de Hollywood. Pero, sobre todo, se convirtió en una carta de amor a su “Vaquera de Neón”.
Mientras que su último álbum de estudio, “Kingmaker”, lanzado hace tres años fue un ejemplo de cómo reinventar el country con un estilo feminista-percusivo, “Neon Cowgirl”, influenciado por un largo viaje por carretera por Estados Unidos, ofrece una dieta más estable, principalmente con variaciones de dos estilos. Uno es un country florido, clásico y con mucha cuerda, con gran corazón y sonido; el otro, un rhythm’n’blues de bar acelerado, intentando incursionar en el catálogo anterior de Stax Records. Sensacional “Neon Cowgirl”.