Tras cuatro largos años desde la publicación de su anterior y aclamada entrega, “La Liturgia Eléctrica” (2021), el jiennense Antonio Hernando vuelve con su habitual dosis de rock cabaretero y afilados versos con su nuevo álbum, “Empiria y Laurel“.
Dos palabras que resumen a la perfección precisamente ambos mundos: por un lado, “Empiria”, en honor a ese empirismo (a ese grado de sabiduría basado en la observación y la experiencia) que el cantautor ha abrazado gracias a sus nuevos días de madurez y vida contemplativa, de paternidad y placeres tranquilos de la vida adulta.

Por otro lado, el “Laurel” del título como victoria griega, en realidad es un guiño a los sonidos del bohemio barrio californiano de Laurel Canyon, ese retiro rural ubicado a las afueras de Los Ángeles y en donde a finales de los sesenta y principios de los setenta se instalarían iconos como Crosby, Stills & Nash, Neil Young o The Byrds, artistas a los que el jiennense ha querido acercarse sin perder su habitual mezcla de rock y soul, pero con un punto extra de americana de raíz, polvo de country y botas viejas de bluegrass.
Esto último ha sido gracias (de nuevo) a la batuta del asturiano Miguel Herrero en la producción, y cómo no, a unas colaboraciones acertadas y certeras como las de Scarlet Rivera (sí, la célebre violinista de Bob Dylan en “Hurricane”), Jamison Passuite (guitarrista de la banda norteamericana Handsome Jack), Tino Di Geraldo (percusionista de Paco de Lucía o Jackson Browne) o Hendrik Röver (alma mater de Los Deltonos).

No sólo eso, un buen puñado de amigos como Víctor Cabello al sitar, Dani Herrero al saxofón o sus camaradas Javier Vielba (Arizona Baby), Carlos Vudú, Rafa Toro, Gatoperro o Kike Lusquiños hacen el resto, en un colofón de lujo y ensueño. Una vuelta de tuerca más en el universo infinito de este peculiar artista, quien se adentra también en este “Empiria y Laurel” en el funk, el cabaret o la melodía irlandesa, en una coctelera sónica inagotable que sigue escondiendo bajo su sempiterna gorra.
Un disco, además, editado en vinilo gracias al sello Milanamusica Records, quienes han apostado por estas doce nuevas canciones que sí, hay que degustar con fruición y escuchar a todo volumen, y que estarán disponibles el próximo lunes 3 de noviembre en todas las plataformas digitales. Pero antes, Dirty Rock estrena “Todo nuevo bajo el sol“, uno de los cortes más íntimos del álbum, con ecos de Tom Petty y Jayhawks y cuyo videoclip ya podéis disfrutar desde el siguiente enlace:
El tipo del confeti ha vuelto, y eso es siempre motivo de celebración.