Pájaro 3 puñaladas de amor guitarra en mano

Pájaro en Café Quilombo, Tenerife, 02/04/2016

El pasado sábado 2 de abril de 2016, Andrés Herrera RuízPájaro,  nos dio una lección acústica y «de palo» sobre el amor; el amor entre personas, el amor a las ideas y a la música y el amor a la justicia.

Pájaro en Café Quilombo, Tenerife, 02/04/2016
Pájaro en Café Quilombo, Tenerife, 02/04/2016

Alzado por el insuperable y omnipresente Raúl Fernández, Pájaro nos presentaron su último trabajo «He matado al ángel» -segunda actuación dentro de la gira que le llevará a presentar su disco por todo el territorio nacional y el segundo trabajo de su prevista trilogía antes de volver al Rock-  en el que incluyeron temas de su reconocido primer trabajo «Santa Leone».

Vimos a Pájaro en directo, en acústico y en el El Café Quilombo de La Orotava, a la distancia suficiente para no poder  (y no querer) escapar de las tres certeras puñaladas que Andrés y Raúl nos lanzaron.

Pájaro en Café Quilombo, Tenerife, 02/04/2016

La primera puñalada la dieron con su música. Dos guitarras acústicas que sonaron a la perfección, sin duda porque fueron ejecutadas perfectamente. Conjuntadas, alternantes y virtuosas, recorrieron las clásicas escenas de Pájaro. La referencia constante al sonido italiano de mitad del siglo pasado, películas del oeste, silbidos… sin perder de vista el origen andaluz, yendo y viniendo de San Remo o Positano a Lebrija pasando en ocasiones por Niza, a bordo de un rock-blues-flamenco-surf descarnado y arrabalero.

La segunda puñalada nos la asestaron con su amor y los textos, las letras sobre el dolor del amor y la alegría de volver a empezar. «He matado al ángel» te remueve y te muestra la perspectiva del que ha vivido mil y una, del que ha sufrido y que ha disfrutado lo suficiente para querer contarlo.

Pájaro en Café Quilombo, Tenerife, 02/04/2016

Y la tercera, mortal y definitiva puñalada, la que terminó por postrarnos a sus pies, fue la que nos asestaron con su carisma, su elocuencia y su humor. Una actitud comprometida con lo social, reivindicativa («a la gaviota hay que cortarle las pelotas»), a la vez íntima y cómplice y un sentido del humor propiciador, terminaron por hacer de la velada un ejercicio casi espiritual a la vez que macarra y gamberro.

Pájaro tendrá que volver a Canarias. Volverá, estoy seguro. Y deberá hacerlo a un espacio donde podamos ser más, otra vez, los damnificados por este torrente salvaje.

Entre las mesas nuevo Café Quilombo que suena muy bien y en donde te tratan mejor, pudimos hacer una vídeo entrevista a Pájaro que publicaremos en breve. No te la pierdas.

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