King Gizzard & the Lizard Wizard y su desmesurada locura

Tres noches por ciudad. Tres repertorios diferentes. Así han planteado los conciertos King Gizzard & the Lizard Wizard para esta gira. Una locura para la mayoría, un dia en la oficina para ellos.

Por muchas vueltas que le dé sigo sin salir de mi asombro. King Gizzard & The Lizard Wizard, es un grupo de otra época. Aquella en la que las bandas sacaban dos y tres discos por año. Pero además son capaces de hacerlos de estilos opuestos sin despeinarse ni salir malparados. Sabiendo como son… ¿Quién podría poner en duda la capacidad de estos neozelandeses para enfrentarse a una residencia de tres días y dar tres conciertos completamente distintos? Si algún alma cándida ha sido capaz de hacerlo es porque no conoce a la banda. Por motivos laborales, solo pude asistir a uno de los tres conciertos que dieron en el Poble Espanyol de Barcelona, pero fue suficiente para comprobar lo grandes que son.

Con un elevado número de público venido de todas las partes del mundo, el recinto situado en Montjuic había pasado a ser una pequeña torre de Babel. Por el continente africano ya teníamos la presencia de Etren De l’ Air, banda nigeriana que se encargó de amenizar la previa de los tres días de la residencia. Con su particular visión del rock, más bailable y lleno de matices, con media hora tuvieron bastante para meterse en el bolsillo al público. Aunque hubiera agradecido algún tema más ocupando el tiempo de los bucles sonoros en los que la banda nos fue metiendo. Pero viendo al resto, creo que mi opinión no encontraría mucho respaldo entre los que estaban allí.

Con la tenue luz del atardecer, llegó el tercero de los asaltos de King Gizzard & The Lizard Wizard (KG&LW en adelante). Un concierto que además sería emitido en directo a través de su canal de Youtube para alegría de muchos. Con una suave introducción que podría encajar en “Grace” de Jeff Buckley, comenzaron un bloque microtonal que incluyó “O.N.E”, “Doom City” y “Supreme Ascendancy”. Un tema este último que podía venir firmado por RUSH sin palidecer con el que Ambrose tomó protagonismo. Agresivos, distorsionados y con una potencia liberada desde el inicio, a medio camino entre el stoner, el prog y casi cualquier estilo, se vió claro que sería un concierto intenso. Algo que se intuía cuando ya en el segundo tema comenzaron a hacer aparición los crowd surfers. 

Los teclados lideraron el cambio al siguiente bloque, con aires setenteros mucho más alegres y con notas de The Doors, The Who o Grateful Dead en el sabor de “Antartica”. Algo más oscuros los matices en “The Reticent Raconteur” y “The Lord Of Lightning” donde juguetean con el heavy de esos años. Riffs pesados y una armónica y el nombre de Black Sabbath podría sobrevolar la partitura. A través de una pequeña maraña de fragmentos de su discografía, la locura doom siguió con “The Balrog”. A estas alturas me sorprendió lo bien que encajaba el staff de seguridad la constante lluvia de personas que terminaban su travesía surf en el foso. 

“You Can Be Your Silhouette” puso algo de calma con su delicado gusto por las melodías con aires de bossa nova antes de otro cambio de tercio. Turno para el Boogie Rock y el blues de la mano de “Cut Throat Boogie”, con jam sobre “La Grange” y duelo de armónicas y guitarras incluido, “Daily Blues” y “Le Risque”. Un tramo de auténtica locura para los que prefieren sonidos más clásicos que son capaces de exprimir KG&LW. Quedó patente en este tramo que todos son capaces de aportar voces en el grupo y que pueden enfrentarse a cualquier estilo y salir vencedores. 

Con la presencia de Nathan, un enorme sintetizador multiple lleno de cables y botones, se vió claro hacia donde iba a derivar el show. “The Golden Goblin” fue la primera en contar con los sonidos electrónicos en una “extraña forma de blues” como KG&LW presentaron. Aunque fue en “Magenta Mountain” y “The Grim Reaper” donde exprimieron al máximo sus posibilidades. A medio camino entre el hip-hop, la música electrónica y el rap hicieron volar las mentes hasta el trance y darle un ambiente de elegante rave donde hubo sitio incluso a guiños a Beastie Boys.

King Gizzard

Y llegamos al bloque final, para el que se guardaron su parte del arsenal de destrucción heavy. Con “Converge”, “Superbug” y “Flamethrower” dejaron claro que pueden pasarle por la cara sus composiciones a las grandes figuras del género sin despeinarse. Riffs a raudales, buenas melodías y un público que disfrutaba de los últimos coletazos de locura que King Gizzard & The Lizard Wizard ofrecía sobre el escenario del Poble Espanyol.

Un tramo con el que pusieron punto final a tres días con tres repertorios totalmente diferentes. Algo que está a la altura (o las ganas) de muy pocos y que deja claro que el techo para ellos aún está muy lejos. Mientras sus múltiples lanzamientos sigan teniendo la calidad que han demostrado hasta ahora no habrá ningún problema. Todo sea el día en que los términos saturación o exceso aparezcan con carácter peyorativo. Espero que no llegue a pasar nunca y podamos disfrutar de la locura de estos chicos por muchos años con la expectación de tratar de adivinar cuál va a ser su siguiente paso. Algo que ni ellos mismos seguro que saben.

Fotos: Christian Bertrand (cedidas por Primavera Sound)

Escrito por
More from Sergio Leiva

Gira española de St. Vincent

St. Vincent vendrá a presentarnos su nuevo álbum "All Born Screaming" con...
Leer Más

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.