Pantanos sureños, piratas alemanes y dinamita sueca.
La segunda jornada del Barcelona Rock Fest tuvo el aliciente de contar como cabeza de cartel a la legendaria banda de southern rock Lynyrd Skynyrd. Aunque hubo más cosas a destacar
Pero para llegar hasta allí, los asistentes tuvieron muchas otras bandas con las que aguantar estoicamente el calor que estos días caía en el Barcelona Rock Fest. Una jornada que para Dirty Rock se inició con los coletazos finales del show de Ensiferum y su folk metal nórdico. Se notó el tirón de Slipknot en la jornada inicial, ya que aún habiendo buena entrada se notaba a esas horas ya que esta segunda jornada iba a estar menos masificada. La banda alemana Bonfire hizo un concierto muy correcto. Ideal para tomar algo fresco para soportar el calor infernal mientras escuchas “Sword and Stone”, “Champion”, “Sweet Obsession” o “You Make Me Feel”.
Memento para tomar decisiones. Por un lado, Deborah Bonham en el tent rock. Por otro lado, La Gripe y Tú en uno de los escenarios principales. Las ganas de abarcarlo todo hicieron que escogiera el inicio de la hermana de John Bonham y el final de los continuadores de Platero y Tú. Y tras lo visto, mejor no haber dividido. Ojo. No es que La Gripe y Tu hicieran un mal concierto. Escuchar “El roce de tu cuerpo” o “Hay poco rock and roll” por parte de la banda que las compuso estuvo muy bien. Pero no es más que lo esperado.
En cambio Deborah Bonham era todo un enigma al menos para mí. Y la sesión de rythm and blues que pude oir fue de aupa. Una banda con muy buen sonido y la cálida voz de Bonham resultó una combinación imbatible. Y lo mejor, solo se acercó a la discografía de su hermano para terminar con “Rock and Roll”. Repertorio mayoritariamente compuesto por temas propios en el que destacar “Thunder” dedicado a la memoria del batería. He de reconocer que con “Bleeding Muddy Waters” de Mark Lanegan la cantante inglesa me ganó. La sorpresa del Barcelona Rock Fest 2025.
Y con el sol dando un respiro por fin llegó el turno de los suecos The Hellacopters. Su rock incendiario está lleno de temas que se pegan a la piel como camisetas tras una sudorosa tarde de rock en el festival. La banda liderada por Nicke Andersson consiguió ofrecer una hora de riffs demoledores y escorzos imposibles. Herederos del sonido de Hanoi Rocks, tienen muy claro cuál debe ser la actitud ante un directo. Sea donde sea, salen a comerse el escenario. Apoyado en las teclas de Anders (Boba Fett) LIndström y con un eficiente escudero con LG Valeta recorrieron toda su discografía. Los duelos de guitarras en “Born Broke”, con el teclado en “Wrong Face On” o el dramatismo “So Sorry I Could Die” formaron parte de uno de los shows del día.
La vida es un cúmulo de decisiones y prioridades. Y en este caso estaba claro donde iba a estar esta vez. Si íbamos a ver por una única vez a una banda tan eterna como Lynyrd Skynyrd sería desde primera fila. Así que del espectacular montaje que llevaban los alemanes Running Wild, pudimos ver una mínima parte. Liderados por Rolf Kasparek, son una banda que no suele dedicar sus días a la carretera. Por eso, esta era una de las rarezas de la presente edición. Y buena cuenta dieron los fans del metal pirata acompañando los cánticos dedicados a los piratas que se iban sucediendo. Temas como “Bad to the Bone”, “Riding the Storm”, “Little Big Horn”, “Under the Jolly Roger” o el épico final con “Treasure Island” invitaban a abordar el primer barco que apareciese. Todo acompañado de fuego y pirotécnia para terminar de sudar las cervezas del día.
Y por fin llegó el momento esperado desde 2020, año en que la pandemia destrozó los planes de los músicos. Lamentablemente hace unos meses, la noticia de la muerte de Gary Rossington nos dejaba sin el único miembro de la formación original que quedaba. Quien se acogió a eso como excusa para no ver a la banda… todo bien, es su decisión. Pero después de ver el concierto, fue una decisión a todas luces equivocada. Con Johnny Van Zant (hermano de Ronnie Van Zant) al frente y las tres guitarras de Rickey Medlock, Mark Matejcka y Damon Johnson los clásicos de la banda se fueron sucediendo. Desde la inicial “What ‘s Your Name” la banda se metió al público en el bolsillo. Incluso a los que solo conocían su “Sweet home Alabama”.
Regalaron desde el escenario algunas gorras y camisetas. Se mostraron muy comunicativos y tocaron un setlist muy equilibrado en claro ritmo ascendente. Era como si la primera mitad del concierto fuera para reconocer el terreno y saber donde atacar. Y Lynyrd Skynyrd lo hicieron donde más duele: a la nostalgia. Una vez comenzó “Give Back My Bullets” no quitaron el pie del acelerador y encadenaron seis obras de arte definitivas. “Tuesday ‘s Gone”, que sirvió para homenajear a Gary Rossington. Una de las mejores canciones de la historia como es “Simple Man”. El rock vacilón de “Gimme Three Steps” y su versión de “Call Me the Breeze” de J.J. Cale. La imprescindible y radiada hasta la saciedad “Sweet Home Alabama”. Y un final de fiesta con “Free Bird” con las tres guitarras sacando chispas en uno de los solos más acojonantes que he visto en directo.
Imposible ponerle un pero al concierto de Lynyrd Skynyrd. Sin duda el mejor concierto del día en el Barcelona Rock Fest para la vertiente más clásica del público. Los más metaleros quizás escogieran el de Running Wild. Sea como sea, ya le gustaría a muchos de los músicos actuales componer algo que despierte la mitad de sentimiento que cualquier nota del solo de “Free Bird”. La noche se alargó con El Reno Renardo en la Rock Tent y un poco más. Algunos decidimos que después de lo de Lynyrd Skynyrd, lo mejor era irse a casa con el recuerdo de un gran concierto.
Fotos: Desi Estévez