Wytch Hazel regresan con “V: Lamentations” deslumbrando como en sus anteriores trabajos. Este disco goza de la brillantez y solidez a la que nos tiene acostumbrados esta banda. De nuevo los apóstoles de Lancaster (Reino Unido) tornan con un hard rock pegadizo que se mimetiza entre secuencias de inspiración medieval y folk. La búsqueda incesante de melodías se ve dignificada en los cuarenta y cinco minutos que dura este trabajo. Poderosos riffs de guitarra se entrelazan aprovechando el doble juego de guitarras. La combinación estilística de cristianismo y rock que vienen ejerciendo desde 2011 les ha servido para consolidar su posición musical.
Una alquimia sonora que se fusiona con todo, elementos de hard rock clásico, progresivo, guiños al tradicional heavy metal británico sirven para canalizar las letras de inspiración religiosa. En este trabajo se manifiesta una creatividad que se consuma de forma perfeccionista atribuyendo una gran multitud de detalles sonoros. “La búsqueda interminable de la perfección nunca termina…” son palabras de su líder, compositor guitarrista y vocalista Colin Hendra. Las composiciones compulsivas resuenan de forma emocional cumpliendo el propósito de llegar al oyente.
La música como refugio para combatir las diferentes dificultades personales que alteran la vida de Colin sirven para encontrar un espacio reconfortante para progresar mentalmente. Acompañado por Alex Haslam a la guitarra y Andy Shackleton al bajo se suma el reingreso de su batería inicial Aaron Hay. Un momento privilegiado que está viviendo Wytch Hazel donde el valor de la amistad prevalece ante todo.
