Evaristo regresaba a Madrid el 20 de Septiembre encabezando un mini festival de punk rock junto a los barceloneses Último Rekurso y dos formaciones provenientes del Reino Unido Chaotic Dischord y One Way System. Las dos primeras bandas Chaotic Dischord y One Way System, con una gran solera, carecieron de interés por parte del público que decidió quedarse fuera “tomándola”. Lástima que la pista y el graderío fuese un campo yermo. Ambas actuaciones tuvieron un escueto espacio de tiempo, sonaron contundentes haciendo disfrutar a l@s que realmente quisieron gozar de principio a fin. Punk rock con tablas, imponiendo un estilo fraguado en la vieja escuela hardcore y street punk. Si Chaotic Dischord tuvieron poc@s espectadores, One Way System contaron con más o menos l@s mism@s. Eso sí tanto arriba en el escenario como en la pista hubo una disposición más dinámica.









Último Rekurso sí tuvieron más repercusión entre el público y es que había que posicionarse para recibir a nuestro orador. El preámbulo fue un deleite de punk contemporáneo sin concesiones. Su puesta en escena logró conectar con el respetable, una actitud cercana y en constante movilidad por parte de sus integrantes se mantuvo durante toda su intervención. Después de estar recorriendo Latinoamérica, Evaristo y sus secuaces se reencontraban con sus más fiel@s feligres@s en el madrileño Palacio de Vistalegre.





Con un escueto y modesto “muy buenas” se presentaba el predicador inconformista para comenzar el mítin que tod@s queríamos escuchar. Devot@s de esas letras imperecederas que despotrican contra el sistema, policía, religión…. himnos coreados con el puño en alto se apoderaban del sonido del recinto. Punks aferrados a un ideal perdido, una hora y cuarenta minutos rememorando nuestra alegre juventud que aún con el paso de los años, por desgracia, no ha visto cambio alguno. El carismático Evaristo a sus 65 años derrochó energía, la que pudo, haciendo un repaso por todas las formaciones en las que ha estado presente. The Kagas, The Meas, Gatillazo, su último proyecto Tropa Do Carallo y los inmortales La Polla Records.
No faltaron los mensajes directos, los habituales gestos provocativos y esa personalidad que ha hecho que sea un referente del punk rock estatal. El sonido que se registró no fue para tirar cohetes, tampoco importó mucho al igual que las habilidades instrumentales, la vitalidad del concierto vino impuesto por las letras, las gargantas y el recuerdo. “Nuestra Alegre Juventud”, “Otra Canción Para La Policía” …. “Sin Sitio Para Vivir”, “Así Es La Vida”… así hasta cuarenta y dos pildorazos, retahíla de coplas que caían una tras otra como churros. Hubo momentos de catarsis colectiva, saltos, pogos, vasos de plástico volando… incluso l@s más intrépid@s lograron llegar al escenario para abrazar al tío “Evas” y cantar con él.
Uno de ellos terminó con un guardia de seguridad liándose a porrazos contra la valla como si estuviese poseído para impedir que el público cruzara la línea sagrada. Un espectáculo violento y absurdo que obligó a Evaristo y los suyos a parar el concierto. Una pausa en la que tuvo que intervenir la organización y resolver tal altercado retirando al energúmeno con porra y uniforme. La fiesta continuaba su curso con una gran algarabía y jocosidad… y es que “hemos venido a divertirnos”!!! El reencuentro con Evaristo fue una vía de escape “No Somos Nada”, “Salve”, “Txus”, “Delincuencia”… “Ellos Dicen Mierda Nosotros Amén” un desahogo momentáneo que se disipó al salir del recinto. Revolución nostálgica que nos hace partícipes de un sistema en el que un día juramos combatir.