Briscoe: “Heat Of July”

Llega el segundo trabajo de Briscoe, que con “Heat of July” dan un paso de gigante. Les secundan Brad Cook (Bon Iver, Waxahatchee, Nathaniel Rateliff) repitiendo a los mandos y una banda de músicos acompañantes de primer nivel: el batería Matthew McCaughan (Bon Iver), la violinista Libby Rodenbough (Mipso), el mandolinista Andrew Marlin (Watchhouse), el multiinstrumentista Phil Cook (Hiss Golden Messenger) y el guitarrista Matt Myers (Houndmouth). Ellos hacen que el sonido de este disco sea más grande e intenso que su debut. Edita ATO Records.

Escucha “Heat Of July” de Briscoe aquí:

Si el álbum debut de Briscoe era una banda sonora sobre la transición a la madurez de dos amigos de toda la vida con el telón de fondo de la región montañosa de Texas, su nuevo álbum es el sonido de un dúo plenamente consolidado en busca de horizontes más amplios. Para Philip Lupton y Truett Heintzelman, la carretera ha sido básica en los últimos años. Firmaron por ATO Records cuando aún estaban en la universidad y grabaron su debut, “West Of It All”, durante su último semestre. Al graduarse, dejaron la ciudad y se lanzaron a la carretera, pasando un año vertiginoso recorriendo todo el país. Telonear a artistas como Noah Kahan o Dave Matthews consiguió ampliar su base de fans de manera exponencial.

“Aprendimos a componer música al volante”, dice Philip, recordando la agenda repleta de conciertos que ayudó a transformar a Briscoe. Pasaron de ser el secreto mejor guardado de Texas a ser un referente de la música americana atemporal. “Crear melodías en la cabeza, sin una guitarra ni un piano cerca, era una necesidad durante esas giras. Estábamos tanto tiempo de tour que tuvimos que ser más flexibles con el proceso creativo”. Gran parte de las canciones celebran la increíble orografía del suroeste de USA, donde han girado mayoritariamente.

“Estudié geología, así que conducir por Arizona es como ser un niño en una tienda de chuches. Siempre escribiremos canciones inspiradas en ese paisaje, pero también hemos aprendido a contar historias más personales con nuestra música. Hablamos de nuestras esposas, nuestras relaciones y nuestros árboles genealógicos. Realmente nos dejamos llevar por la emoción al componer”. Philip Lupton

Los chicos también se inspiraron en casa. Se casaron con sus novias de toda la vida y la carretera les despertaba un sentimiento de nostalgia por el hogar que se respira en varias de las canciones. En “Adeline”, una explosión de rock & roll de carretera muy a lo Creedence, acentuada por la armónica, el piano vertical y unos coros fantásticos, Truett canta una serenata a su esposa mientras Matt Myers se luce con la guitarra eléctrica. Philip ofrece instantáneas de su propio matrimonio con canciones como “Mexican Eagles” y “Blue Eyes and Red Wine”, cantando con una voz que contrasta enseguida con la de su compañero de banda. Esas voces entrelazadas han sido la seña de identidad de Briscoe desde que se conocieron en un campamento de verano a los 14 años. Antes cantaban a la belleza, ahora lo hacen al amor.

Aquí, sus armonías dominan la escena en casi todos los temas. Se unen en himnos acústicos como el fantástico “Roughnecks”, escrita sobre el bisabuelo de Truett (quien dejó Oklahoma para trabajar en los campos petrolíferos de Texas a principios del siglo XX) y con toques de bluegrass. Hacen lo mismo en “Arizona Shining”, inspirada en uno de los muchos viajes por carretera del grupo por el desierto; “Saving Grace”, con su coro épico y su narrativa de historia de amor; y la inquietante y desgarradora “Flashlights In The Canyon”, que cuenta la historia de una mujer mexicana embarazada que intenta escapar a Estados Unidos en la frontera.

Pero no son las únicas canciones a reseñar. “Saving Grace” nos trae el recuerdo de los mejores Whiskeytown. Destaca su estribillo, que coquetea con el country pop sin llegar a tocarlo. “Escudilla” es un homenaje al último oso grizzly de Arizona a ritmo de folk rock . Una especie que desapareció en 1936 en la tercera montaña más alta de Arizona, Escudilla Mountain. “Leaving California” es una balada que deja huella y es de los mejores temas del disco. En “Free” hacen un ejercicio de estilo a lo The Band donde cantan a la dificultad de encontrar un equilibrio vital: “Cuando eres pobre, no tienes dinero/ cuando eres rico, no eres libre/ en un punto medio, ahí es donde quiero estar”.

Y ahí están, en un punto medio. Preparados para dar el salto y convertirse en una de las bandas importantes de la escena americana. Tienen canciones, que es lo importante. Y un año por delante donde pueden llegar a otro nivel.

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