A finales de 1974 Mike Fleetwood conducía por las colinas del Valle de San Fernando en California cuando paró a comprar en el supermercado. Allí se topó con Thomas Christian, al que había conocido el verano anterior durante la grabación del último álbum de Fleetwood Mac. Después de una breve charla Fleetwood le preguntó si conocía algún estudio de grabación por la zona, y Christian le comentó que estaba trabajando en Sound City, en el barrio de Van Nuys de Los Angeles. Mike decidió no perder tiempo y lo siguió hasta el estudio.
Allí lo recibió el ingeniero y productor Keith Olsen, y para mostrarle el sonido que se producía en ese estudio le puso “Frozen Love“, de unos tales Buckingham Nicks. El inglés, aún alucinando con las guitarras que oía, vio a través del cristal de la sala adyacente a una joven rubia que hablaba con un ingeniero asistente. Ella era Stevie Nicks, el guitarrista Lindsey Buckingham, y como se suele decir, el resto es historia.
“Buckingham Nicks” (1973) es una joya, un diamante en bruto que al pulirlo con la ayuda de la parte británica de la banda dio como resultado “Rumors”, “Tusk” y tantas otras obras maestras. Pero ojo, su valor no es simplemente el de presentar trazos de la grandeza venidera, sino que es un gustazo para los sentidos, una maravilla que incomprensiblemente ha estado descatalogada hasta hace solo unos días.
Y es que la inicial “Crying in the Night”, “Long Distance Winner” o “Races Are Run” son puro sonido Mac de la era B&N, con Stevie en primer plano, los adictivos estribillos y armonías del dúo y las trotonas guitarras de Lindsey, como en la rítmica “Don’t Let Me Down Again”.
La instrumental “Stephanie” parece una predecesora de “Never Going Back Again” de Rumors, en “Without a Leg to Stand On” es el guitarrista quien lidera, “Crystal” y “Django” son ligeros divertimientos y “Lola” se decanta hacía el country rock. La final “Frozen Love” es curiosamente la menos B&N del disco, tanto en estructura como en duración, aunque el solo de guitarra conecta perfectamente con “The Chain”.
Magia y azar en las soleadas navidades californianas…