Presentación de “La Música Viaja en Tren” en Madrid, Barcelona y Granada

El periodista y colaborador de Dirty Rock Miguel López ha publicado recientemente su libro “La Música Viaja en Tren” (Sílex Ediciones) y comienza este octubre la ronda de presentaciones. La obra aborda la relación entre el ferrocarril y la música, desgranando cómo las locomotoras, las vías o la idea del viaje en tren han inspirado canciones, géneros musicales, artistas y culturas a lo largo de la historia.

Vídeo realizado por Enrique López Marijuan.

La primera cita es en Madrid. Será el 9 de octubre, a las 19 horas, en la Biblioteca Iván de Vargas (Calle San Justo, 5), con presentación a cargo de los periodistas y escritores Jesús Ordovás y Luis Lapuente (también “seguidor del Atleti desde niño”, según precisa su CV). Pondrá música a esta sesión Osi Martínez, reputado armonicista con varias piezas de blues y ferrocarril en su mochila.

La siguiente parada de este tren musical será en Barcelona, el 14 de octubre, a las 18.30 horas. Será en Disco 100 (Calle Escorial, 33), con presentación del periodista David Moreu y música a cargo de Wheels of Steel: Xavi González (voz y guitarra) y Víctor Barceló (armonicista).

El tren musical parará también en la estación de Granada (23 de octubre, 19.30 horas) y será en otra tienda de discos de referencia: Discos Marcapasos, con presentación de Salvador Perpiñá y música con la armónica Antonio Travé, “El Oso”.

Javier Márquez Sánchez ha publicado en Efe Eme que “Miguel López no es un historiador al uso, ni pretende serlo. Escribe como quien escucha, con el oído abierto y la mirada curiosa. Su prosa es cálida, envolvente, por momentos lírica, pero siempre anclada en la realidad material de los hechos. Porque si algo deja claro este libro es que el tren no es solo una metáfora del viaje, sino también un agente histórico, económico y social de primera magnitud. Y que muchas de las músicas que hoy veneramos -desde el blues rural hasta el rock de estadio- no se entienden sin la irrupción del ferrocarril”. Y añade: “Uno de los mayores aciertos del libro es mostrar cómo el tren no es solo un decorado sonoro, sino un instrumento expresivo en sí mismo. Las canciones se llenan de sonidos que evocan la mecánica ferroviaria: el ritmo repetitivo que recuerda al traqueteo sobre las vías, los soplidos que imitan al vapor, los silencios que anticipan el paso de un convoy. Como si el ferrocarril hubiera proporcionado a la música una nueva paleta de recursos, una manera distinta de traducir el alma humana. Porque eso es lo que está en juego aquí: no el tren como objeto, sino como símbolo. Como herramienta para hablar de los mil ángulos del alma. López lo sugiere en varios momentos del libro: el tren es dolor y esperanza, pasado y futuro, fuga y regreso, esclavitud y libertad, castigo y salvación. El tren es América. Y su música es la crónica emocional de esa América contradictoria, herida y luminosa”.

Por su parte, el también escritor Javier de Diego ha publicado en Rock de Lux otra reseña donde apunta que es “una obra original e interesantísima dedicada a las canciones de inspiración ferroviaria, entre las que destacan, por cantidad y trascendencia, las encuadradas en géneros de raíz norteamericana. El blues, el jazz y el góspel, subraya el autor a este respecto, forjaron sus identidades respectivas durante los años de apogeo del ferrocarril, la década de los veinte, cuando una plétora de afroamericanos se trasladaron desde el sur hacia otras regiones del país en busca de mejores medios de vida. Estas músicas negras proceden del mismo tronco y, por tanto, comparten elementos simbólicos, entre ellos el tren, aunque su significado varía en cada una de ellas”. Y añade: “Muchos bluesmen lo asocian a una despedida, como la que lamenta Robert Johnson en su clásico “Love In Vain”, pero también es habitual en este género que represente la libertad, el progreso, la existencia sin pobreza ni humillaciones que perseguían los emigrantes que huyeron del Delta en dirección a ciudades como Chicago o Detroit; no en vano, la mayoría lo hizo a lomos del caballo de hierro. Esta segunda concepción se cubre de un manto luminoso en el góspel: el tren se transforma en un vehículo redentor que conduce hacia el cielo, en palabras del autor, “con Dios iluminando las vías y Cristo como maquinista”, imagen que recuperarían posteriormente Curtis Mayfield –en el éxito de The Impressions “People Get Ready”– y Bob Dylan –en la primera entrega de su trilogía cristiana, “Slow Train Coming” (1979)–, entre otros. El libro atiende igualmente al country, donde el ferrocarril transporta aflicción y muerte en abundancia”.

Miguel López se dedica al periodismo y la comunicación desde hace cuarenta años. Con experiencia en radio, televisión y prensa escrita, ha publicado numerosas colaboraciones en medios periodísticos y editoriales. Es autor de The Last Waltz, Imposible Vivir Así (2016, Sílex Ediciones) y Los Coppola (2012, La Linterna Sorda). También ha publicado Van Morrison, Viaje a Caledonia (2023, Sílex) y Tom Waits, El Aullido de la Noche (2019, La Linterna Sorda), ambos junto a Isabel López. Desde abril de 1993 hasta diciembre de 2004 ha dirigido Vía Libre, revista mensual especializada en ferrocarril. A partir de 2005 ha trabajado en distintas áreas de comunicación y comercialización en Renfe. Escribe como columnista en el diario El Adelantado de Segovia desde 2013 y colabora en Dirty Rock Magazine. Es guionista de los documentales Qué te Debo, Malcom? (2024), en colaboración con Sagesse, y Cantata de la Guerra Civil (2019), coproducido por RTVE y Nueva Argonauta.

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