Dallas Burrow, otro narrador de historias desconocido para el gran público lanzó su nuevo disco “The Way The West Was Won” el pasado 26 de septiembre.
Un disco compuesto por trece temas como una carta de amor al mismísimo Texas, inspirado en el acento, las tradiciones y los cuentos de su tierra natal, producido por Lloyd Maines y contño con las colaboraciones de Ray Wylie Hubbard, Kelly Willis y Jim Lauderdale.
La voz profunda, grave y ronca de Burrow contrasta a la perfección con la potente guitarra, el violín y pedal steel ofrece en esta nueva colección, canciones que evocan un paisaje del lejano oeste con vaqueros y forajidos, al igual que en su anterior y soberbio trabajo “Blood Brothers” (2023), pero con menos elementos “modernos”.
Atemporalidad en estas nuevas canciones que sin duda perdurarán en las próximas décadas donde Burrow tiene una habilidad extraordinaria para entrelazar relatos personales y familiares con sus conmovedoras melodías, creando una cinta de audio tan rica y diversa.
Gran parte de la música country y americana se mueve en una delgada línea, entre la autenticidad y la manufactura. Esta línea se difumina cada vez más. Sin embargo, “The Way The West Was Won” de Dallas Burrow se alinea sin complejos con el lado auténtico de la música, con el que Burrow siente una profunda y genuina conexión. Este es el alma de la música americana encapsulada en un disco: honesto, crudo e increíblemente poderoso. Así que, tomen asiento y dejen que Dallas Burrow los lleve en un viaje inolvidable. Uno de los mejores discos del año.
