Después de 15 años de ausencia (ya saben, cosas de la vida, el amor y el paso del tiempo), la cantautora Jennie Arnau lanza “A Rising Tide”. Un disco muy esperado tras su álbum de 2010 “Chasing Giants”. Producido por Phil Palazzollo (Neko Case, The New Pornographers), el disco cuenta con un elenco estelar. Pete Levin (The Highwomen, Jason Isbell) al piano, Alan Lerner a la batería, Binky Griptite (Dap-Kings, Amy Winehouse) a la guitarra, Jacob Jolliff (Yonder Mountain String Band) a la mandolina, Mike Savino al banjo y Brett Bass al bajo.
Escucha “A Rising Tide” de Jennie Arnau aquí:
Arnau creció en Greenville, al pie de los Apalaches. Heredó su amor por la música de su padre, un trabajador textil y teclista en sus ratos libres. Se mudó a Nueva York a mediados de los 90 y nunca regresó. Desde entonces fue una figura constante en la escena musical neoyorquina, publicando varios álbumes independientes, entre los que destacaba especialmente “Mt. Pleasant” (2007), producido por Trina Shoemaker. Hace más de una década se retiró para cuidar de su madre, afectada de demencia severa.
¿Vuelve más madura? Sí. ¿Más sabia? Sin duda. ¿Con un sinfín de historias? ¡Por supuesto! Jennie ha pasado por momentos difíciles: la pérdida de su madre, reflexiones sobre los giros inesperados de la vida… y ahora está lista para compartir la banda sonora de ese viaje. “A Rising Tide” es una colección de canciones sobre resiliencia, reflexión y la silenciosa fortaleza que surge de afrontar las adversidades. Un viaje sonoro a través de la compleja belleza de la vida. Un disco definido en la nota promocional como “Americana con un toque original”, pero que es mucho más que eso.
Es un disco crudo, auténtico y tan emotivo como una charla íntima con un buen amigo (mejor aún si hay una copa de vino de por medio). Si has estado esperando el regreso de Jennie (o incluso si no lo conocías), este trabajo demuestra que las cosas buenas se hacen esperar. Con pequeñas pinceladas de encanto sureño, ecos de Laurel Canyon y toques de rock neoyorquino con una buena dosis de sentimiento, el regreso de Jennie es un viaje sonoro de gran relevancia.
El primer single llegaba este verano. “Back To Carolina” reflejaba su lucha interna por decidir qué hacer cuando su madre enfermó. Ella queriendo permanecer en NY, el deber llamándole de vuelta a Greenville. Con el apoyo de sus seres queridos, especialmente de su novia, Arnau decidió quedarse en Nueva York y viajar lo más posible para estar con su madre. No fue fácil superar el duelo tras la muerte, pero siguió componiendo para procesar su ira y su profunda tristeza. Finalmente, animada por amigos y colaboradores, se sintió preparada para volver al estudio.
El disco vuelve a demostrar su habilidad para escribir canciones que beben de los clásicos. Siempre ha sentido debilidad por Neil Young, algo que se nota en melodías tan acertadas como la de “The King” o “Better Luck Next Time”. “En los rincones de esta gran tierra/ Donde crecí fuerte/ Hundí mis manos en la tierra/ De espaldas al sol/ ¿Qué debo hacer ahora?”. También hay ecos de rock elegante a lo Rickie Lee Jones en canciones tan brillantes como “Oceans Rise” o “Sail Away”. Las dos juegan con la idea de la grandeza del mar, uno de los referentes del disco.
No olvida sus raíces sureñas, como demuestra en “Countryman” o ese himno a los corazones rotos que es “Hold On”. “Mabel”, dedicada a su gata fallecida o “Every Raindrop” le acercan al pop rock de Carole King o Carly Simon, mientras que “Sunshine” demuestra que parte de su corazón pertenece al country. Pero si tuvieramos que elegir una sola canción apostaríamos por “One if by Land”, con un fantástico desarrollo que desemboca en uno de los estribillos del año. Un himno para estos tiempos inciertos.
“A Rising Tide” es un disco lleno de buenos momentos. Grabado por músicos de gran valía y ese aroma a New York que, sin saber cómo, impregna a sus artistas dándoles un toque leve pero demoledor. Recomendable para amantes del pop rock setentero.
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