LP o CD

Gran diatriba la que se plantea a la hora de comprar un disco. Desde hace unos años la vuelta del añorado formato LP o vinilo está haciendo sonreír a más de uno y por diversos motivos.

Desde el punto de vista coleccionista el LP es el líder indiscutible, predominado el mismo comentario siempre… es que no hay comparación de sonido con un cd.

Actualmente, los precios de este formato se han convertido en un auténtico disparate, en muchos casos. Aunque, si bien es cierto, cada vez son más las ediciones que contienes CD junto con el LP o un código de descarga. Lo normal es que un disco nuevo ronde entre los 18€ y 24€, hay excepciones. Sin embargo el formato CD varía entre 12€ y 18€, hay excepciones. Curiosamente el formato CD suele venir con más atractivos para el comprador que el vinilo, ya que suele cargarse con jugosos extras, sobre todo en las ediciones deluxe, que con unos precios más que asequibles puedes encontrarte con dos o tres cds cargados de temas exclusivos casi por el precio de uno. Aun así el LP gana otra vez la partida.

Esto tiene miga ya que resulta que hace unos días me puse a releer antiguas revistas de los 90, cuando internet era casi una utopía, y me topé con catálogos completos de discos. Novedades, listas de discos de lo mejor de cada año, reediciones, ofertas,… Y cuál es mi sorpresa al comprobar que los precios de los discos, tanto en cd como en vinilo, siguen siendo prácticamente los mismos… ¡pero al revés!.

En los 90 muy pocos compraban en formato vinilo, el cd era quien dominaba el mercado. Y los precios se dispararon. Si vuelven a releer los precios expuestos un poco más arriba, cambien el formato pero mantengan los precios. Un ejemplo en 1997, un LP nuevo de Beck rondaba las 1.695 pesetas (poco más de 10€) y el mismo disco pero en CD, atención, 2.895 pesetas (algo más de 17€). Ejemplos como éste pueden citarse cientos. También recuerdo por aquel entonces que se comentaba lo siguiente… el sonido del cd es mucho mejor y es más cómodo para coleccionar, ocupa menos.

Visto todo este disparate con el tiempo y reflexionando un poco, casi que se podría concluir con la siguiente afirmación: nuestros gustos y pareceres los decide la industria. Por mi parte, como comprador cada vez menos compulsivo, entre una reedición en LP de los Kinks y la misma en triple CD con 30 temas más del mismo disco, me decanto por la triple. Más que nada porque el LP está por los 20€ y el triple CD dudo que llegue a los 15€. Y seguro que dentro de 20 años sigo escuchando esos cds sin problema. De la misma manera que ahora sigo escuchando los que compré en los noventa y ninguno, por ahora, falla.

Así que para gustos o disgustos, libertad de formato. Ojo, que también compro vinilos, gran diatriba.

 

 

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