«Seabrook»: El descomunal regalo póstumo de Bob Martin

La gran sorpresa del año, sin duda. Nos llega «Seabrook» de Bob Martin, un cantautor absolutamente olvidado durante décadas que nos ha entregado de manera postuma una absoluta maravilla de disco. Producido por Jerry David DeCicca (miembro de The Black Swans), fue publicado el 19 de mayo de 2023, ocho meses después de que dejara este mundo. Ha sido un pequeño sello de New Brighton (UK), Worried Songs, el que ha publicado esta pequeña obra maestra. Además de Bob (guitarra, armónica, voz), tocan en él Chris Forbes (guitarra eléctrica), Canaan Faulkner (bajo), Sven Kahns (pedal steel), Jovan Karcic (batería), Jon Beard (órgano), Jake Housh (piano) y Gary Mallaber (vibráfono).

Escucha «Seabrook» de Bob Martin aquí:

Bob comenzó lo que se convertiría en su último álbum de estudio en un apartamento frente a la playa en Seabrook, New Hampshire, en mayo de 2008. Las grabaciones permanecieron archivada durante los siguientes 13 años. Aunque este álbum comenzó cuando propusieron a Jerry David DeCicca participar en la reedición del debut de Martin en RCA Records, «Midwest Farm Disaster» (1972). Un disco de culto, lleno de melancolía, que fue recibido con entusiasmo por la crítica. La banda en el estudio estaba formada por Norbert Putnam, Billy Sanford, Kenny Buttrey y David Briggs, la creme de la creme de Nashville. El proyecto de reedición no salió, ya que Martin estaba trabajando en ello, pero tras una comida juntos decidieron intentar grabar un disco nuevo. 

¿Cuál es la historia de Bob? Nacido en Lowell, Massachusetts, tenía esperanzas en desarrollar una carrera en la música, aprovechando que todas las compañías iban a la búsqueda del nueva James Taylor. Después de «Midwest Farm Disaster», tenía contrato en RCA para un segundo disco, pero un A&R de la compañía quería que Martin musicara los poemas chapuceros de uno de sus ligues, algo que Bob rechazó.

Además, su compañía discográfica lo llevó a la ciudad de Nueva York para un evento de presentación de nuevos artistas. Bob tocó con gran éxito. Después de él subió un desgarbado inglés, David Bowie. Presentaba “Ziggy Stardust»Martin dijo que cuando vio aquello supo que la música iba a cambiar. Se iban a llevar los zapatos de plataforma y el maquillaje en lugar de sus botas y jeans desteñidos. Aunque continuó de gira un par de años, acabó haciendo caso a su padre y sentando la cabeza para formar una familia. Bob compró una granja, trabajó de pintor, de taxista y de profesor de matemáticas, fundando una escuela en Virginia Occidental que enseñaba formas de arte tradicionales en los Apalaches, como tocar el violín y tejer.

Bob regresó al estudio en 1982 para grabar «Last Chance Rider» para June Appal, un sello de música de los Apalaches. También se autoeditó dos CDs, «The River Turns The Wheel» y «Next to Nothin’», que seguían plasmando historias de personas y lugares llenos de matices. Escribió novelas, cuidó de su familia, trabajó de profesor y la música fue sólo un hobby. Pero es este álbum, «Seabrook», el que encuentra a Bob en su madurez, lleno de sabiduría y melancolía. En él, nuevas canciones se entremezclan con viejos clásicos interpretados de manera más austera, llegando a utilizar una de sus canciones más antiguas «Give Me Light» (desechada en las sesiones de «Midwest Farm Disaster»).

Volvamos a la grabación. En el verano de 2008 el equipo decidió grabar las primeras maquetas. Era una buena época todavía para la música. También para los veteranos. La sombra de los discos de Johnny Cash con Rick Rubin era alargada y cualquier viejo cantautor podía ser la próxima estrella. Pero Martin no era tan conocido, los sellos no acababan de decidirse y Bob finalmente perdió interés. Acabó grabando un modesto álbum acústico en vivo titulado «Live at the Bull Run» que le trajo por Europa por primera vez. La revista No Depression se hizo eco del disco, colocó una canción en una serie… pero nada más.

«A mediados de los sesenta, un encuentro casual con Kerouac cambió el rumbo de mi escritura. Yo era muy tímido, pero finalmente me acerqué para hablar con él. Cuando estaba a punto de decirle algo realmente profundo sobre su libro «On the Road», la puerta del bar se abrió y una explosión de rock and roll nos golpeó. Kerouac me miró y me dijo algo pero no pude oirlo, antes de alejarse en la noche. Muchos años después escribí la canción ‘Jack Kerouac'».

En 2021, DeCicca recibió una llamada de Tami, la hija de Bob, dándole permiso para terminar el disco, ya que la salud de Bob era delicada y le quedaba poco tiempo. Tras revisar las pistas con el ingeniero Jake Housh vio que con unos retoques el disco estaría listo. Las canciones se completaron con los antiguos compañeros de banda de DeCicca, The Black Swans, quienes previamente habían tocado en la maqueta original en 2008. Con las nuevas tecnologías, el álbum se acabó rápido, pero la enfermedad iba más deprisa. Bob Martin falleció el 21 de septiembre de 2022 a los 80 años. Lamentablemente, nunca escuchó su último álbum.

El álbum comienza con «Three Miles Beneath This Mountain», un folk-blues calmado en el que, en apenas tres minutos, resume la dureza de la vida de los mineros de Virginia.  Sigue la autobiográfica «My Father Painted Houses», que homenajea a su padre, pintor de brocha gorda. Magnífico el ambiente que crean los Black Swans, con las guitarras tejiendo melodías sobre las que brilla la voz melancólica del viejo Bob, que muestra su pesar por la angustia de su progenitor cuando le ve partir hacia una incierta vida de músico en la carretera. Magistral, a la altura del mejor Dylan.

El disco continúa volando alto. Tanto en las nuevas canciones como en las más antiguas. Complicadísmo elegir una favorita. ¿Tal vez «Stella»? ¿la deslumbrante «Kerouac», donde desfilan excéntricos personajes conocidos en la carretera? ¿O «Midway Motel», sobre la soledad de las personas que acaban viviendo en una triste habitación de un motel barato.?

Charles Laquidar, DJ americano dijo que si se le hubieran dado las oportunidades adecuadas, podría haber sido más grande que Dylan». Obviamente es una exageración. Pero cualquiera que tenga oído para una buena historia llena de emoción adorará este disco.

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