Speedy Keen – Y’Know Wot I Mean? (1975)

Speedy Keen - Y'Know Wot I Mean (1975)

Hoy, de nuevo en la sección, ‘discos olvidadísimos que no le importan un pimiento a nadie’ quisiera mencionar y rendir un pequeño homenaje a uno de esos héroes arrinconados: John ‘Speedy’ Keen.

Los más avezados de clase seguro que lo conoceréis, pero para los que no decir que era un prodigioso multiinstrumentista y el compositor de esa absoluta ambrosía pop de finales de los sesenta, el extraño y onírico álbum de Thunderclap Newman producido por Pete Townshend, ‘Hollywood dream’ (1969), con el que alcanzó el número 1 en UK con ese clásico atemporal versionado en multitud de ocasiones titulado ‘Something in the air’ (no, querido lector novato, siento decepcionarte, no es un tema compuesto por Tom Petty).

Dos datos curiosos que me harán parecer muy enrollado y ‘supercool’: Antes de formar dicha banda, Johnny compartió piso y trabajó como chófer para Townsend y éste permitió que nuestro protagonista incluyese el psicodélico ‘Armenia city in the sky’ como tema introductorio en nada menos que una de las cumbres de los años sesenta, ‘The who sell out’ de los Who.

Eso nos da una muestra de la talla de Keen como compositor. ¿Y a qué se dedicó Speedy tras saborear el éxito? Ni idea. ¿Qué os creéis que soy? ¿Una Wikipedia andante? El caso es que, para los que no lo sepan (yo incluido hasta hace escaso tiempo), John grabó dos álbumes en solitario en los setenta, ‘Previous Convictions’ (1973) y el que nos atañe en esta ocasión, ‘Y’ Know Wot I Mean?’ (1975). Si pensáis que el talento de Keene se reduce solamente al disco de Thunderclap Newman, permitidme deciros que os equivocáis rotundamente.

Si tuvieseis la oportunidad de posar la aguja del tocadiscos sobre los primeros compases de ‘Crazy love’ os daríais cuenta de que su capacidad para componer melodías adictivas e imperedeceras no se había marchitado en absoluto. Más luminoso y terrenal que lo grabado anteriormente con su anterior banda pero igual de brillante y sonando acorde a su época. ‘Almost eighteen’, agradable versión de Roy Orbison a ritmo de Chuck Berry, da paso a ‘Nightmare’.

Los tiempos han cambiado y Speedy es consciente de ello; y confecciona su particular reinterpretación del glam que había arrasado su Inglaterra natal unos años antes gracias a paisanos como Marc Bolan. No baja el nivel con la vibrante ‘Fighting in the streets’ donde demuestra que además de dominar el pop, Keene también sabe rockear. Y bueno, ejem, ya sabéis que en esa maravillosa década cualquier músico se fumaba unos canutazos de marihuana, se venía muy arriba y se creía Bob Marley. Y Keen, fichado nada menos por el sello Island Records y flanqueado por su capo Chris Blackwell a la producción, no pudo escapar a la tentación y pergeñó ‘Bad boys’ que, sin ser un tema de reggae indigno, configura el momento más prescindible de dicho trabajo. Después del ligero mal sabor de boca que se nos queda, nada mejor que darle la vuelta al vinilaco y toparnos con una preciosidad como ‘I promise you’.

Johnny también tiene su corazoncito, que da la sensación que han roto en pedacitos recientemente y, mientras se recompone, logra encoger el nuestro con su trémula voz y la sobrecogedora melodía agridulce de ‘Someone to love’, dotada de un estribillo estremecedor que no hubiese desentonado en el ‘Sunflowers’ de los chicos de la playa. Más temática de desamor en el siguiente, ‘My love’, que se mueve en la órbita del Lennon más honesto y descarnado o del Alan Hull de sus primeros (y brillantes) trabajos en solitario. Y para finalizar, la aportación de Keene al medio ambiente, ‘The profit on ecology’, quizás la composición que más recuerda a los Thunderclap Newman.

Un trabajo que, sin alcanzar la brillantez y excelencia de ‘Hollywood dream’ merece su justa reivindicación y, de paso, llevárselo a casa si algún día lo encontráis en una triste cubeta de vinilos usados. Tras este disco, Keen daría por finiquitada su carrera en solitario, ejerciendo de músico de sesión, productor (Motorhead, Heartbreakers, etc) o compositor para anuncios de televisión. Pero como se suele decir, eso es otra historia. Por cierto, si alguien controla su debut en solitario para saber si tiene suficiente enjundia, que hable ahora o calle para siempre…

NO MUSIC. NO LIFE. PLAY IT LOUD, MUTHA! FUCK YOUR SPEAKERS. MAKE ART NOT FRIENDS. MUSIC IS MEDICINE

Discos olvidados en nuestra sección Discos olvidados

More from David Rodríguez Araujo

Karen Dalton – It’s so hard to Tell Who’s Going to Love You the Best (1969)

Si por ‘In my own time’ (1971), suele surgir cierta controversia a...
Leer Más