“No One Gets Out Alive “: la madurez de Maggie Rose

Maggie Rose edita su nuevo disco “No One Gets Out Alive“, en Big Loud Records. Después de una carrera que nunca despegó del todo, para el nuevo álbum Rose ha reunido un equipo de campanillas. Vuelve a trabajar con el productor Ben Tanner, además de tener al gran Don Hart (Phish, Lyle Lovett) como arreglista y responsable de las cuerdas del disco. Un trabajo que se grabó íntegramente en vivo con una banda de reputados músicos. Dos miembros los 400 Unit de Jason Isbell (el guitarrista Sadler Vaden y el batería Chad Gamble), el teclista Peter Levin (Amanda Shires, Gregg Allman), el bajista Zac Cockrell (Alabama Shakes), la teclista Kaitlyn Connor y su guitarrista habitual, Kyle Lewis.

Escucha “No One Gets Out Alive” de Maggie Rose aquí:

La apuesta de Rose funciona, creando canciones muy íntimas de pop rock contemporáneo, con referencias a la época dorada de Laurel Canyon y también a artistas más cercanos en el tiempo como Brandi Carlile. Las canciones tratan temas tanto sombríos como esperanzadores: desilusión en las relaciones, envejecimiento, la discriminación por edad, el empoderamiento femenino y la importancia de vivir en el presente, por nombrar algunos.

Se abre con “No One Gets Out Alive”, que da título al álbum. Coescrita por Rose, Natalie Hemby y Sunny Sweeney y con un crescendo muy Brandi Carlile, es un tema que nos dice que, ya que no vamos a ser inmortales, es importante que vivamos cada día como si fuera el último. Este fue uno de los singles de adelanto y venía con un video dirigido por Nicki Fletcher y Mason Allen, que intercala imágenes de Rose con viñetas de personajes, cada uno de los cuales reflexiona sobre el viaje de su propia vida.

«El tema de este disco es utilizar bien esta cantidad finita de tiempo mientras lo tenemos. Estaba en un estado de ánimo reflexivo mientras escribía y grababa el trabajo, después de haber pasado por la pandemia y haber visto como algunas de mis amistades llegaban al final de su vida antes de tiempo”

“Fake Flowers” es posiblemente la mejor canción del disco. No es difícil imaginarla en un disco de la desaparecida Amy Winehouse. Escrito junto a Chuck Harmony y Claude Kelly, conocidos por escribir para divas como Christina Aguilera, Miley Cyrus, Whitney Houston o Britney Spears. “No dejaré que me derribes/ Intentaste quemarme hasta los cimientos/ Mientes, así que mantén mi nombre fuera de tu boca”. Una canción llena de despecho que gana fuerza con esos coros explosivos tan Motown. “Under The Sun” es la que más se acerca al espíritu de Fleetwood Mac. Puro pop rock californiano para la primavera. Canción perfecta con arreglos exquisitos.

“Underestimate Me”, el primer single, ya nos puso sobre aviso de que venía algo grande. Con un feeling de country soul que recuerda a las aventuras de Dusty Springfield por Memphis, es un himno de empoderamiento. “Too Young”, escrita también junto a Natalie Hemby, trata sobre la discriminación por edad. Lo difícil que era saber cómo manejar su carrera cuando se mudaron a Nashville siendo adolescentes. Y lo difícil que es que algunos crean que con 35 años ya eres mayor para triunfar. Se calcula que cada día llegan unas 100 personas a la ciudad persiguiendo sus sueños desde todos los puntos del país. Muy pocos pueden llegar al éxito.

Maggie se niega a ser encasillada en ningún género y va saltando de uno a otro: rock, soul, americana, folk y funk. “Mad Love”, es una balada clásica cantada de manera excepcional y con unos arreglos de cuerda muy clásicos. Una canción con un aire al dúo Hazelwood/Nancy Sinatra, donde el papel de Lee es interpretado por John Paul White. Destaca también Sadler Vaden en la guitarra, tocando licks de spaghetti western.  En “Dead Weight” se acerca el rock sureño. “Vanish” y “Lonely War” son muestras del pop rock mezclado con americana que ha triunfado en los últimos años. Especialmente destacables los arreglos de cuerda de la segunda. El proyecto se cierra con «Another Sad Song», con el acompañamiento solitario de un piano, evocando a Carole King o Linda Ronstadt. Una reflexión sobre la importancia de ser honesta, auténtica y fiel a sí misma.

Rose, que cumple quince años de carrera, fichó por Big Loud Records con el disco ya grabado. Lo aceptaron al 100%, a pesar de ser un sello más enfocado al country mainstream. Quizás sea un atajo para ser reconocida por los guardianes de las esencias del country que siempre la han visto como demasiado heterodoxa. A pesar de ello, Rose ha tocado en el Grand Ole Opry 106 veces. Y es que, afortunadamente para ella y para nosotros, en la última década ha crecido un ecosistema de cantantes y compositores con reputación en la escena pero que no entran en la aburrida escena del country contemporáneo. Maggie Rose es una de ellos.

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Mi mamá. Tu mamá. Mi mamá. Tu mamá. Mi mamá. 

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