Tercer álbum de la norteamericana Kassi Valazza titulado «From Newman Street« tras su anterior trabajo lanzado hace dos años.
Un disco compuesto por diez capítulos que se cierran y nuevos que se abren, creado por una cantautora que embellece sus observaciones folklóricas con toques psicodélicos y guiños folk al pasado. Es también, dice ella, una historia de dos ciudades. Valazza compuso poco más de la mitad de estas nuevas canciones en un pequeño apartamento en un sótano de Portland, Oregón, trabajando en reclusión antes de unirse a su banda de gira de confianza para grabar en un estudio local.
Su debut en 2019, con «Dear Dead Days«, anunció una nueva ola de jóvenes artistas country cósmico como Honey Harper, Margo Cilker, David Quinn, Cruz Contreras, Sunset Canyoneers, Daniel Donato, TTK & The Holy Know-Nothings o Riddy Arman entre otros donde ese género fue un punto de partida más que un destino.
Kassi Valazza afincada ahora en Nueva Orleans, tras vivir en Portland, la última década, aborda en «From Newman Street», la ansiedad y la confusión de una vida en constante cambio, cuando los ciclos autodestructivos aún están a punto de desmantelarse. Valazza sortea esa sensación de inquietud con una perspicacia lúcida.
Si este álbum se inspiró, al menos en parte, en el caos de sentirse atrapado en un perpetuo entretiempo, Valazza sabe que el próximo tiene que ser diferente; de ahí su deseo de pasar menos tiempo de gira. Ya tiene planes de irse de Nueva Orleans, lo que convierte a «From Newman Street» en una especie cápsula del tiempo de una época que casi ha terminado.
Valazza grabó «From Newman Street» en Portland con su banda de gira de seis integrantes, quienes también aparecen como sus coproductores y coarreglistas. El estilo vocal de Valazza mejora en cada disco y sigue generando comparaciones con artistas como Sandy Denny y Fairport Convention.
«From Newman Street» es una prueba más de la capacidad de Valazza para transmitir vívidamente emociones a través de su sensibilidad melódica, mientras que su potente acompañamiento musical, que contrasta marcadamente con su voz cristalina, apabulla gratamente al oyente de principio a fin. Discazo.
