Savatage y Slipknot, el yin y el yan de un mismo todo
En un año en el que los tres grandes festivales de los sonidos más potentes coinciden en el tiempo, es el espacio de Barcelona en el que nos centraremos estos dias. Barcelona Rock Fest tuvo en su primer día una de las citas más potentes de la edición.
Cuando el metal es tu mundo, no hay olas de calor que sean capaces de mantenerte en casa. Esa es una de las conclusiones que se puede sacar cuando llegas al parque de Can Zam y compruebas que el volumen de público es muy generoso a pesar de los más de 30 grados que hay. Como siempre, en un rápido vistazo, se confirma que sigue siendo un festival familiar. Un punto de reunión donde volver a quedar acompañados de los potentes sonidos de las bandas. Nuestra primera jornada comenzó en los últimos temas de Insomnium poniendo a prueba los cuellos de quienes ya estaban a esas horas tomando posiciones para Slipknot.
Turno para Wind Rose. Su propuesta de power metal desde Italia viene con la particularidad de sus atuendos. Tomando como referencia la customización de los enanos de “El Señor de los Anillos” la banda ofrece todos los clichés en las letras del power metal orientado a la fantasía medieval. “Drunken Dwarves” o “Rock and Stone” sirvieron para que el público iniciara luchas con picos y palas inflables. Está claro que con una jarra de más de hidromiel (o cerveza para el caso) un concierto así gana enteros. Además, tiene mucho mérito lanzarse con una identidad así a un escenario donde el sol no da tregua.
Con unos horarios cumplidos a rajatabla, pasamos a una de las referencias del trash metal de este país. Angelus Apatrida salieron jugando en casa como quien dice, y eso se notó en la entrega del respetable. Con un trío inicial ganador como “One Of Us”, “Snob” e “Indoctrinate” se pudieron ver ya los primeros pogos. Lejos han quedado los años en que uno podía determinar por la producción si una banda era nacional. Con sus registros y sonido, la banda podría pasar por una clásica del Bay Area, y eso me parece muy interesante. algo tan positivo para unas cosas como negativo en otras. Ese mismo sonido hace 30 o 40 años los habría puesto en lugares más altos, pero el número de bandas también es mayor. Por suerte “Serpents on Parade” o “You Are Next” le auguran un buen futuro en el metal y ser una excusa para montar el mosh pit más grande de la jornada.
Con el sol dando por fin tregua escondiéndose, era el turno para uno de los cabezas de cartel del día. Savatage, aquella banda liderada por los hermanos Oliva y que en 2025 han vuelto a Barcelona para dar su único concierto en España. Su líder Jon Oliva hace años que los problemas de salud le impiden salir de gira. Eso sí, sigue en las sombras bendiciendo a los miembros que defienden el legado de la banda. Los guitarristas Al Pitrelli y Chris Caffery y el vocalista Zachary Stevens ejercen de líderes en una formación que lleva intacta desde su reunión en 2015. Se notaron las ganas de escuchar las melodías y los registros más próximos a las óperas rock que a la saturación. Y en ese aspecto, Savatage fueron unos de los que mejor muestra dieron en su historia.
La marea de “The Ocean” comenzó el vaivén de temas. Nada mejor que “Welcome” para que la nave zarpara para recorrer su travesía. Temas como “Jesus Saves”, “The Wave Of Magellan”, “Strange Wings” o “Power Of The Night” fueron defendidos con un gran nivel por la actual formación de Savatage. Si alguien se quedó atascado en aquello de “es que no queda nadie de la formación original” tiene dos opciones: Seguir enfadado con el mundo por ello, o disfrutar del concierto. Y lo siento, canciones como “Chance”, “Gutter Ballet” o “Edge Of Thorns” merecen seguir viviendo. Asi que yo me quedo en el segundo equipo. El momento emotivo vino con “Believe” en el que Jon Oliva desde la pantalla iniciaba el tema al piano, dejando ver por qué no está para girar, pero igual sí para seguir componiendo.
Con la banda siguiendo el tema las fotos del difunto Criss Oliva se iban mostrando en las pantallas para lágrima de sus fans. El barco de Savatage consiguió escuchar “Sirens” sin caer en su embrujo para terminar en “Hall of the Mountain King”. Un gran concierto que solo tuvo en su duración la parte negativa. 23 años de espera merecían más que una hora escasa. Entiendo que siendo un festival pueda estar limitado, pero veinte minutos mas de repertorio habría dejado el show en todo lo alto.
Y por fin, el plato fuerte del día. Y casi diría del festival. Slipknot llevaba 16 años sin pisar Barcelona y eso se notó en la cantidad de público que solo había comprado entrada de día. Uno de los abanderados del Nu metal volvieron por todo lo alto. Tras la introducción de la mítica serie “Knight Rider”, la banda entró a matar desde el primer minuto. “sic” fue el calentamiento para la locura que supuso una temprana “People = Shit”. Su brutal descarga hizo que los pogos aparecieran como setas en otoño entre el público. Con “Gematria (The Killing Name)” y “Wait and Bleed” se alargó el idilio entre el groove de la banda y la exaltación del público.
Un Corey Taylor en gran estado vocal recordó la baja para esta gira por motivos personales de Clown. Y las potentes guitarras de Jim Root y Mick Thompson llevaban en volandas la descontrolada potencia de Slipknot. Un ritmo que por suerte para las asistencias médicas, bajó algún grado. Quizás ayudado por temas como “Yen” o “Nero Forte” y los interludios electrónicos, rebajaron las revoluciones por un rato. Pero a ver quien es el guapo que se resiste a un tema como “Duality” y no se deja llevar por el poder del headbanging. Turno de unos bises en los que “Spit It Out” y “Surfacing” se llevaron la palma de la intensidad desmedida.
Slipknot es una de esas bandas que gana enteros viviendo la experiencia en directo. Sus máscaras, los elementos percutivos, los potentes riffs resultan de un impacto brutal sobre el escenario. En cambio, el uso de bases y esos interludios le restan un poco para mi gusto. Aún así, creo que los de Iowa se llevaron merecidamente la etiqueta de concierto de la noche. Aunque para muchos pinta a ser el show por el que se recuerde la presente edición del Rock Fest.
Fotos: Desi Estévez
