Imogen Clark edita un disco especial. En “Choking On Fuel” reinterpreta varias de las mejores canciones de su disco del año pasado “The Art Of Getting Throught” dándoles un toque más sencillo. Inspirado en sus actuaciones en directo, la australiana da un nuevo brillo a sus composiciones acompañada de un gran elenco de invitados. Mickey Raphael, Sinead Burgess, Midnight Chicken, Gareth Hudson, Ella Hooper, Jim Lauderdale, Kezia Gill y Eric Slick -uno de nuestros baterías favoritos-, aportan su clase en alguna de las canciones.
Escucha “Chocking On Fuel” de Imogen Clark aquí:
Imogen Clark considera Nashville su hogar, pero cobró fama cuando todavía era adolescente cuando todavía era adolescente tocando en bares en su Sídney natal. Habiendo girado con Shania Twain, Robyn Hitchcock o Steve Poltz y colaborado con Colin Hay o Jim Lauderdale, entre muchos otros, Imogen se ha ganado el respeto de sus ídolos y colegas gracias a su narrativa profundamente personal, su voz impactante y su energía incontenible en directo. Su ingeniosa y melódica composición trasciende generaciones y géneros, con influencias que van desde Joni Mitchell hasta Jason Isbell, desde Led Zeppelin hasta Taylor Swift. Escuchándola, cualquiera diría que ha crecido tocando en antros del East Nashville pero no.
Clark quería replicar la energía de sus conciertos y alejarse de sonidos prefabricados y lo ha conseguido. El disco está construido alrededor de su guitarra acústica. El álbum muestra la intensidad emocional, vulnerabilidad y profundidad musical que definen sus cautivadores conciertos, ofreciendo un sonido depurado y potente, inconfundiblemente suyo.
La canción que abre el álbum, “All Hard Feelings”, con Blake O’Connor y Sinead Burgess acompañándola, ya nos indica por dónde irán los tiros. Imogen tiene amigos en la industria, como demuestra en “The Art of Getting Through”; donde le secunda Mickey Raphael, eterno armonicista de Willie Nelson. “Squinters”, donde describe la vida en los suburbios de Sídney con la sensación de estar atrapada en la rutina, es uno de los momentos más destacados. Con “Sebastian”, que cuenta con sus compatriotas Midnight Chicken como acompañantes, el disco despega definitivamente, con su esencia bluegrass a la australiana.
“The Last Of Me” es otra canción perfecta, con un crescendo que solo puede tener un pero: quizás recuerda demasiado a Shania Twain. En ella destaca la colaboración de Bo Koster (My Morning Jacket) al piano. Ella Hooper se une a la fiesta en “If I Want In”, el momento donde se acerca más al rock. “Big One” es un momento de calma, al igual que la fantástica “If Your Heart Never Breaks”. Muy en la onda Brandi Carlile, es la mejor canción del disco. En ella aparece el hombre con más clase de América, nuestro adorado Jim Lauderdale, coautor del tema. Un tipo que mejora todo lo que toca.
Por si no teníamos bastante, el disco se cierra con una atrevida reinvención del clasicazo de Sheryl Crow “If It Makes You Happy”. Llena de melancolía, nos enseña otra manera de encarar una canción gastada por el uso. Sobresaliente, al igual que la colaboración de la artista emergente Kezia Gill.
“Conozco y escribo con Jeff Trott -colaborador de Sheryl Crow desde su debut- desde que vivo en Nashville. Después de escucharlo explicar cómo empezó a escribir esta canción una noche al piano, surgió la idea de abordarla desde ese punto de vista. Que Kezia la cantara conmigo le dio una magia increíble a esta versión de una de mis canciones favoritas de todos los tiempos”.
Un disco corto, quizás menor en su discografía; pero que puede servir perfectamente para acercar su música a gente que no haya tenido contacto con ella hasta ahora.