En los seis años transcurridos desde que firmó con el sello discográfico Oh Boy Records de John Prine , Kelsey Waldon ha recibido numerosos elogios por la autenticidad de sus composiciones. En su nuevo álbum, “Every Ghost” lanzado este mes de abril, nuevamente como en su anterior disco se enfrenta a la adicción, el duelo, el trauma generacional e incluso a sí misma, y sale de ello fortalecida y en paz.
Las nueve canciones que componen el nuevo disco de Kelsey Waldon fue grabado en el estudio Southern Grooves en Memphis con su banda, The Muleskinners. Un disco que contiene mucha sanación, fruto de un esfuerzo constante donde se refleja su camino hacia la sobriedad desde 2020, su lucha contra la adicción al alcohol donde la compasión es el hilo conductor en “Every Ghost”.
Como en su anterior disco There’s Always A Song” Kelsey Waldon,se mantiene firme en cuanto y a medio camino entre Tammy Wynette, Loretta Lynn, Bille Joe Spears o Lynn Anderson, moviéndose con soltura siempre en el Country más melódico, acompañado de su vertiginoso estilo yodel muy particular a la hora de interpretar sus canciones, dándole un giro distintivo al Country setentero, manteniéndolo muy actual.
Kelsey Waldon siempre se ha apoyado en sus raíces de Kentucky y ha hecho música a su manera. Pero nunca ha sido más a su manera que en su nuevo álbum “Every Ghost” que ella misma produjo y que hasta el momento me parece su mejor trabajo en años. Discazo.