Petty. La biografía. Warren Zanes

Warren Zanes podía haber escrito una novela en lugar de una biografía y el resultado se parecería mucho, porque la vida de Tom Petty es novelesca, un relato de América en sí misma. La diferencia es que Thomas Earl Petty existió.

Zanes es músico además de escritor y esa condición le lleva a comprender como si fueran suyas las motivaciones, las inseguridades, los miedos y la reacción ante el éxito de ese chaval rubio de Florida que supo desde muy joven que la felicidad solo la podría alcanzar en una banda. Había algo en las caras de los Beatles que se parecía a la libertad, le confiesa al autor del libro. La vida en Gainsville era una ratonera y la convivencia familiar un desastre.

El padre, Earl Petty, un mestizo hijo de madre india, formaba parte de ese sueño americano roto, un estadounidense más moviéndose a toda velocidad hacia los gloriosos años cincuenta. La huida de ese mundo, de la vieja canción del Sur, de los aparcamientos de autocaravanas y las casas prefabricadas, pasaba por el rock necesariamente y el adolescente Tom tenía la habilidad para convencer a otros de que abandonaran sus estudios a cambio de una idea. A él también le importaban poco.

Empieza ahí a arraigar un sentimiento de comunidad que difícilmente podía encontrar en su familia o en la ciudad, un todos para uno y uno para todos en el que se cimentó el futuro, primero en Mudcrutch, fugazmente, y ya para siempre en The Heartbreakers. Un difícil equilibrio porque Petty era el líder natural, el que atesoraba talento y derrochaba carisma, el príncipe rubio.

Escribe Zanes: cualquiera de sus primeros fans locales que diga que vio la gloria venir, probablemente se olvida de que ellos nunca la vieron. De esa travesía habla el libro, la crónica de una vida en la carretera y en los estudios de grabación en la que los elementos dramáticos golpean con fuerza la búsqueda de la felicidad.

La narración, exquisita y compasiva, huye del sensacionalismo, el drama habla por sí solo: las tensiones entre los Heartbreakers, siempre a punto de poner en riesgo un proyecto que ninguno de ellos, ni siquiera el díscolo Stan Lynch, quería romper porque de algún modo sentían que era más importante que ellos mismos; el fracaso de un matrimonio, el fantasma de otra vida familiar imperfecta, la angustia de la culpa por no haberlo visto a tiempo; las adicciones, la entrada en escena de la heroína, silenciosamente, y el empeño de Petty en hacer de su dependencia un problema personal que solo él podía conocer y resolver. Demasiadas cosas en torno a la música y sin embargo la música como medicina. Esta es la historia de un hombre que cargó con su pasado para escribir su futuro, y lo consiguió.

Texto por Juan J. Vicedo desde Libros para el camino. Lugar que tiene que ver con la música, y con lo que nos conmueve de la música.

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