Daniel Jeanrenaud & The Candem Cats junto a Turbulentos se presentaron en Madrid el 11 de Diciembre ante una escasa afluencia de público que se dio cita en la emblemática sala Gruta 77. El trío madrileño fueron la antesala perfecta para la llegada de Daniel Jeanrenaud, salieron al escenario sin tapujos, sin nervios y sin postureos. Con una clara misión, la de encender la sala y preparar al público para una noche de rock & roll sin descanso. Lo consiguieron, desde el primer acorde contagiaron su energía divertida, directa y callejera, esa mezcla que convierte a la banda invitada en parte esencial del espectáculo. Presentaron un repertorio propio compuesto por temas como “Dices Que No”, “TurboDid”, “Cuero”, “Nubes, “Turbulencias”… “Mundo Rock And Roll”… “Botella”. Temas que fluyen entre el hard rockabilly castizo, el country y el rock clásico. La banda tuvo tiempo para rendir un sentido homenaje a Jorge Ilegal, recientemente desaparecido, un guiño a uno de los grandes con “Fuera De La Ley”.
Turbulentos no entienden de barreras en el rock and roll, también hubo espacio para un saludo eléctrico al espíritu de Jimi Hendrix, no a través de una versión literal. Sino de forma conjunta con una serie de riffs incendiarios integrados en su despedida instrumental. Complicidad con el público y un sonido compacto, Turbulentos lograron subir la temperatura de la sala para recibir a una leyenda como Daniel Jeanrenaud. A veces basta un escenario pequeño, una curtida guitarra y un tipo que carga sobre sus hombros más historia del rock and roll del que contiene cualquier enciclopedia. Este tipo es Daniel Jeanrenaud, un superviviente del rock auténtico, sin filtros ni abalorios. Acompañado por The Camden Cats que lo integran Jean Marc al bajo y Nicky Forbes a la batería dejaron su sello en el historial del Gruta, local que puede presumir de que por su escenario siguen pasando auténticas leyendas del rock and roll.
En un espacio íntimo pudimos disfrutar de la legitimidad de una noche impregnada por la antología del rock and roll clásico interpretada por un power trío afilado que recupera el espíritu de los viejos clubes nocturnos. Daniel es un músico de la vieja guardia, de esos que no se dobla ante tendencias, que defiende un sonido puro y duro, conectado a la sangre del rock & roll. Su voz desgastada por los años de escenarios y una entrega a las seis cuerdas, que pudo ser más dinámica, goza de una personalidad que no entiende de edades ni modas. The Candem Cats funcionaron de forma precisa, el ímpetu de una batería enérgica e imparable y la calidez del bajo sostuvieron el empuje rítmico. El repertorio estuvo compuesto por temas de su disco “Get Up!” de 2011, recuerdos a The Kingsnakes y sendos homenajes a Elvis Presley y su idolatrado Chuck Berry.
De esta forma hicieron un recorrido a través del más impulsivo rock and roll con temas como “No More Water In My Fountain”, “Camden Cat”, “I Believe I´m In Love”, “It´s Gona Rain”… “See See Rider”, “Rock and Roll House”, “Good Rockin City”, “Run Rudolph Run”, “Blue Christmas”… “No Particular Place To Go”, “Baby Let Yourself Go”, “Get Up!”… Interpretaciones que respiran boogie, country, blues, rockabilly y ese espíritu callejero que tanta falta hace en tiempos donde nos “la meten doblada”. Aunque el Jack Daniels con cola se le quedó grande, algún que otro problema con la guitarra, su visita desató el baile y recordó que el rock and roll cuando es verdadero no envejece. Daniel mantiene esa mezcla de fiereza, carisma y romanticismo, la estampa de un perdedor solitario que desahoga sus penas entreteniendo al personal interpretando rock and roll. Un superviviente que ha compartido escenario con los padres fundadores del género, que fue pieza clave en el resurgir del blues rock en los años ochenta y que mantiene viva la llama del rock and roll cada vez que se sube a un escenario.
