Alan Parsons: El sereno y mágico ojo de Horus contempla una vibrante noche de sábado en el BBK Bilbao Music Legends

El ojo de Horus es el símbolo que preside la portada de “Eye in the sky“, el más famoso disco de The Alan Parsons Project; es el Udyat hechicero de la mitología egipcia que representa la sanación y la recuperación: este ojo obró el prodigio de resucitar a Osiris.

Y en la idea fuerza del momento actual de la carrera del músico inglés, puede emblematizar la reencarnación de su legado con su nueva propuesta, AlanParsons live project, tras el fallecimiento en 2009 de Eric Woolfson (recordemos que el ojo de Horus también es protector de los muertos), el otro gran compositor y vocalista de la formación; ampliando su carrera en el siglo XXI a pesar de las limitaciones de movilidad que le aquejan.

Pero atendiendo a las propiedades que emparentan el idiograma con ideales de armonía y reflexión, es la más acertada alegoría del desarrollo conceptual de sus recientes giras : la efigie flemática e imperturbable de Alan Parsons, sentado frente a su teclado como un planeta desconocido y misterioso, empuñando su guitarra acústica, consciente de que es el embajador de unos sonidos que revolucionaron el art rock y la electrónica progresiva; un Parsons director musical de una banda de colaboradores eficaces.

Un Parsons venerable y estoico que, más allá de su bastón, se apoya en su arte. Y este brilló en la memorable noche del sábado pasado en la segunda jornada del BBK Bilbao Music Legends Fest , encontrando la fortaleza mientras contemplaba a un público entregado que, abarrotando el Bilbao Arena, le rendía tributo.

La canción homónima que preside este disco, sonó como el tic tac enigmático de un espacio tiempo que se desborda, enlazando generaciones que disfrutan con una composición sempiterna (que continúa figurando en la mayoría de las listas de reproducción de ‘Best saturday songs ever’) durante la apoteosis final del ‘ show’.

Pero antes, una veintena de temas fabulosos sonaron como luces de una noche magnética que se dejó embrujar por un ‘set list’ apasionante, arropado por las sondas atmosféricas de las guitarras de Jeff Kolman (solista) y de Dan Tracey; obreros estelares en el trampantojo caleidoscópico de un repertorio que tuvo momentos memorables.

“Don’t answer me” se escuchó en segundo lugar, tema de sonidos sintetizados que por antonomasia definió el sonido ochentero del proyecto de Alan. En el concierto estuvo magnificado por un escurridizo saxofón que elevó la frecuencia del show.

“Psychobable” iluminó la continuidad del concierto con su ritmo de visión kodachrome que desvanece el insondable negro con matices que alcanzan catedrales psicodélicas.



POE Y GAUDÍ

En la rueda de prensa que Parson dio en el bilbaíno Hotel Calton, tuve la oportunidad de mencionarle el disco que culminó la discografía de The Alan Parsons Project: el ensimismado e intimo álbum conceptual que, en 1987, se editó en homenaje al visionario arquitecto Antonio Gaudí; en respuesta, el músico revalidó sus alabanzas a la obra del catalán – igualmente hizo durante este concierto- prometiendo que incluiría el tema “La sagrada familia“, uno de los más celebrados del disco, en su próxima actuación en Barcelona. Pero, para mí sorpresa, esta fue incluida en su show del pasado sábado, con un lucimiento vocal de su cantante principal (el grueso de la actual banda de Parsons ejerce en un momento u otro como cantante) P.J Orsson.

Antes de este momento cumbre, el mismísimo Parsons anunció “The Raven“, tema estrella del álbum “Tales of mistery and imagination”: un impresionante poema tonal aupado por el estrépito del mejor rock progresivo que ha conseguido; orientado y entrelazado con música neo clásica para mayor gloria del rock sinfónico comercial de la década de los 70s. La recreación conseguida esa noche, estuvo desprovista del característico ‘vocoder’ de la versión en estudio, y fue vertida como un objeto vocal narrativo límpido, que en la voz de Orsson consiguió que la palabra leitmotiv NEVERMORE, fuese la bruja cautivadora de una secuencia tonal inmersiva que encandiló a la audiencia.

SIRIUS

Este tema es un mensajero cósmico instrumental que inicia excepcionalmente el álbum “Eye in the sky” como un ovni abrumador provisto de una melodía envolvente . Un Instrumental archifamoso que en Estados Unidos se ha convertido perentoriamente en la sintonía de apertura propicia para infinidad de eventos relacionados con el deporte que allí se celebran. En la cita bilbaína, marcó a su vez, la introducción del tema más esperado de la noche, al cual me he referido en primer lugar. Tema este, ” Eye in the sky, que en un pasaje inesperado, derivó hacia un fragmento de piano extraído del “Txoria Txori” de Mikel Laboa: musicalización del poema en euskera de Joxean Artze, que fue recibido emotivamente por la audiencia, y no solamente por la euskalduna…

En los ‘encore’ sonó “(The system of) doctor Tarr and profesor Fether”, un tema del disco conceptual en torno a la obra de Edgard Allan Poe que he citado anteriormente, y que registra la faceta menos conocida de ese autor: la humorística. Por último, una versión contundente de “Games people play” clausuró una velada que , por la calidad del sonido conseguida, la buena elección del repertorio, la profesionalidad de la banda y el carisma de Parsons fue, a todas luces, extraordinaria.

Fotos Lorenzo Pascual.

 

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