Grabado en Chess Studios en Chicago al mismo tiempo que “It’s All Over Now“, el segundo EP de los Rolling Stones “Five by Five” lanzado un 14 de agosto de 1964, 7 meses después de su EP debut homónimo, todavía estamos atravesando esos primeros días en los que los Stones enterraban sus originales tras un seudónimo y enmarcaban cada álbum con notables del rhythm and blues tocados directamente.
Cabe destacar, sin embargo, que hay una identidad afirmada en “Five by Five” que se siente novedosa para los cinco chicos de Londres en la portada del disco. Los Stones habían sido más una banda de blues rock antes de Five by Five y, en cierto modo, eso tal vez convierte a Five by Five en el primer disco esencial y “diferente” hasta la fecha.
El sonido creado por el ingeniero de Chess, Ron Malo, fue perfecto. Su mánager y productor Andrew Loog Oldham, se plantó en los estudios de Chicago durante su reciente gira estadounidense, donde volvieron a rendir tributo a Chuck Berry con “Around and Around”. Mientras grababan la canción, la leyenda visitó los estudios, deseoso de ver una versión de su tema.
Al terminar de tocar, dijo: “Adelante, caballeros, suenan de maravilla, si me permiten”. También se incluye “Confessin’ The Blues”, un éxito de Chuck Berry, aunque no fue escrito por el guitarrista. Junto con estas canciones, se incluyó “If You Need Me”, una versión de Wilson Pickett, interpretada por Solomon Burke y las originales “Empty Heart” y “2120 South Michigan Avenue” ambas bajo el pseudónimo de la banda Nanker Phelge, atribuido en aquellos tiempos a sus composiciones grupales entre 1963 y 1965,
Una semana antes del lanzamiento de “Five by Five” lanzaron “It’s All Over Now” (también grabado en Chess), escrita por Bobby Womack. Meses después, apareció en su segundo álbum estadounidense, “12 X 5″. La canción fue un gran éxito en Europa y formó parte de las presentaciones en directo de la banda en la década de los 60, siendo su primer número uno de su carrera.
Años después, Bobby Womack declaró en una entrevista que le había dicho a Sam Cooke que no quería que los Rolling Stones grabaran su versión de la canción y que le había pedido a Mick Jagger que consiguiera su propia canción.
Cooke lo convenció para que dejara que los Rolling Stones la grabaran. Seis meses después, tras recibir el cheque de royalties por la canción, Womack le dijo a Cooke que Mick Jagger podía tener la canción que quisiera.