Se estrena un documental sobre la historia del proceso creativo excéntrico, revulsivo e incendiario de los grandes maestros del Pigfcuk.
La banda de San Antonio, Texas, Butthole Surfers, un colectivo de cerebros avispados que lleva décadas propinando contundentes picaduras de irreverencia a la escena undergrond en EEUU. Su debut en 1984 con “Psychic… Powerless… Another Man’s Sac“, supuso la puesta de largo de unos forajidos voraces, algo así como un viaje de ácido en un zeppelin inflado con gases pestilentes en lo más bajo de un acantilado con eco que repite sonidos escatológicos.
Un discordante y enloquecido torbellino que emparenta el noise rock y la experimentación con la comedia negra soez; un “subreality show” de lengüetadas art punk extremado en una zona crucial de onírica rebelión. Un disco blasfemo tan sublime como grosero que, con una canción como “Lady Sniff“, es merecedor de acuñar un término con el cual fueron definido: el rimbombante Pigfuck que irá inextricablemente unido al nombre de la banda.
Bien entendido que el pigfcuk tiene otros miembros ilustres entre sus filas como The Jesus Lizard, No Trend y Big Black. Pero el desorden rítmico, la distorsión de su extraño dialecto de rarezas y su corrosiva genialidad, les hace merecedores de un estatus privilegiado en la acotación escénica más aventajada del género : el eje narrativo afilado como una guillotina que practican posteriormente, entregará la colección de rock psicodélico inquietantemente hipnótico de “Rembrant Pussyhorse” (1986); las visiones aterradoras de su talento vaticinaran el advenimiento del metal sludge atando un edificio en llamas de abrasivo hard rock al art punk que se observa a sí mismo con ojos borrachos de lisergia en el monumental “Locust abortion technician” de 1987.
Y más allá de esa memorable trilogía, encontrará un rumor de alcohólica resurrección en el etílico y pendenciero “Independent Worm Saloon” de 1993: un nuevo catálogo de exabruptos que les lleva por los caminos del rock alternativo, el stoner e incluso el heavy psych sin perder de vista la sátira pigfcuk.
A partir de ahí, un cúmulo de grabaciones erráticas se enfrentan a interesantes ediciones de rarezas inéditas de su explosivo pasado. Y ahora, este merecido documental:
Dirigido por el cineasta rara avis Tom Stern (si existe un tipo idóneo para rodar la historia de esta gente es sin duda él), autor de la insólita “Freaked” (1993): comedia absurdista que con todos sus méritos es genuinamente el equivalente del pigfcuk trasladado al cine; una estrambótica película body horror con elementos de sátira “gross comedy” y monstruos de ciencia ficción delirante (y plastilina sangrienta en los efectos especiales!!).
Un tío este Stern, que con sus habilidades freak, ha sido incluido junto con su documento, en la programación del reciente L’Étrange festival francés que ha venido celebrándose durante este mes de septiembre aún en curso.
Film co-escrito con Simon Weinstein , que tiene como gran aliciente las bondades insanas y divertidas de su elenco: por el desfilan los miembros fundadores Gibby Haines , Paul Leary y King Coffy. Y como guinda de este pastel de burla y desacato que pone en solfa las convenciones del rock, el tremebundo y rebelde David Yow, cantante de sus coetáneos The Jesus Lizard y el mismo actor en films como el sugerente “A desert” (2024).
Documental que además incluye al cineasta Richard Linkater, al previsible Flea. Y a los imprevistos Ice T y Dave Grohl, además de Norwood Fisher, King Coffey, Dean Ween, I. Jourgenson, Jeff Pinkus, Buzz Osbourne, Teresa Taylor, Wayne Coyne, Ian MacKaye, East Bay Ray, Gibby Haynes, Johnny Depp, Eugene Robinson, John Paul Jones Paul Leary y Steve Albini.
Espero que este film necesario que me ha mantenido en vilo durante la pasada madrugada sea ampliamente difundido en Europa tras su estreno norteamericano el pasado mes de marzo. Seguiré informando…