Nuevo disco de una de nuestras artistas británicas, Hannah White. “Fine Day” vuelve a acercarnos al corazón de una cantante sencilla y desprendida con una gran facilidad para emocionar. En el equipo de grabación destaca su marido y mano derecha, Keiron Marshall. Completan la banda Lars Hammersland (piano), Svein Henning Berstad (bajo), Ole Ludvig Kruger (batería) y Sarah Jory en el pedal Steel. Edita The Last Music Company.
Escucha “Fine Day” de Hannah White aquí:
Hannah está teniendo una carrera meteórica desde que la Asociación de Música Americana del Reino Unido le diera el título de Canción del Año a la emotiva “Car Crash”. Ricky Ross, de Deacon Blue, fue uno de los primeros en echarle una mano llevándosela de gira. “Sweet Revolution”, producido por Michele Stodart (The Magic Numbers), fue uno de nuestros discos favoritos de 2023. Era la culminación de un largo camino que empezó en Sidcup, donde Hannah nació y empezó a tocar instrumentos con clases de música gratuitas a familias que recibían ayuda social. El año pasado nos sorprendió editando un single cada mes.
“La música tiene un gran poder sobre mí”, dice. “Me ha ayudado a superar algunos de los momentos más difíciles y no sé qué haría sin ella. Siento profundamente que si todos tuvieran esa oportunidad, la vida de muchas personas podría transformarse”. Es esa sinceridad sencilla la que está impresa en la personalidad de Hannah, al igual que en su música. Cuando se habla de sus canciones, se habla de su combinación de honestidad autobiográfica, conciencia social y alegre musicalidad, y esa conversación cobra cada vez más fuerza.
Con “Fine Day”, Hannah White nos trae otro disco lleno de canciones delicadas y exquisitamente producidas. Quizás le falta la inmediatez de su anterior trabajo, pero este honesto repaso a las relaciones humanas y a los altos y bajos de la vida sigue teniendo un enorme atractivo. Parece ser que Hannah no estaba pasando un buen momento cuando empezó a grabar el disco y quizás esto se note en un ambiente un poco más sombrío. Algo que no resta calidad, simplemente le da otro tono al conjunto.
Se abre con la inquietante “Good Questions”, que aborda un montón de preguntas acerca de adónde va este mundo en caída libre. “Cuando llegue el invierno, ¿dónde estarán las cosas brillantes?”. El ritmo sigue lánguido en “Hard-Hitting Memories”, otra balada country gospel con sabor a clásico perfectamente orquestada. Lars Hammersland demuestra la finura de los instrumentistas nórdicos. Nada que envidiar al último disco de Margo Price. “Man Out There” cuenta la historia de una historia personal de amistad traicionada con un cierto aroma a desierto a lo Calexico.
“Hyla Karula”, una de las más vitalistas de la colección, recuerda a Linda Ronstadt con ese aire a tex-mex que le da la presencia del acordeón. “Camberwell” es más atmosférica, y está dedicada a su hermana y a ese sur de Londres en el que creció. “What Do You Take Me For” tiene un cierto aire a los Velvet Underground más acústicos, mientras que “Glory Overcome”, otra canción que tiene toques tex-mex y que está inspirada en la difícil vida de su esposo.
El single adelanto, “Fine Day”, es un clásico contemporáneo y una de las canciones del año sin duda. Inspirada en la temprana muerte de su madre a los 52 años, su melodía de piano y ese pedal Steel poniendo el contrapunto crean el ambiente perfecto para una melodía muy inspirada. A su muerte siguió la decepción con muchas personas cercanas. Un tema que se repite en “Maybe One Day” “Quizás me aleje… Quizás te apague en sueños”. No, no es este un álbum lleno de alegrías.
El disco se cierra con un himno contra los estándares de la belleza clásica que nos venden en cada esquina. “All This Unnecessary Beauty” va de la dificultad de escapar de la importancia de estar siempre perfecta e impecable. Algo casi inevitable cuando estás en esta industria… y eres mujer. Un disco de confirmación de talento en una carrera ascendente. Hace unas semanas estuvo presentando sus canciones en Nashville y, en breve, estará en el Royal Albert Hall abriendo para Jools Holland. Si se lo llegan a decir hace cuatro años, esta humilde compositora hubiera dicho que era más que un sueño. Pero, poco a poco, Hannah está superando todos sus sueños a base de canciones.
