Adiós a Louis Johnson y al slap del funky
porLouis Johnson uno de los más grandes bajistas falleció en mayo a la edad de 60 años, uno de los arquitectos del slap junto The Brothers Johnson
Quincy Jones
Rush, Heart, Randy Newman, Public Enemy, Donna Summer, Albert King, Lou Adler y Quincy Jones nuevos miembros del Rock & Roll Hall of Fame 2013
porEl Rock & Roll Hall of Fame ya tiene nuevos miembros desde el pasado 18 de abril tras celebrarse en el Nokia Tehatre de Los Angeles por primera vez, dicha ceremonia en el que entran por derecho en la academia Rush, Heart, Randy Newman, Public Enemy, Donna Summer, que murió el año pasado, Albert King, que murió en 1992, el productor Lou Adler y Quincy Jones.
«Rock and Roll Hall of Fame 2013», Rush, Heart, Randy Newman, Public Enemy, Donna Summer, Albert King, Lou Adler y Quincy Jones nuevos miembros
porRock and Roll Hall of Fame, y su 28º edición acaba de hacer oficial los nuevos miembros de la academia para ingresar en la academia el próximo 18 de abril, en el Nokia Theater, en Los Angeles, cambiando así la sede de la entrega de distinciones, como venía siendo habitual en Cleveland, Rush, Heart, Randy Newman, Public Enemy, Donna Summer, Albert King, Lou Adler y Quincy Jones, son ya nuevos miembros del Rock and Roll Hall of Fame.
El Rock & Roll Hall of Fame tenía una lista previa de finalistas, de la que se ha quedado fuera, para ser miembros de pleno derecho Procol Harum, N.W.A., Kraftwerk, Deep Purple, Joan Jett And The Blackhearts, The Meters, Chic, Paul Butterfield Blues Band, y The Marvelettes, en la edición del 2013.
Keith Richards en el «Howlin’ for Hubert», el super tributo a uno de los más grandes del Blues, Hubert Sumlin
porLa guitarra sobre todo, y aullidos del genio del Blues, Hubert Sumlin, recibirá un merecido tributo hoy, 24 de febrero, en la catedral de la música en Nueva York, el Apollo Theater, en el Harlem.
Hablar de Blues, es hablar de Hubert Sumlin, guitarrista del sonido característico de casi todas las canciones de Howlin’ Wolf y de un breve periodo de tiempo con Muddy Waters, es decir, convertir el Blues en aullidos eléctricos, y que su serpiente de compases se retuerza en nuestra garganta hasta retorcernos los sesos.