Courtney Marie Andrews visitó Libertad 8, en un concierto que se enmarcaba en el ciclo Momentos Alhambra. Un local que se ajustaba perfectamente a las características de su recital y que colgó el cartel de “no hay billetes” a pesar de competir con otros conciertos de nivel que estaban anunciados en esa noche de viernes en Madrid.
Mucho nos han hablado de las maravillas de ver a Courtney girando con una banda, pero su primera visita a tierras españolas como cabeza de cartel fue en solitario. Pudimos verla por última vez hace cinco años acompañando a Damien Rice, en cuya banda estuvo enrolada un tiempo como guitarra solista. Y mucho ha cambiado su vida en este lustro. Sus dos últimos discos han disparado su carrera hasta el infinito y han sabido premiar su paciencia. Prácticamente todo el concierto se basó en ellos, con la adición de un par de temas nuevos y una recuperada Near You.
La amabilidad es una cualidad que se destaca fuertemente en la vida de Courtney Marie Andrews. Ahí está el título de su sexto álbum, May Your Kindness Remain. Incluso firma a sus fans al final de concierto con el mensaje “Stay Kind” Y, en varias de las canciones a lo largo del recital, la amabilidad aparece en diversas variantes, aunque a menudo brillando en la oscuridad de una desesperación romántica y no tan romántica.
Abre con Rookie Dreaming, el tema que abría su “Honest Life” y comienza un viaje que nos llevará por diferentes registros del cancionero americano. Muy cercana, va desgranando historias de su vida relacionadas con las canciones. En Border, por ejemplo sus experiencias de vida en su Arizona natal, cerca de la frontera con México (llegó a tener relación directa con el infausto sheriff Joe Arpaio). También nos habla de su experiencia como camarera, no hace tanto tiempo, en un pequeño bar, donde quizás sólo había quince clientes, pero que fue una experiencia de la que surgieron canciones. O la historia del único libro en un pueblo de mala muerte, lleno de rednecks, y que estuvo a la venta durante un año en una “librería con un solo libro” sin lograr venderse.
Pero lo importante es la música, y Courtney se muestra como una exquisita instrumentista que sabe llenar las canciones de matices difíciles de conseguir en un show en solitario. Así, van desfilando con brillo clásicos de su repertorio como How Quickly Your Heart Mends, Took You Up o Table for one, mi favorita. Aunque las más celebradas por el público son, sin duda, Irene, una canción escrita para un compañero de gira que le reveló su homosexualidad y May your Kindess Remain, con la que cierra el recital, y donde demuestra que el soul es otro de los registros que maneja con soltura, mejorando a la mayoría de artistas actuales que dedican sus esfuerzos a destacar en un género tan complicado. Pide sugerencias al público y descarta Only in my Mind en beneficio de Near You, que completa con Sea Town, otra de las nuevas canciones, basada en sus viajes a Seattle por la I-5.
Y así cerraba su concierto y, casi, su gira europea. Al día siguiente Barcelona y, en tres días, nueva gira americana comenzando en San Francisco (con Brandi Carlile como telonera).
En las nuevas canciones, podemos escuchar a una escritora en su gran momento. Jugando con las palabras con enorme precisión, soltando cada una de forma tan clara y limpia como cada una de las notas que surgen de su guitarra. Por ejemplo, en It Must Be Someone Else’s Fault, preguntando a un ex amante sobre una vieja banda de rock: “Do they still play / Or did they fall apart like we did / And go their separate ways?”. O en Together or alone, describiendo ese momento de amor ciego donde olvidas todo: “my friends they will talk/ cliches on being free). En términos de contenido lírico, melódico y emocional, este material nuevo evidencia un nivel compositivo y una profundidad aún mayores, lo cual nos hace esperar con impaciencia la grabación de su nuevo disco, que promete estará muy pronto.
El concierto de Courtney Marie Andrews confirma que ya está consolidada en la primera división y de la música americana y, con casi toda seguridad, dentro de unos años podremos decir que nosotros estuvimos allí, en un pequeño local madrileño viendo su consagración como artista. Por edad no pudimos ver a Joni Mitchell o Carole King en sus momentos estelares, pero con gente como Courtney Marie, podemos disfrutar de un legado y una forma de escribir canciones que, aunque no forme parte del cada vez más desastrado mainstream, sigue muy viva.
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Setlist |
